Mendoza: liberaron más de 40.000 “mosquitos flúo” para controlar la dispersión del dengue
Como parte del plan para reducir la dispersión de la enfermedad, la provincia cuyana avanza con un programa experimental en varias comunas.
Son pruebas que van transitando etapas de manera progresiva, pero con fuertes expectativas de que los resultados sean alentadores, con el objetivo de llevar a todo el país el plan de control biológico del dengue, sin descuidar los métodos de prevención. Así, transcurren los ensayos de la técnica del mosquito estéril “flúor” en Mendoza, los cuales culminaron esta semana con la primera fase de experimentación, tras una nueva liberación de insectos en otra zona de esta provincia.
En total, ya son 40.000 los Aedes aegypti colorados de laboratorio puestos en el aire para luchar contra los machos salvajes y copular a las hembras, sin dejar descendencia; una metodología similar que reporta éxito en el combate contra la mosca de los frutos.
Por eso, ahora queda esperar los primeros informes de la puesta en marcha del proyecto, los cuales llegarán en las próximas semanas, pero ya hay un dato clave que muestra el camino auspicioso: en el primer test, los mosquitos no lograban volar por exceso de pigmentación roja, pero ahora ya están siendo competitivos en el medio ambiente, revelaron a este diario altas fuentes del Instituto de Sanidad y Calidad de Mendoza, organismo encargado del sorprendente método, que goza de validación mundial desde hace más de 60 años.
Si todo se encamina de manera positiva antes de fin de año, tras el análisis de las trampas colocadas en los sitios donde se lanzaron al aire los primeros insectos, en enero y febrero se realizarán liberaciones mayores, teniendo en cuenta que el Instituto de Sanidad ya está en condiciones de producir 70.000 Aedes aegypti semanales. Es más, desde la institución confirmaron que tienen capacidad de irradiar 6 milllones de mosquitos por hora, lo que muestra el alcance e impacto que podría tener la técnica en caso de que se confirme su efectividad.
¿Qué función cumplen las trampas para luego evaluar su efecto? Se trata de receptáculos “atrayentes” con azúcar, uno de los ingredientes fundamentales de la dieta de los mosquitos, que se colocaron en diversas áreas y viviendas de las zonas donde se realizó la liberación. Hasta allí no solo llegan algunas hembras sino que el foco está puesto en cuántos machos esterilizados y cuántos salvajes quedan atrapados en el aparato.
De esta manera, a través de análisis de microscopio, se logra ir determinando qué mosquito prevalece y si hace falta empezar a inyectar al ambiente más cantidades. Una vez que empiezan a registrarse más insectos machos esterilizados o incluso la ausencia de mosquitos silvestres es el mejor indicador que la plaga empieza a estar bajo control. Vale mencionar que los machos Aedes aegypti no transmiten la enfermedad; solo lo hace la hembra, que actúa como vector del dengue. (Con información de La Nación)