Bahía Blanca | Jueves, 16 de mayo

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Qué se juega cada candidato en estas PASO

El domingo se celebrarán las primarias, el mejor termómetro para conocer en qué lugar está parado cada uno de los postulantes a intendente de cara a octubre.

Nidia Moirano, Federico Susbielles, Andrés de Leo y Oscar Liberman.

Se acerca el día en que empiezan a morir las especulaciones. El próximo domingo se realizarán las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) y a partir de esa noche se sabrá con mayor certeza cuál es la proyección real de cada uno de los candidatos para las elecciones generales del 22 de octubre.

En Bahía Blanca son varios los puntos a observar. La interna más interesante está en Juntos por el Cambio, donde se enfrentarán la bullrichista Nidia Moirano (Pro) con el larretista Andrés de Leo (Coalición Cívica). Moirano representa al oficialismo municipal puro, De Leo es un aliado.

Se trata del espacio político que viene ganando todas las elecciones en Bahía desde 2015 y ahora, en un escenario de alta inflación y fuerte disconformidad con el gobierno peronista, se encuentra con un contexto ideal para ratificar esa hegemonía.

Para que ese proceso se encamine, entre ambos precandidatos deberán obtener este domingo un porcentaje de votos lo suficientemente alto como para dejar atrás a los postulantes de Unión por la Patria. Especialmente a Federico Susbielles, quien pese al negativo panorama de su boleta nacional se siente con chances de ganar la intendencia.

En la interna de Juntos, a priori, Moirano corre con ventaja respecto a De Leo, debido a la probable inclinación mayoritaria de los votantes bahienses de Cambiemos por Patricia Bullrich, lo cual le generaría un efecto arrastre muy beneficioso.

La expectativa en el campamento del lilito es que Bullrich, presunta bomba electoral en Bahía, no resulte tal en las urnas y se dé un resultado parejo con Horacio Rodríguez Larreta, para que tenga mayor incidencia el mano a mano de la parte baja de la boleta, donde De Leo aspira a recibir un buen nivel de corte que lo mantenga en competencia.

No será sencilla esta primera experiencia de primarias competitivas en la coalición oficialista. Un momento clave será la imagen posterior conjunta. A diferencia de los precandidatos a presidente de Juntos, que ya decidieron compartir búnker en Buenos Aires, en Bahía esa situación es improbable. Es difícil imaginar a Moirano saliendo de su clásico local de avenida Colón y no es tan simple que De Leo acepte jugar de visitante.

Sí ya está acordado que habrá foto de "ni vencedores ni vencidos", en la sede del Pro o en el local de calle Estomba de la Coalición Cívica, según quién resulte victorioso. Para JxC es fundamental dar mensajes claros post PASO, para que los votantes de la rama perdedora se queden dentro de la alianza si quieren retener el Municipio.

Por estadísticas electorales recientes y por clima de época actual, quien salga vencedor de esa primaria debería ser el favorito para suceder a Héctor Gay a partir del 10 de diciembre. No obstante, en el peronismo se esperanzan en que Susbielles resulte el precandidato individualmente más votado de agosto y, a la larga, termine rompiendo la lógica de los últimos cuatro comicios favorables a los amarillos.

Pensando en este domingo, la imagen ideal para el presidente del Puerto sería ganar incluso la batalla de sellos, o sea, que su boleta de Unión por la Patria consiga estar por encima del agregado de votos de Moirano y De Leo.

Susbielles está convencido y busca convencer de que ganará en ambos turnos, agosto y octubre. El análisis de su situación es la perfecta antítesis de Juntos. Está en una lista sábana que lo tironeará para abajo, por lo tanto le hará falta un fuerte corte de boleta para ser competitivo. Es decir, necesita que miles de bahienses que elijan opciones presidenciales distintas a Massa-Rossi, por ejemplo los votantes de Bullrich o Javier Milei, metan tijera abajo para darle su confianza.

Tan clara está esa necesidad que empezaron a circular videos en redes donde se explica de manera supuestamente inocua cómo cortar boleta. Aunque no hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta que buscan inducir a los numerosos adherentes de Bullrich y Milei a que corten los tramos de Moirano y Oscar Liberman para entregarle ese segmento al postulante de UxP.

