Perazzo, DT de Temperley, tras eliminar a River: “Me reencontré con Borja y pensé en Olimpo”

Sergio Daniel Peysse

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Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.

Después de la larga noche de festejos, pero con la mesura de siempre, Walter Perazzo, el entrenador de Temperley, le manifestó a La Nueva. “lo disfruté a pleno, como los hinchas, como el plantel y como el resto del cuerpo técnico”.

El “Celeste” eliminó a River de la Copa Argentina, fue por penales (5-4) tras igualar 1-1 en el tiempo regular, metiéndose de lleno a los octavos de final, donde se medirá con Mitre de Santiago del Estero, que viene de sacar de la competencia a Gimnasia de Mendoza.

“¿Cómo describirte lo que se vivió ayer en el estadio Malvinas Argentinas? Fue muy loco, para el mundo Temperley es un hecho histórico haber sacado a River de una Copa”, sostuvo el estratega de un equipo que, según “Waltergol”, va a al frente como cualquiera de los Olimpo que dirigió entre 2012 y 2015.

Su ayudante de campo es otro con pasado en el aurinegro, Iván Furios (junto a él en la foto principal), el encargado de la arenga minutos antes de los penales.

“Lo disfrutamos mucho porque cuando asumimos sabíamos que nos teníamos que hacer cargo de un equipo de alto nivel, por eso la parada no era nada fácil. Ante River confíamos en nuestras armas y pudimos lograr el merecido triunfo, porque, y más allá de los penales, ganamos bien, gracias a la estrategia y al esfuerzo de los jugadores en llevar a cabo un plan de trabajo dentro de la cancha.

El orientador nacido en Colombia pero nacionalizado argentino, tuvo un reencuentro muy especial en el cotejo de anoche, y fue con Miguel Angel Borja, el goleador del “Millo” que en el fútbol argentino tuvo su bautismo de fuego, justamente, en Olimpo.

El 14 de julio de 2014, Borja y su compatriota Mauricio Andrés Cuero Castillo, ambos con 21 años y compañeros en la Selección sub 23 de Colombia, pisaron por primera vez suelo bahiense, para sumarse al plantel que conducía Perazzo y que había ascendido la temporada anterior siendo tercero en el campeonato de la B Nacional, detrás del líder Rosario Central y su escolta Gimnasia La Plata.

En ese momento, el creador del festejo “colibrí” (se le llama así al modo de celebrar sus tantos), pese a haber firmado contrato por una temporada completa, estuvo en nuestra ciudad un semestre. Disputó 16 partidos y señaló tres conquistas, una de ellas ante River en el Monumental, fusilando a Barovero tras aprovechar un error de cálculo de Ramiro Funes Moris.

“Fue un lindo reencuentro con Miguel, un chico con una gran humildad, al que quiero mucho. Nos saludamos antes del partido y charlamos un rato después de la tanda de penales, incluso nos prometimos de ir a cenar algún día de estos. En un momento imaginé que estaba hablando con el Borja que había llegado a Olimpo, aunque el actual está más formado y es más jugador. Igual, un hermoso recuerdo lo que vivimos juntos en Bahía”, sostuvo el DT que tiene muy presente al mundo olimpiense.