“El descenso con Olimpo fue lo más doloroso que me tocó vivir como futbolista”
David Ramírez, el actual DT de Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi en el Federal A, volvió a pisar el Carminatti después de casi 20 años. El “Mago” de aquel equipo de Omar Labruna se hizo famoso por los dos goles a River y ese juego pausado y desequilibrante que enamoró a los hinchas aurinegros. Y de yapa: se viene a vivir a Bahía.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
Instagram: @sergiopeysse
Twitter: @elpeche1973
(Nota ampliada de la edición impresa)
Apenas pisó el césped del estadio Roberto Carminatti, bajando por la escalerita del acceso para árbitros y visitantes, miró al cielo, se dio vuelta para repasar con su vista el sector de plateas y sonrió cuando un veterano seguidor del aurinegro le gritó: “bienvenido `Mago´, fuiste uno de los mejores 10 que Olimpo tuvo en Primera”.
David Arturo Ramírez levantó apenas su mano derecha y quedó paralizado para tratar de reunir tantos recuerdos en un ratito, porque faltaba menos de media hora para que se inicie el duelo entre el dueño de casa y Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi --equipo al que dirige técnicamente desde el comienzo mismo de esta temporada-- por la fecha 13 de la Zona 1 del Federal A.
El “Papero”, quinto en el Grupo y por ahora clasificando, acumula siete encuentros sin ganar y ese fue el punto de partida para una charla que enseguida se fue haciendo carne en ese pedazo de historia que este exquisito volante ramallense supo construir en el club olimpiense, jugando en Primera división y en la B Nacional durante 2005 y 2006.
“Círculo cayó en un pozo y le está costando salir, la situación es preocupante, pero seguimos dentro de la zona de clasificación y eso es lo que más nos motiva a trabajar y a convencernos de que le podemos hacer partido a cualquiera”, manifestó el “titiritero” de aquel plantel de Omar Labruna, que se terminó yendo al descenso más allá de contar con jugadores de enorme jerarquía y de haber quedado en la retina del hincha como el Olimpo que mejor juego desplegó en la elite del fútbol argentino.
“Haber perdido con Olimpo, que siempre es protagonista y máximo candidato al ascenso, y en esta cancha históricamente difícil, me amargó pero no me hizo dar la cabeza contra la pared; caímos frente a un rival que merece, mínimamente, estar en una categoría más arriba. Tratamos de jugarle de igual a igual, de lastimarlo con nuestras armas, pero mucho no pudimos hacer ante un equipo que, fiel a sus ambiciones y a su forma de pensar, es bancado y respetado en el plano Federal y Nacional”, desmenuzó el de los goles a River en aquel recordado 2-1, con baile incluido, del 5 de octubre de 2005.
“Pasaron casi 20 años, no lo puedo creer. Después de irme de Bahía, en 2006, solo volví una vez, al año siguiente, para ver un Olimpo-Independiente Rivadavia. Vine a la cancha con el `Pampa´ Olivi, y esa fue la última vez que había pisado el Carminatti”, sostuvo, con los ojos brillosos, quien completó 33 cotejos con la amarilla y negra: 12 en el Apertura 2005 (3 goles), 13 en el Clausura 2006 (una conquista), 7 en el Apertura de la B Nacional 2006 y uno en Reserva de AFA.
“En 2011, cuando salimos campeones con Vélez, ese equipo que dirigía Ricardo Gareca vino a Bahía, pero yo no viajé porque estaba lesionado. Ganamos 2-1, lo vi por tele”, apuntó el “Rey” David, formado en Defensores de Villa Ramallo, el club de su localidad donde también se retiró.
“En Olimpo tuve la oportunidad de convertirme en jugador de Primera división, fue la prueba de fuego para adaptarme a un juego más dinámico, a un fútbol bastante distinto al de la B Metro, de donde venía (Sportivo Italiano y Ferro antes de arribar al olimpiense con 24 años)”, indicó quien visita seguido nuestra ciudad más allá de no pasar por el “templo” de avenida Colón y Angel Brunel.
