Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

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Mirando hacia la Capital con ojos de Provincia

La columna semanal del corresponsal de La Nueva en la capital de la provincia.

No existe estructura gubernamental en el mundo que, en algún momento, no haya tenido conflictos entre coaliciones internas y que no los vaya a tener. La negociación forma parte del manual de la política. El diagnóstico se da en un contexto en el que la dirigencia argentina no logra revertir, en líneas generales, la indiferencia electoral de la población ante la estrategia discursiva de odio o “antipolitica”. 

Para intentar cambiar el rumbo de las cosas hay que abandonar la queja cotidiana como zona de confort, en especial cuando sólo falta poco más de un centenar de días para la elección legislativa bonaerense. Quizá sea tiempo de recordar aquel consejo que dice que quien no aprovecha una oportunidad inicial puede perderla rápidamente. 

La agenda política luce expectante, observando de reojo la inminente definición de los comicios porteños, donde La Libertad Avanza se jugó a nacionalizar la campaña para disputarle el poder al PRO, tras casi dos décadas de hegemonía macrista en la Ciudad de Buenos Aires. 

A la espera de ese escrutinio, no pocos referentes del arco opositor -incluyendo radicales y vecinalistas- se encuentran en la encrucijada de tener que acompañar a Javier Milei en tierras bonaerenses, aún cuando una alianza LLA-PRO continúa siendo una incógnita ¿Puede terminar bien la relación entre el Presidente y Mauricio Macri? El enigma sobrevuela la esfera política. 

Por las dudas, referentes libertarios quieren sumar al macrista Diego Santilli para ser candidato a diputado provincial mientras, para no perder terreno, el economista y diputado José Luis Espert ya anticipa que, como candidato a gobernador en 2027, su propuesta será “llenar de agujeros a los delincuentes”.

Pese a los recelos y encontronazos, el objetivo político de ambos espacios parece estar más que claro: conformar una sociedad que pueda ganarle bancas en ambos recintos de la Legislatura a un oficialismo que, a pesar de la crisis de acuerdos que atraviesa, aún cuenta con mayoría en las cámaras.

Por su parte, los intendentes y sindicalistas que acompañan al gobernador Axel Kicillof sostienen que “estos son momentos de ampliar la base electoral” porque encuentran en el perfil del mandatario una figura competitiva para encabezar la oposición a las políticas libertarias, aún cuando Milei expresa una lógica de ajuste que encuentra convalidación en amplios sectores pero que, al mismo tiempo, viene provocando graves dificultades financieras en la Provincia. 

En términos políticos, valoran como positivo el distanciamiento del gobernador de los sectores del kirchnerismo vinculados a La Cámpora. Del otro lado, por supuesto, llueven críticas sobre la sede de calle 6 contra aquellos que, al parecer, en nombre de un acuerdo de unidad peronista, podrían terminar “perdiendo el rumbo ideológico” al correrse de las filas de Cristina Kirchner. En ese contexto, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera, volvió a insistir con una propuesta de unidad respetando todos los liderazgos.

La asfixia financiera es una sensación compartida por Kicillof y varios intendentes que ya vienen aplicando recortes y medidas de emergencia. En ese escenario, y con la interna del oficialismo a flor de piel, el ministro de Economía, Pablo López, fue a la Legislatura para iniciar una compleja negociación con los jefes de las distintas bancadas. 

El funcionario planteó la creación de un fondo con plata fresca para los municipios, que provendría del 8% del total del pedido de autorización de deuda por US$1.045 millones que la Provincia podría tomar para poder seguir transitando este 2025 de “gran incertidumbre macroeconómica y social”.

La exposición técnica de López no logró descomprimir un escenario marcado por una fuerte desconfianza. La constitución de un fondo para intendentes atado al endeudamiento sumó mayor disconformidad en la oposición legislativa y no pocas diferencias dentro del mismo oficialismo. 

Una arremetida doméstica inesperada fue la del diputado Rubén Eslaiman, cuestionando el proyecto que busca aprobar un nuevo endeudamiento para la Provincia y la creación de un Fondo de Inversión Municipal como consecuencia de los recortes nacionales, con un poco sutil metáfora contra los ministros: “No nos van a llevar a patadas en el culo con proyectos que se les ocurren a ellos cuando están al pedo”, lanzó el legislador massista.

“El Turco empezó el operativo intentando agarrar tinta para los renovadores, antes que comience la negociación por la lapicera para definir las listas seccionales en Unión por la Patria”, caricaturizan dentro del palacio parlamentario. Pero, como dice el viejo axioma peronista, aclaran que “son como los gatos cuando parece que se están peleando, en realidad, se están reproduciendo”. 

Días antes, en un abrir y cerrar los ojos, la Legislatura bonaerense aprobó la modificación de los plazos electorales de cara a los comicios del 7 de septiembre próximo, ya que antes senadores y diputados, por separado, acordaron no intervenir con oratorias en ambos recintos para que el trámite parlamentario fuese rápido y sin chisporroteos. 

De esa forma el calendario finalmente establece, por única vez, que el  cierre de listas se realizará 50 días antes de la elección y la oficialización de las boletas será con 30 días de antelación, de acuerdo a una solicitud técnica planteada por la Junta Electoral de la Provincia.