Hernán Rosell: “Soy muy exigente conmigo, este es mí club y no quiero fallar”
El Negro puso en marcha su ciclo como DT de Liniers. “Uno de mis objetivos como entrenador era este”, admitió, a la espera del debut oficial.
(Nota publicada en la edición impresa)
“Ya el auto iba para todos lados, para Tiro para Huracán, ahora es distinto el auto ya sabe dónde tiene que ir. Toca volver a donde uno se crío”.
Hace cuatro semanas que Hernán Rosell hizo realidad uno de sus sueños y grandes objetivos: volver al club de sus amores como entrenador de la primera.
“Soy hincha de Liniers y uno de mis objetivos era este”, admite el Negro en diálogo con La Nueva.
Luego de un exitoso paso como entrenador de Tiro Federal (fue campeón en 2022) y también como ayudante de campo en Huracán de Ingeniero White (campeón en 2023), aquel polifuncional jugador retornó a la avenida Alem para cumplir un viejo anhelo y soñar en grande.
“Estoy contento por haber vuelto al club después de tres años, me encontré con muchas cosas nuevas, para mejor. Tenemos todo como para entrenar bien. Estamos bien, también terminando de resolver algunas cosas, porque algunos chicos están viendo si les sale algo del Federal A, así que viendo qué pasa con eso para terminar de armar el plantel y pensar de lleno en el torneo”,cuenta Hernán.
-Cuando te confirmaron como entrenador dijiste algo así como que estabas cumpliendo un sueño, ¿lo estás viviendo de esa manera en estos primeros días?
-Yo soy del club, toda la vida la pasé ahí. Soy hincha de Liniers y uno de mis objetivos era este. Realmente estoy contento. Después, el día a día trae un montón de cosas, pero la verdad que sí, lo estoy disfrutando pero también con la responsabilidad que lleva esto. Estamos tratando de armar algo lindo, para tener un buen año y pelear lo que juguemos.
-¿Qué tiene de distinto estar del otro lado?
-Cuando dejé de jugar dirigí siete años de formativas en el club. Obviamente que no es lo mismo, la responsabilidad es otra, el trato de todo el mundo hacia uno también es otro. Pero haberme ido a Tiro y a Huracán me sirvió un montón para aprender muchas cosas. Creo que me encuentra bien preparado en ese sentido, ahora esperando hacer un buen año que también Liniers lo necesita.
Hernán llegó a Tiro como ayudante de Fabián Tuya, para el Apertura 2022 y quedó como entrenador principal para el Clausura, siendo luego campeón anual, ni más ni menos que ante su Liniers y en el Doctor Alejandro Pérez.
En total, en el aurivioleta dirigió 23 partidos, con 8 triunfos, 8 empates y 7 derrotas (46,37 % de los puntos en juego).
Posteriormente, pasó a Huracán, donde fue asistente de Federico Gómez Peña, y también cerró el año con el título, compartido con Bella Vista a causa del temporal.
-¿En lo personal en qué momento te llega esto?
-Bien. En los dos lugares que estuve por suerte han salido bien las cosas. Obviamente que lo de Tiro te lo divido en dos, por un lado pudimos salir campeón con el club y al año siguiente arrancó muy mal y me tuve que ir. En Huracán fue todo muy distinto, también me han tratado muy bien, fui de ayudante que es otro el rol, y han salido bien las cosas en cuanto a resultados. Uno donde va busca hacer bien las cosas y pelear arriba, creo que este año no va a ser la excepción. Nos estamos armando bien, la idea es ser competitivos en la Liga y después armarnos lo más fuerte posible en el Regional Amateur como para tratar de pelearlo.
-¿Te genera cierta tranquilidad eso, llegar con buenos pergaminos o habiendo sido campeón?
-Sí, pasa que eso muy relativo, porque el fútbol es tan cambiante... El ejemplo de Tiro es muy claro: nosotros salimos campeones con un equipo que nos daban como candidatos al descenso, más allá de que nosotros sabíamos interiormente que podíamos pelear el torneo. Y al otro año, que yo sabía que teníamos casi mejor equipo, se fue al descenso Tiro. Entonces, da vuelta tan rápido todo que hay que estar preparado todo el tiempo. Obviamente que esos dos títulos no me los va a sacar nadie, pero esto es especial, porque este es mi club y el que más quiero.
-¿Fuiste encontrando en estos años como entrenador esa pasión que sentías al jugar?
-Yo cuando dejé de jugar tenía en claro que iba a dirigir, ya estaba haciendo el curso de técnico en los últimos años de carrera. Yo dejé joven, a los 28 años no jugué más al fútbol, estaba un poco cansado. Esto me gusta y me apasiona, pero también tengo en claro que no voy a dirigir 30 años como hay casos en Bahía. Pero hoy sí, estoy con ganas, recién arranco. Veremos lo que depara el futuro, trato de adonde voy hacer las cosas bien para siempre dejar alguna marquita.
