Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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Guía para sobrevivir a las alergias primaverales en Bahía

Según las últimas estadísticas sanitarias, en nuestra ciudad una de 4 personas padece algún tipo de alergia, siendo una de las de mayor prevalencia en la Argentina.

Fotos: Emmanuel Briane y Rodrigo García-La Nueva.
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Audionota: Romina Farías

La llegada de la primavera es sin duda una de las estaciones más esperadas del año para los bahienses. Los días se alargan, las temperaturas aumentan y la naturaleza se llena de color y vida.

Sin embargo, esta estación también trae consigo una serie de inconvenientes para muchas personas en nuestra ciudad: las alergias estacionales, que traen aparejados síntomas como ojos irritados, agua en la nariz, estornudos, tos y asma.

En ciudades con características semiáridas como Bahía Blanca las alergias más frecuentes están relacionadas con el polen, mientras que en regiones más húmedas, como pueden ser Buenos Aires o La Plata, son mayormente causadas por los ácaros y los hongos. 

Son reacciones del sistema inmunológico a sustancias presentes en el ambiente como el polen de árboles, hierbas y flores: las más comunes son la rinitis y la conjuntivitis alérgica.

Si bien no existen datos actualizados, estudios realizados otros años señalan que la rinitis alérgica estacional es, aproximadamente, de un 24% y nuestra ciudad es una de las de mayor prevalencia en la Argentina. 

“Según informes a nivel país, se estima que 2 de cada 10 personas presentan algún tipo de alergía en esta estación. En Bahía Blanca estamos por encima de ese promedio. Ronda el 24%, o sea 1 de cada 4. La gran mayoría presenta rinitis alérgica, propiciada por la sensibilidad a los polen, y un poco menos sufren conjuntivitis o asma, por separado o combinadas”, reconoció el doctor bahiense Germán Darío Ramón, especialista en Alergia e Inmunología Clínica y Co-Director del Instituto de Alergia e Inmunología del Sur.

Ramón es miembro de la Academia Americana de Alergia e Inmunología (AAAI) y ha sido certificado por el National Allergy Bureau como contador de pólenes calificado, que es de suma utilidad para los médicos ya que permite determinar qué tipo de alergia tiene el paciente, y también para que se puedan tomar las precauciones necesarias.

Precisamente, el aumento de pólenes en el aire, generado por la polinización de diversas plantas y árboles como el ciprés, el fresno, o ciertas gramíneas, agrava la situación para quienes padecen rinitis alérgica o asma bronquial. Asimismo, otros alergenos como los ácaros del polvo, hongos y las mascotas son frecuentes desencadenantes de los síntomas alérgicos durante todo el año.

“La rinitis alérgica, que debuta en el 80% de los casos en la edad pediátrica, está a menudo asociada con el asma bronquial, por lo que es fundamental realizar estudios diagnósticos de forma precoz. Estos estudios, realizados por un alergista, permiten al paciente controlar los síntomas y reducir el impacto de la enfermedad en su vida cotidiana”.

Antes y más tiempo

Según señaló el especialista bahiense, el cambio climático adelantó la aparición de las alergias y también alargó su presencia.

“El cambio climático altera la floración de las plantas, ampliando la duración del período de polinización. Por eso, hoy en día la alergia al polen es más agresiva y provoca cuadros más severos. En los últimos años comienzan a aparecer a fines de julio, por el hecho de que muchas coníferas, como pueden ser los cipreses o los fresnos, comienzan a florecer en esa etapa”.

Luego siguen los olmos, los alamos y se van extendiendo las especies hasta llegar a la primavera. En septiembre se suman las gramíneas, que pueden ser el pasto o el césped.

“Por lo tanto, en esta estación es cuando se conjuga la mayor cantidad de casos. Pero no nos sorprende que aparezcan alergias en diferentes momentos del año y no solamente en primavera, como se suele pensar”.

La ciudad no sólo aumentó su temperatura media, sino que viene sufriendo más tormentas eléctricas, mayor intensidad de vientos y menor cantidad de lluvias.

