Un tanque de agua que es símbolo y emblema de Villa Harding Green
Centenario, el tanque es uno de los elementos identitarios del barrios.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Villa Harding Green fue fundada en diciembre de 1907, fecha adoptada en coincidencia con el primer remate de tierras realizado en el lugar.
Una postal del barrio son sus “castillitos”, pintorescas viviendas de dos plantas, construidas en las primeras décadas del siglo pasado para alentar el crecimiento del lugar y marcar una estética de su arquitectura. Pero no es su único símbolo. Para sus habitantes hay un elemento que también es parte de su identidad, una suerte de faro que se impone con su altura y diseño.
Se trata del tanque de agua elevado, sostenido por una única columna, toda su estructura resuelta en hierro.
Ubicado en Pilcaniyen y Ramírez Urtasun, fue construido en 1923 por la Compañía de Aguas Corrientes en 1923, administrada entonces por el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, seccional Bahía Blanca al Noroeste, empresa de capitales ingleses gerenciada por William Harding Green. Una fotografía de época identifica la obra con la leyenda “Steel water tank, tower & fittings”.
Colocado para mejorar el servicio de agua, originalmente su estructura era negra, como muchas de las obras de hierro realizadas por los ingleses, tal el caso el puente de la avenida Colón o el puente negro entre avenidas Cerri y Parchappe.
Actualmente el tanque está en desuso, aunque en algunas ocasiones se ha planteado la posibilidad de acondicionarlo para servir como fuente alternativa cuando aumenta la demanda de agua.
Declarado en 1995 Patrimonio histórico de la ciudad, la designación puso en los papeles un sentimiento de propiedad, identidad y referencia que desde siempre tenían los habitantes de la villa.