“Mi señora (Silvana Ruppel) es bahiense y mi hijo (Bruno, que cumple 11 el mes que viene) nació acá; vengo seguido, pero siempre en fechas donde no hay actividad futbolística, en vacaciones de invierno o para alguna fiesta de fin de año”, dijo mientras largaba un suspiro largo.
--Con la familia, ¿dónde están radicados?
--En Ramallo, aunque estamos evaluando la posibilidad de venirnos a Bahía, a mi me gusta, es una ciudad que tiene todo y que te permite vivir bien.
Enseguida frunció el seño y su mirada se perdió en el parqué flotante del Norberto Tomás, donde llevamos adelante la nota.
“El último semestre, con Madelón al mando del equipo, no fue bueno para mi, aunque al menos pude ser campeón con Olimpo de la B Nacional y ascender a la A. Jugué poco y el DT me terminó `limpiando´, pero gracias a él conocí Europa, porque de acá me fui al Ponferradina de España, con el que también me tocó descender”, rememoró ya sin tanto entusiasmo en sus palabras.
--Me informaron que pediste entrar al vestuario local para ver si el casillero donde vos te cambiabas estaba tan limpio y ordenado como en aquella época. ¿Es cierto?
--Ja, ja... Nooo, fui a la utilería a saludar al `Chiqui´ (Javier Alfaro) y me asomé, vi todo bastante cambiado. Se me vinieron a la mente ciertas charlas técnicas, las plegarias, los gritos de aliento, un montón de experiencias vividas que al recordarlas me alegran el corazón. Cuando me preguntan por el vestuario de Olimpo, digo con orgullo que es uno de los mejores del fútbol argentino.
“Recién me crucé con Tuma (Angel, médico), veo que el club mantiene trabajando a gente honesta, que tira para adelante y con un marcado sentido de pertenencia. Eso es amor a la institución, eso le hace bien a todos”.
--En este Federal A, ¿cuál es tu candidato al ascenso?
--Ojalá sea Olimpo, al que siempre veo bien perfilado. Douglas Haig no empezó bien pero repuntó, Ciudad Bolívar está firme y Villa Mitre, un equipo fuerte, es un constante peleador de los primeros puestos.
Asistidor más que goleador
“Aquel partido ante River, donde me salió todo redondito, me marcó para siempre en mi carrera futbolística. Venía de jugar tres años en la B Metro y dos en la B Nacional, y de golpe me encuentro con ese día tan especial, con ese instante donde me entero que voy a ser titular ante el River de Mostaza Merlo. Salí a jugar con la mente en blanco, hice los dos goles y después terminamos sufriendo con el descuento de Radamel Falcao”, expresó quien después siguió su camino profesional por Ponferradina (España), Godoy Cruz, Gimnasia de Jujuy, Unión Española de Chile, Vélez, Millonarios de Colombia y Colón.
Más allá de su ascenso con Olimpo, también subió a Primera con Godoy Cruz (2008) y Colón (2014), además del obtener el Clausura 2011 con Vélez.
“Me costó llegar a Primera, valoro los logros deportivos, fueron un premio a tanto sacrificio, pero suelo alucinar con algún momento en particular, es lo que se me viene a la mente cuando repaso alguna imagen o un determinado partido”, comentó.
--¿Por ejemplo?
--Un 2-2 con Olimpo ante Racing en el Cilindro, era mi debut como titular y me marcaba el “Cholo” Simeone, que me perseguía por todos lados mientras yo pensaba: “no lo puedo creer”. Si me preguntas hoy, considero que estuve a la altura y al nivel de un campeonato de Primera división.
Enseguida “refrescó” aún más la memoria.
“Aquel Olimpo de Labruna contaba con un plantel rico en jerarquía, con jugadores muy potables, por eso fue un honor haber sido titular a lo largo de un semestre”, señaló mientras yo le apuntalaba que en ese Apertura fue el tercer futbolista, entre 20 elencos participantes, con más cantidad de asistencias.