“Todas esas situaciones llevaron a que la vegetación tenga una polinización mayor y por períodos más largos. Y en casos particulares, al haber más polen en el aire, la persona sufre síntomas por más tiempo, cuando antes eran 10-15 días en el año”, explicó Ramón.

La sequía hace que el polen esté flotando en el aire permanentemente y las tormentas eléctricas multiplican las partículas.

“Cuando llueve, estas partículas caen y dejan de flotar. Por eso, se da un combo difícil de combatir en Bahía: no llueve tanto, suele haber viento y se producen tormentas eléctricas, por lo que hay más alergenos en el aire”.

De hecho, el polen, por efecto del viento, se puede trasladar entre 40 y 100 kilómetros, lo que hace imposible su control.

Tratable y prevenible

La principal indicación en el caso de alergias es evitar el contacto con el agente causal, pero en el caso del polen es casi imposible porque habría que aislar al paciente.

“Por lo tanto, se suele detectar primero a qué tipo de polen es alérgico e indicar alguna medicación de última generación para mitigar los síntomas”.

Un tratamiento oportuno y específico, guiado por especialistas en alergia e inmunología, permitirá no solo el control de los síntomas, sino también el tratamiento de la causa subyacente, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.

“Lo ideal es que el paciente sepa a qué es alérgico. Hay que tener claro que no todos somos alérgicos y no todos somos alérgicos al mismo polen. Cada paciente tiene una sensibilidad específica, no se puede generalizar demasiado. Para saber a qué es alérgico se hacen pruebas cutáneas, pero también es muy importante el diálogo con el paciente, para saber su rutina diaria”, señaló Germán Ramón.

Muchas veces se confunde la alergia con un estado gripal o un resfrío, porque en cierto punto tienen síntomas similares, aunque la alergia no suele propiciar la aparición de fiebre, lo que permite identificarla más fácilmente.

“La automedicación es riesgosa. No toda la medicación que se vende libremente no tiene contraindicaciones o efectos colaterales. Es un error muy común que se comete. Lo que se suele usar son gotas vasoconstrictoras, que tienen un efecto inmediato y son descongestivos. Pero no se pueden usar en forma prolongada, porque presenta algunos efectos colaterales. No se aconseja usar por más de 3 o 4 días”.

“Mi recomendación es que si los síntomas persisten por más de una semana, se acuda a un médico. No es aconsejable seguir utilizando esa medicación. Del mismo modo si los síntomas retornan al poco tiempo”.

Según el especialista bahiense, la alergia es tratable y prevenible. Para llegar a la prevención definitiva se requiere de un tratamiento médico específico.

“Hay tratamientos convencionales para síntomas leves, como ser la utilización de antihistamínicos o corticoides inhalatorios. Pero no curan ni interactúan con la evolución de la enfermedad, sino que calman el malestar inicial”.

“Para atacar la enfermedad se requiere realizar un tratamiento específico, que se denomina desensibilizante o de tolerancia. Esos controlan la reacción alérgica ni bien aparece”.

Sin embargo, en los últimos años apareció una nueva medicina que ha resultado eficaz.

“Se denominan biológicas porque, a diferencia de otros medicamentos, son más naturales. Básicamente son anticuerpos monoclonales o pequeñas moleculas que el organismo no las detecta como intoxicantes y su acción evita que se inicie el proceso de inflamación por alergia”. 

Muchas veces las alergias no son riesgosas. Causan síntomas molestos por unos días, se termina y no suele volver hasta el próximo año. 

“Yo recomiendo acudir a un especialista cuando el uso de la medicación no surte efecto y los síntomas superan los 10-15 días. Síntomas de alarma son la falta de aire o la tos persistentes por tiempo prolongado”, manifestó el especialista bahiense.  

Los más afectados

Si hablamos de asma alérgico, en nuestra ciudad se ve mayor cantidad de casos en la infancia y la adolescencia. Incluso con riesgo de muerte si la alergia no es tratada a tiempo. 

