Callejeando: los jueves salen al encuentro con viandas calientes y más
El grupo está conformado por la comunidad educativa del Colegio Claret, miembros de la Parroquia Corazón de María y colaboradores. Está abierto a quienes quieran sumarse.

Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
Audionota: Marina López
Desde 2016, cada jueves, un grupo de voluntarios se reúne para cocinar y preparar viandas, bolsas de alimento y ropa para dar una mano a personas en situación de calle y a familias socialmente vulnerables de nuestra ciudad.
La idea es acercar un plato de comida o atender necesidades pero más que nada estar presentes, dar un mensaje claro a sus hermanos que viven en una alta precariedad: "No están solos".
El grupo Callejeando está conformado por la Comunidad Educativa del Colegio Claret y miembros de la Parroquia Corazón de María y más voluntarios que se han ido sumando a lo largo del tiempo y está abierto a recibir a nuevos colaboradores.
Carla Tettamanti, docente jubilada y una de las integrantes del grupo aportó detalles a La Nueva. sobre la misión de Callejeando desde su nacimiento.
"Nacimos por iniciativa de padres, docentes, de la representante legal y del párroco padre Panchi. Surgimos para dar respuesta a las necesidades de quienes viviendo en situación de calle, no tuvieran asistencia, saliendo a su encuentro, con una vianda caliente", contó.
"Como sabíamos que otros grupos de la ciudad ya lo estaban haciendo, nos coordinamos con ellos para encargarnos de los días jueves utilizando los datos censales de las otras parroquias y grupos buscando completar la asistencia semanal de las personas con alta vulnerabilidad social", completó.
Habitualmente los voluntarios cocinan en la sede de la Parroquia, en calle Zelarrayán 745.
Durante la contingencia surgida del COVID-19 decidieron decidieron mantener estas salidas y entonces las viandas se preparaban en las casas de los voluntarios.
"Actualmente cocinamos en la Parroquia y algunas semanas las cocineras preparan en sus casas según el menú. También preparamos bolsas de alimentos para aquellas familias que pueden prepararse su propia comida", señaló.
El grupo sale cada jueves alrededor de las 18 a repartir las viandas y las bolsas de productos sabiendo que en realidad son una excusa para generar un vínculo, un medio de contacto humano para transmitir a los hermanos desamparados y desprotegidos, que están acompañados.
"Son muchos nuestros amigos que nos reciben en la puerta de sus casas y esperan semana a semana con una sonrisa, una mirada, un gesto afectuoso o con un dolor que estén sufriendo", expresó Carla Tettamanti.
Se les lleva alimentos, ropa, elementos de higiene personal y para la casa, útiles escolares, muebles, vajilla y a veces se les consiguen medicamentos o se los ayuda a resolver algún trámite.
"Cada semana el número de familias a asistir se ha incrementado como así también el número de aquellos que aportan sus donaciones para que esto siga en pie pero no alcanzamos a cubrir lo que necesitamos", reveló.
"Lo que nos está permitiendo seguir adelante es el trabajo colaborativo, en red y en equipos de trabajo como cocina, donación y distribución, apoyándonos mutuamente", destacó.
Al inicio eran unos 40 voluntarios y si bien algunos han discontinuado la participación se han ido sumando otros, hoy son aproximadamente 50 adultos entre 30 a 60 años.
"Algunos fuimos docentes, o padres de la comunidad del colegio y de la parroquia y otros voluntarios que se suman por nuestra invitación personal o porque se contactan mediante las redes. Esto es fundamental porque el trabajo es interminable y también porque sabemos que ayudando nos enriquecemos todos", dijo.
Reflexionó que muchas veces al estar en contacto con realidades muy duras valoran en su justa medida situaciones personales que pasan a ser una preocupación secundaria.
Gentilza Callejeando.
Las donaciones llegan de personas individuales, la comunidad del colegio Claret, comercios y ayudas puntuales de algunas empresas pero solo cuando realizan campañas de difusión.
"Muchas veces resolvemos las necesidades entre familiares y amigos que conocen nuestra preocupación para llegar al jueves con lo que necesitamos", indicó.
Callejeando tiene un vínculo con el proyecto de Cáritas en el penal de Villa Floresta y cada 15 días el grupo recibe el pan elaborado por los internos del penal.
Así también recibimos el apoyo del centro de Formación Profesional de preparación de alimentos de Cáritas, entre otras ayudas, y de la Fundación de Voluntarios de la Cooperativa Obrera.
"En agosto de 2023 estamos asistiendo alrededor de 200 personas, enviamos 100 viandas calientes y al resto les enviamos bolsas con alimentos frescos y secos según la disponibilidad", contó.
Las familias, en su mayoría hogares están conformados por madres solteras, niños y niñas con necesidades básicas insatisfechas y adultos mayores y discapacitados que reciben asistencia en su lugar de residencia.
Otro de los voluntarios, Lautaro Cardozo, expresó su satisfacción y motivación por participar de estos intercambios cada jueves.
"Lo más lindo es cuando te abren la puerta y te están esperando y sacan esa sonrisa o mirada que expresa que ese contacto les conforta. Aún no teniendo nada te ofrecen todo.", dijo.
"No me es fácil a veces con las familias que visitamos . A veces cuando termino el recorrido me da ganas de llorar en una esquina pero me siento afortunado por hacer esto y por la forma en que nos reciben", destacó.
Los recorridos incluyen:
• Zonas céntricas de la ciudad, en tal caso se entregan en la calle, alrededor de la plaza Rivadavia y de la plaza del Sol y en pensiones que carecen de servicios mínimos para garantizar la dignidad de quienes las habitan.
• Zonas periféricas del barrio Noroeste, Pacífico, Villa Nocito, Colón, del Hospital Penna, entre otros.
Quienes deseen colaborar se pueden comunicar por el IG: callejeando_todos_los_jueves o acercar sus donaciones a la Parroquia en Zellarayán 741.