Intento de homicidio: acompañó al que disparó pero igual debe “pagar”
Confirman la preventiva a Carlos Molina por el ataque a tiros -ejecutado por otra persona- a un limpiavidrios. El rol de la autoría.
El mediodía del 15 de marzo pasado, Carlos Sebastián Molina llevó en su moto a otra persona hasta la esquina de Moreno y Almafuerte.
Esa persona bajó, fue hasta la esquina con la avenida Colón, atacó a tiros e hirió al limpiavidrios Maximiliano Diócades y volvió, para retirarse ambos en la moto.
Si bien no fue ejecutor de los disparos, la Justicia dispuso que Molina continúe detenido como autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa. Y seguramente llegará a juicio bajo ese cargo grave, porque acaban de confirmarle la prisión preventiva.
La defensa de Molina, a cargo del abogado Sebastián Martínez, objetó su imputación al afirmar que fue el otro acusado (de apellido Castillo) quien "tuvo el poder de decisión y dominio del hecho al iniciar la persecución y efectuar los disparos".
También dijo que nada permitía inferir que Molina "tuviera conocimiento de lo que Castillo iba a hacer" y que portaba un arma en esas circunstancias.
El propio acusado reconoció que Castillo le pidió que lo llevara porque "iba a hablar" con "Polonga", como conocían al herido, pero que nunca supo que llevaba un arma ni lo que iba a hacer.
Dijo que cuando escuchó las detonaciones se puso nervioso y que cuando Castillo vuelve a la moto "no sabía si eran disparos de él o contra él" y que lo "apuró" al grito de "vamos, vamos...".
Sin embargo, la Cámara Penal confirmó su intervención y rol protagónico, al menos para esta etapa del proceso.
Los jueces Pedro Morán y Gustavo Barbieri remarcaron "el aporte necesario" de Molina, no solo para conducir a Castillo hasta el lugar sino a su actitud de desinterés para ayudar luego de escucharse al menos 5 disparos.
"Se quedó esperando arriba del motovehículo y -pese a reconocer que le vio a su acompañante un arma de fuego color negra cuando regresó a la moto y le dijo de irse- colaboró trasladando al agresor, emprendiendo la huida", agregaron.
Pantalón y deuda
Diócades reconoció en su testimonio que el conflicto se originó, en principio, con Molina, a quien le había vendido un pantalón por 7 mil pesos, pero solo le había pagado 3 mil.
Esa deuda provocó enfrentamientos previos entre el acusado, la víctima y también "La Mona", como apodan al autor de los disparos.
Testigos del hecho sucedido en Almafuerte y la avenida Colón confirmaron que escucharon gritos, que observaron a la víctima cuando era corrido por un hombre armado a quien describieron con ropas oscuras.
Otros aportaron que el conductor de la moto, de remera celeste, se quedó esperando en Moreno y Almafuerte.
Las cámaras del CEUM de Sixto Laspiur y Rondeau ratificaron que ambos se movilizaban en una moto tipo enduro para la hora del hecho.
Algunos testigos consultaron a "Maxi" (lo conocen porque es limpiavidrios hace más de 10 años en esa esquina) qué había pasado y el joven les confirmó, de manera espontánea, que se trataba de "una bronca vieja del barrio".
El mismo Diócades confirmó que vio pasar a Castillo sobre las 11, como en dirección al barrio Noroeste, y que luego reapareció sobre las 12, ya como acompañante de Molina en la moto.
Para mantenerlo en prisión a Molina, la Cámara también tuvo en cuenta el peligro procesal de fuga, teniendo en cuenta la pena en expectativa, las características del hecho y el "alto contenido lesivo" del ataque, por haber sido cometido con un arma de fuego, con varios disparos, a plena luz del día y en un lugar concurrido, "con total desaprensión del riesgo común generado".
En consecuencia, consideraron acreditado que tuvo una participación necesaria en el hecho y le confirmaron la preventiva por el intento de homicidio
Una gran paradoja
Libre. Mientras Molina seguirá preso al menos hasta el juicio, el autor de los disparos, paradójicamente, se encuentra en libertad.
Motivos. Castillo, según informaron fuentes judiciales, estuvo detenido durante unos meses aunque la rueda de reconocimiento de personas, en su caso, dio resultado negativo y por ese motivo se ordenó su excarcelación, pese a seguir ligado al proceso.
Rechazo. El defensor de Molina también pidió su libertad asistida, pero tampoco tuvo éxito, pese a que dijo que tiene conducta ejemplar 10 y concepto bueno en la cárcel.
Informes. La misma Cámara Penal (Sala I) desestimó ese planteo a partir de informes que marcan su "dificultad para reflexionar y cuestionar su conducta disruptiva y su accionar desmedido que culmina en su detención". También señalan que si bien manifiesta arrepentimiento y se trata de justificar, "no profundiza la reflexión en relación a su accionar".
Latente. "No es posible descartar la ocurrencia de nuevos incidentes" del mismo tenor del que tomó parte en marzo. "Esto es particularmente relevante a la luz del componente violento expresado en el delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de armas de fuego", dijeron.
Opinión. Contrariamente a lo que afirmó la defensa, los jueces entendieron que "no revelan" ningún tipo de exigencia de "posicionamiento moral" o "sentimiento de culpabilidad del interno".