“Sí, claro, tengo guardada esa estadística. Ezequiel Maggiolo marcó 8 goles con 7 asistencias mías, ¡cómo no me voy a acordar!. Con `Lechuga´ fue con uno de los que más me entendí dentro de un campo de juego, y eso que tuve de compañeros a centrodelanteros con peso y trayectoria ehhh...”, reconoció.
“Ese equipo de Olimpo no merecía descender (perdió la serie de Promoción con Belgrano, ambos partidos, en Córdoba y acá, 2-1), además de jerarquía, estaba bien armado y había muchos caudillos. El grupo humano era de calidad, nos llevábamos bien dentro y fuera de la cancha, por eso yo tenía la confianza de que íbamos a ganar la Promoción. Era un plantel de hombres, pero bueno, del otro lado también había potencial, Belgrano tenía oficio y dio vuelta ambos partidos, porque no sé si te acordás que en los dos arrancó ganando Olimpo.
--Tal cual.
--Con dos jugadores muy importantes, Mariano Campodónico y Matías Gigli, marcaron la diferencia. El descenso con Olimpo fue lo más doloroso que viví en mi carrera. No me lo pude sacar de la cabeza durante mucho tiempo, aunque después me fui a España y volví a descender... Eso sí, fueron situaciones diferentes, allá llegué a mitad de año y el equipo estaba en un posición casi insalvable, y acá Olimpo no merecía irse a la B Nacional. Todavía hoy, en base a un montón de fundamentos, que los puedo defender tranquilamente, me sigo preguntando “¿por qué ese equipo descendió?” Es difícil encontrar una respuesta.
--¿Quién te “bautizó” como “Mago”?
--La televisión pública, en 2010, no me acuerdo qué relator fue el que me puso el apodo pero nunca me gustó. Mi perfil y mi personalidad no daban para hacer magia...(risas).
--En ese plantel de Olimpo tenías otro apodo, ¿se puede contar?
--Sí, el “Tano” Riggio, un salteño hincha p..., me empezó a llamar “Gato Rojo”, porque decía que era más raro que “Perro verde”, ja, ja. Me gustaba, o al menos no renegaba tanto, y ese apodo empezó a viajar de club a club, porque cuando fui a Godoy Cruz tuve de compañero a Gerardo Solana, que sabía que me decían así. Y buehhh...
--¿Volverías a Olimpo, ahora como DT?
--Sí, hace varios años que vengo tirando líneas pero no pasa nada... (risas). Me retiré en 2017 y aposté todo por esta profesión, aunque sé que es difícil conseguir la chance de entrar a un club grande, sobre todo porque, cuando las pretensiones y los objetivos deportivos son altos, eligen a un entrenador con chapa y experiencia. Es una lástima que técnicos que pasaron por Olimpo, que realizaron grandes campañas, se hayan ido del club con el peso del fracaso encima por no haber podido ascender.
--En Olimpo es así: ascenso o fracaso.
--Yo diría que no llegar a la meta después de ir primero durante toda la carrera es solo una decepción, pero bueno, el formato del torneo tampoco ayuda, tiene muy poco premio el que arrasa en la etapa clasificatoria, como lo ha hecho Olimpo en las últimas temporadas. Es injusto, pero Olimpo debe seguir demostrando que ser protagonista y buscar el Nº 1 en la fase inicial es un modo de ver y de sentir a nivel deportivo e institucional.
“Olimpo tiene la infraestructura, la utilería, el personal y la estructura social como para, al menos, ser un equipo de Primera Nacional. Desde el momento en que descendió dos categorías en un año, fue un acto de injusticia, pero como no sé que sucedió con el club en aquellos años trato de no opinar. Lleva mucho tiempo en el Federal y los hinchas están cansados; ojalá pueda subir en este 2024, creo que es el deseo de todos los que pasamos por acá.
La compu de Cocho