Euzkadi: la calle emblemática del barrio Americano
Una manzana distinta, por trazado y por arquitectura. Si bien Euzkadi es el emblema del barrio, las viviendas sobre Alsina, Yrigoyen y Corrientes siguen todas el mismo estilo.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
"La arquitectura debe aportar algo más que satisfacer la necesidad práctica; debe satisfacer también la necesidad de belleza y poesía." Alvar Aalto.
Pocas cuadras con tanto carácter como la cortada o pasaje Euskadi, un espacio diferente de la ciudad, donde la arquitectura se manifiesta de manera muy particular y la resolución espacial asume cualidades de cuadra-parque.
El trazado de la calle data de 1953, cuando el Concejo Deliberante aprobó la subdivisión de las quintas 201 y 199, propiedad de Ángel José Bonzini, de acuerdo al plano elaborado por el ingeniero Eduardo Bambill, y que daban frente a las calles Alsina, Yrigoyen y Corrientes. La división en dos bloques permitió la generación de una calle pública.
La denominada Quinta Bonzini era un espacio muy reconocido, elegido por algunos circos y compañías teatrales para sus presentaciones y también en algún momento adecuada para el funcionamiento de las llamadas Ferias Francas.
La cuadra es parte de una singular manzana donde la mayor parte de sus viviendas ha adoptado una línea arquitectónica relacionada con la arquitectura moderna, minimalista y con algunos aires del art decó. A eso se sumó un generoso retiro de la línea municipal y amplias veredas que mejoran su perspectiva.
El origen
"Siempre trato de darle al edificio su propia alma." Eero Saarinen
Si bien no es un nombre que se esté presente, originalmente se mencionaba a esta manzana como el “barrio americano”, precisamente por el estilo arquitectónico dominante.
La solicitud para lotear la quinta había sido presentada en 1951, pero el entonces intendente municipal Norberto Arecco no se entusiasmó demasiado con la propuesta de abrir una única cuadra. Sin embargo, Bambill lo convenció, asegurando la creación de un espacio de fisonomía especial, muy vecinal, de poco tránsito y arquitectura uniforme.
La denominada arquitectura del movimiento moderno comenzó a desarrollarse en la década del 20, en respuesta a tener un lenguaje adecuado a la era de la máquina. Esto derivó en casas de volúmenes puros, cubiertas planas y juegos de entrantes y salientes a partir del uso del hormigón.
Ser moderno
"Un buen entorno urbano debe ser como una sala de estar al aire libre, donde las personas se sientan bienvenidas, seguras y estimuladas." Jan Gehl
Hubo como dos grandes corrientes, la racional, más estrictas, casas blancas, y la orgánica, con viviendas más pintorescas y el uso de materiales relacionados con el entorno.
Diseñar con este estilo era sugerido a los adquirentes del terreno en los boletos de compraventa, que además sugerían contratar a los ingenieros Carlos Rivas y Ricardo Echarren para cada proyecto. Hubo quienes contrataron a otros profesionales pero siguieron también esas líneas.
Otra característica de Euskadi es que exigió un retiro de tres metros de la línea municipal y como la calle era de tierra no tenía la exigencia de disponer de vereda completa, por lo cual aún hoy conserva tramos de un metro de ancho con baldosas y el resto con césped.
Amplios ventanales, volúmenes puros, líneas rectas, cubiertas planas. Son algunas de las características de esta arquitectura. Qué quizá hoy tenga un interesante desarrollo en los nuevos barrios que van apareciendo en la periferia pero que para la época de construcción de esta cuadra conformó realmente una propuesta distintiva y poco habitual.
Final
En el barrio Americano se verifica una voluntad de dar unidad a un lugar, de recurrir a un lenguaje común. No significa que eso sea lo correcto y que no pueda haber cuadras donde convivan distintos estilos y épocas. Simplemente es una propuesta diferente, donde toda la arquitectura decidió manifestarse en un mismo lenguaje. Llevado al campo de la literatura, fue Stevenson quien señaló que en una página todas las palabras debieran mirar para el mismo lado.