-Viéndolo de afuera, con el retiro de Julio y el Turu y la salida de Lucas, el plantel sufrió un recambio generacional, ¿cómo viviste vos ese proceso?
-Cuando tuve la primera charla con los dirigentes lo sabía. Sabía que Julio se iba a retirar, con el Turu hablé pero también su idea fue retirarse. Después muchos de los jugadores que estaban en el Federal A se fueron, entonces también hubo que hacer un cambio generacional como vos decís. Pero también pudimos traer algunos chicos, recuperar algunos que estaban a préstamo… a la base que Liniers tenía le agregamos algunas cosas y terminamos de armar algo bueno. Esto es día a día, ahora hay que tratar de cerrar dos o tres cositas que nos quedan y, después, sin excusas, trataremos de hacer un año muy bueno.
En esta nueva experiencia al frente del grupo, Hernán estará acompañado –ni más ni menos- que por el histórico goleador Julio Acosta como su ayudante de campo, en su primera experiencia luego de colgar los botines.
También completan el grupo de trabajo Juan Francisco Zunini (preparador físico), Lautaro Giozza (preparador físico) y Fermín Ponte (entrenador de arqueros).
-¿Qué significa tener a Julio en el cuerpo técnico, con lo que es él para el club?
-Yo hice el curso con Julio a la par, sé que es muy capaz más allá de que sea su primera experiencia en Primera. Más allá de que sea mi amigo y que lo conozco hace muchísimos años, confío mucho en su sabiduría, sé que va a ser un gran técnico a futuro. Tenerlo a él es bueno para todos, pero sobre todo para el club, para los chicos, por todo lo que él puede enseñar, contagiar… Acá sabemos que la gente lo quiere mucho, para nosotros, los hinchas de Liniers, es el número uno de la historia, y tenerlo siempre es bueno. Pero más allá de eso, yo me quedo con la sabiduría y la capacidad que tiene, nos va a dar una mano importante.
-¿Qué fue eso bueno que decías que te encontraste en el club? Imagino que son cosas que entusiasman pensando en lo que viene…
-Sí, obviamente. Las instalaciones están muy buenas, estamos bien de materiales, estamos cómodos. No nos falta nada. Yo se los digo siempre a los chicos, cuando salís a veces ves que en otros clubes hay algunas falencias, porque a veces cuesta conseguir el mango. Acá estos dos años de profesionalismo han ayudado mucho, la idea es no perder eso, seguir cuidando lo que hay y mejorando lo que se pueda. Hoy tenemos campos de juegos buenos, materiales, no nos podemos quejar…
Luego de dos años en el Torneo Federal A, Liniers perdió la categoría en 2023 tras una pésima campaña. Uno de los tantos objetivos que tendrá el club, y también el Negro, será regresar lo antes posible al fútbol profesional.
-Me imagino que irán paso a paso, pero con el Regional y la chance de volver al Federal A siempre como horizonte. ¿Cómo es trabajar con eso en el corto plazo, mirando más allá pero no tanto?
-Cuando armamos el plantel, la idea nuestra era tratar de armar algo serio para después, en el Torneo Regional, no tener que traer tantos jugadores. Sí reforzar en puestos clave para tratar de pelear el Regional Amateur. Eso lo tengo claro yo, los jugadores y los dirigentes. Veremos, falta mucho tiempo para eso. Con el recorrido del año veremos que nos falta para ese torneo, pero la idea obviamente es pensar en el ascenso.
-¿Empezás a imaginar ese debut?
-Si, más vale. Obviamente que uno a veces empieza a pensar en eso, lo hablo mucho con mi viejo (Julio), con mi vieja (Stella), que saben de mi pasión por el club. Ya en el amistoso sentía algo especial. Obviamente que por los puntos va a ser distinto, pero sí en ese sentido estoy muy contento aunque a la vez también tengo una responsabilidad grande. Porque yo soy muy exigente conmigo mismo y en mi club no quiero fallar. Yo vengo de salir campeón dos veces, todo perfecto, pero ahora es algo nuevo, donde muchos nos van a querer ganar, como siempre, como la historia manda. Por eso lado, la responsabilidad es un poco mayor.
Aunque nunca se fue del club, porque siempre se lo vio en la tribuna o en alguna cancha del Zibecchi, los caminos de Liniers y del Negro se volvieron a cruzar.
“Ya el auto iba para todos lados, para Tiro, para Huracán, ahora es distinto, el auto ya sabe dónde tiene que ir. Toca volver a donde uno se crío, es volver a las costumbres, volver al Zibecchi, al vivir el día a día con gente que me conoce hace muchos años, esperemos que podamos hacer bien las cosas para quedarnos un buen tiempo. La idea es esa, después dependemos de los benditos resultados pero bueno, la idea es tratar de hacer las cosas bien para hacer un proyecto a largo plazo”, cerró Hernán, con la ilusión de hincha, la responsabilidad del cargo que ocupa y la alegría de estar cumpliendo un sueño.