“En tanto, la rinitis alérgica o conjuntivitis es indiferente a la edad de la persona, pero los que más consultan son los adultos jóvenes, a partir de los 25 hasta los 50 años”, manifestó Ramón.

En el mundo, el alergeno más predominante es el ácaro del polvillo. En Bahía Blanca, si bien este ácaro está presente, la mayor cantidad de alérgicos es por el polen. Y esto se debe a la ubicación geográfica de la ciudad.

“Bahía tiene como característica vegetación múltiple, muchas especies introducidas y no propias. Y la otra combinación es el viento predominante, que va hacia el sur y trae todos los polenes del continente”.

Síntomas

¿Cuáles son los síntomas frecuentes de alergia estacional? Rinitis alérgica, que es la inflamación de la mucosa que reviste la nariz, manifestándose con secreción acuosa, estornudos, obstrucción nasal y picazón de nariz, paladar y parte posterior de garganta.

Además, frecuentemente suele presentarse conjuntivitis alérgica con síntomas oculares como picazón de ojos, lagrimeo, congestión ocular e incluso edema de párpados. 

“El polen de ciertas plantas durante su etapa de floración puede encontrarse en altas concentraciones en la atmósfera. Tal es el caso de árboles como el fresno, el plátano y el ligustro, entre otros, y de gramíneas, como el lolium, la reina de los prados, cereales de cultivo y malezas. Los árboles tienden a polinizar en la primavera, las gramíneas al final de la primavera y principios del verano, y las malezas a finales del verano y principios del otoño. Todo este movimiento hace que se manifiesten cuadros alérgicos en personas sensibilizadas a uno o varios de estos pólenes”, resaltó Raquel Rodríguez, jefa de la División Alergia e Inmunología del Hospital de Clínicas de la UBA. 

“Otra causa de la alergia estacional es la presencia en el aire de esporas de hongos pertenecientes al género Alternaria, Aspergillus, Cladosporium y Penicillium, que habitan naturalmente en la vegetación y son aerotransportadas como los pólenes”, alertó la especialista.

La presencia de tos y sibilancias bronquiales hace sospechar su asociación con el asma bronquial.

“Estos síntomas se presentan al aire libre, principalmente durante los días soleados, con mejoría los días de lluvia y empeoramiento cuando hay viento. Dependiendo de la concentración de pólenes en el aire, estos síntomas pueden agravarse y afectar las actividades diarias, como el rendimiento escolar y laboral, e incluso hay dificultades para dormir, generando un fuerte impacto en la calidad de vida, en el rendimiento laboral, educativo, en el deporte”

Prevención

Reducir la exposición a los desencadenantes de las alergias es clave para controlar los síntomas.

“Es importante que las personas que sufren de alergias sigan ciertas pautas para minimizar su contacto con posibles desencadenantes. Entre las recomendaciones, se destaca evitar los cambios climáticos extremos, utilizar la medicación recetada de manera constante y no automedicarse”, manifestó el doctor Crisóstomo Leando, médico especialista en Medicina Familiar (MP 3850).

Adicionalmente, el experto compartió otras medidas preventivas para reducir la probabilidad de desarrollar alergias estacionales:

--Realizar una limpieza diaria del hogar.

--Cubrir zonas corporales vulnerables (ojos-nariz-cabello).

--Mantener ventanas cerradas en horario pico (mañana y tarde noche).

--Optar por una vacunación preventiva.

--Limitar actividades físicas al aire libre.

--Tomar medicación vía oral previa a la llegada de la primavera, siempre que sea recetada por un especialista. 

“En cuanto a los tratamientos para aliviar los síntomas de las alergias primaverales, la vacunación preventiva es la opción más eficaz para aquellos con alergias recurrentes. Asimismo, los antihistamínicos orales como la cetirizina, la loratadina y la difenhidramina han demostrado ser efectivos en la reducción de los síntomas”, agregó Leando.

No obstante, una hidratación adecuada bebiendo agua de forma constante y el consumo de vitamina C, presente en los cítricos, también pueden contribuir a mantener bajo control las alergias y mejorar el bienestar general durante esta temporada.