Bahía Blanca | Lunes, 25 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 25 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 25 de agosto

Festival del Pueblo: diálogo, arte y comunidad en Bahía Blanca

Este domingo, desde las 18, se reunirán por un nuevo festejo en las veredas y calle de Saavedra al 200. Vuelve un clásico del compromiso, el diálogo y la resistencia.

Festival del Pueblo.

En el marco de una nueva edición del Festival del Pueblo, dialogamos con Giuliana Gottau, integrante del equipo de gestión del Espacio Cultural Casa del Pueblo y del propio festival.

Giuliana nos brinda una mirada profunda sobre el significado de esta reunión anual, las propuestas artísticas y la importancia de la comunidad en tiempos complejos.

El evento en la calle comenzará este domingo a las 18, en Saavedra al 200. Allí se encontrarán con una calle cortada y copada por artistas, gestores, vecinos, vecinas, activistas y reposeras. Este encuentro promete ser un espacio de diálogo, arte y comunidad en el corazón de Bahía Blanca.

—¿Qué significa sostener esta reunión anual en un contexto tan complejo?

—Cada edición del Festival del Pueblo está en diálogo con el contexto social, político y cultural; son los ejes centrales que componen tanto a los equipos de gestión como a la programación misma. Nada es ajeno a la complejidad que nos rodea. Este año tiene particularidades que los siete años anteriores no vivimos, aunque hay algo que esta vez se vuelve más evidente: la reunión, el encuentro existe porque hay comunidad.

“En un contexto donde el desgano, la individualidad y el ‘sálvese quien pueda’ son moneda corriente, el equipo de gestión del Espacio Cultural Casa del Pueblo supo reunir a más de veinte personas que ponen el cuerpo para que los bahienses puedan disfrutar de un evento a cielo abierto en el espacio público.

“Yo creo que esto es una respuesta. A la complejidad de estos tiempos le respondemos volviendo a las bases, a lo que nos hace humanos: compartir, hacer cultura, invitar a un amigo, vecino o familiar a sacar la reposera a la calle, pasear en la feria, participar de instalaciones interactivas, murales, comer un chori o una empanada, y disfrutar del arte local que está floreciendo. Eso también es evidente”.

—¿Qué propuestas, artistas e intervenciones preparan?

—Año a año venimos trabajando la idea de que nuestro escenario es “la calle”. De este modo, intentamos que las propuestas artísticas no estén pensadas solo para un escenario tradicional. Esto genera que tanto los artistas como quienes gestionamos pensemos de otro modo la escena, de una manera más cercana al público. A su vez, el público se encuentra con propuestas que no lo dejan en un lugar pasivo, sino que lo hacen parte, generan diálogo.

"Por eso, este año las propuestas son sumamente interactivas. Queremos saber qué piensa el público, qué le pasa. Queremos interpelar en el mejor de los sentidos.

“La Feria del Pueblo, por ejemplo, este año se convierte en una “Feria de ferias”, porque antes los emprendedores necesitaban espacios para ofrecer sus trabajos; ahora, están organizados, se conocen entre sí y gestionan sus propias ferias. Queremos que eso se sepa”.

Habrá instalaciones eléctricas, una de derechos humanos y otra de la comunidad LGBT. Además, realizarán un streaming que intentará narrar lo que sucede mientras nos encontramos. Esto responde a la necesidad de visibilizar lo que ocurre en comunidad, como una alternativa a la cultura individualista y rápida de estos tiempos.

También se finalizará un mural frente al centro cultural que forma parte de la comunicación interactiva que generamos como invitación. Nos visitarán los y las serenateras de la Municipalidad, un programa con larga historia que queríamos incluir para difundir.

En lo musical, se presentará Barbie Astronauta, una banda joven y fresca; El Ministerio del Beat, que está en un gran momento; y el ciclo “Transpirada”, con una pasarela diversa y un DJ, que siempre sorprende. Finalmente, cerraremos con un gran baile popular de la mano de Julián Avellaneda, con cumbia y cachengue para encarar con energía el último tramo del año.

—Entre tanta pantalla, soledad e individualismo, ¿qué propone la reunión en la calle? ¿Es posible llegar al corazón del vecino?

—El proyecto mural, parte de la comunicación interactiva de este año, se realizó principalmente en la calle, fuera de las pantallas. Esto nos permitió un diálogo más fluido con los vecinos. No están en Instagram, Facebook o Twitter, están ahí, en la vereda, en la calle, y todo es más fácil y directo. Un mate, un “che, qué bueno que este año tenemos festival, bajo con la reposera” o un “¡Che, qué está pasando, contame!

“El encuentro es en una zona céntrica, lo que genera un cruce de públicos muy variado, algo que nos interesa mucho. Bahía Blanca tiene una gran oferta cultural, pero necesitamos ampliar los públicos. Por eso buscamos que la gente venga al festival por lo que significa el festival en sí, no solo porque quieren ver una banda.

“Bajá la reposera y vas a ver que la experiencia puede cambiar tu concepto sobre lo artístico y cultural en Bahía Blanca”. Si Bahía es aburrida, gris y no hay nada, entonces ¿qué hace este festival en una calle repleta de artistas, propuestas, colores y gente disfrutando? Creo que la experiencia en sí misma es la que llega al corazón del vecino.

—¿Qué le podes decir al vecindario bahiense?

—Vengan, sean parte de un proyecto colectivo, de lo comunitario, del quehacer cultural. Este festival no sería posible sin la comunidad. Los esperamos.