¿Qué otras cosas habrá que mirar cuando se conozca la performance de "Chubi"? Deberá conseguir números excelentes en agosto para conjurar un problema que tiene el kirchnerismo entre PASO y generales, tanto a nivel local como nacional. Normalmente, en agosto vota menos gente que en octubre y, aquellos que se suman después, suelen optar por sus adversarios. No es un detalle cualquiera.

En Bahía en las primarias de 2015 Héctor Gay y Roberto Ursino sumaron en la interna de Cambiemos 60.214 votos (37,28%) contra los 53.185 (32,93%) de Marcelo Feliú e Iván Budassi. Dos meses después, Gay trepó a 76.641 (16.400 sufragios más y un total de 43,52%) y Feliú recibió 62.401 (9.200 adhesiones más, 35,43%).

En 2019, Gay obtuvo 74.588 votos en agosto (44,62%) y Susbielles 70.143 (41,96%). En las generales, el actual intendente creció a 94.760 sufragios (20 mil más, trepando a un 50,90%) y su adversario se fue a 77.272 (solo 7 mil más, 41,51%).

Como contracara, si la participación de la ciudadanía es baja como se viene observando este año en diferentes comicios provinciales, el peronismo podría sacar ventaja ya que su masa principal de votantes no deja de asistir a ningún turno electoral.

El otro factor relevante de estas primarias es Oscar Liberman, el representante bahiense de Milei. Envalentonados tras la convocatoria de hace 10 días en nuestra ciudad, en su equipo confían en llegar competitivos a la general. La Libertad Avanza es el espacio más difícil de proyectar porque se trata de una fuerza nueva, sin antecedentes en elecciones ejecutivas.

Lo más parecido, aunque no alcanza a ser una gran referencia, es lo sucedido con José Luis Espert en las legislativas de 2021. Su postulación como diputado nacional liberal recibió 6,97% de adhesiones en la Provincia pero en Bahía trepó al 12%. Se podría presumir que Milei, por perfil, va a estar algunos puntos más arriba en este distrito que Espert hace dos años.

De todos modos, los datos más relevantes de Milei serán otros dos. Primero, si le quita más votos a una u otra alianza o si las erosiona parejo. Segundo, si llegará a provocar un escenario de tercios para las generales donde pueda pasar cualquier cosa o si quedará muy atrás de los dos principales frentes, dando paso a una nueva polarización entre el justicialismo y Cambiemos. Falta poco para resolver el enigma.

Luego, el Frente de Izquierda deberá resolver su interna distrital entre Néstor Conte y Daniela Rodríguez, buscando entre ambos superar el techo de 7 puntos que suele alcanzar ese espacio. En octubre, quien gane, necesitará todavía un poco más, un 8,33% de los votos totales para ingresar un representante al Concejo. No les resultará fácil aunque nunca hay que descartarlos de la pelea.

Y finalmente se verá si Integración Ciudadana, este año con Horacio Varela como referente del vecinalismo, alcanza el piso de 1,5% de los votos para competir en las generales. Desde que la boleta no es liderada por Raúl Woscoff fueron quedando atrás aquellos tiempos donde peleaban el segundo o tercer lugar de las preferencias.

Después habrá otras propuestas en el cuarto oscuro, desde ya, pero todas con menores chances de cobrar protagonismo.

En resumen:

--Moirano y De Leo, especialmente la primera, van este año por sostener una cadena de triunfos consecutivos de Cambiemos que está cumpliendo 8 años. Si no lo logran, con tanto viento nacional a favor, será una catástrofe. ¿Su punto débil? Están demasiado jugados al arrastre de los cabezas de lista, pese a ser un oficialismo municipal de dos mandatos que debería tener una propuesta con mayor consistencia propia.

--Susbielles va por la hazaña, porque la tormenta de inflación galopante y un dólar descontrolado le juega en contra a cualquier candidato del peronismo-kirchnerismo, más en una ciudad como Bahía. No obstante, el exbasquetbolista confía en la minuciosidad de su trabajo de estos cuatro años intentando convencer casi mano a mano a toda persona que se le cruzó. Una debilidad, aparte del antikirchnerismo del bahiense promedio, es que en su campamento ya más de una vez anticiparon un gran resultado y no lo lograron. Ahora aseguran que sí calibraron mejor al electorado.

--Y Liberman se sube al tren de Milei para defender las ideas liberales que siempre lo tuvieron como abanderado. En caso de que las imágenes negativas de Massa y Kicillof lo hundan al titular portuario, y que Bullrich o Larreta no sean tan sólidos como alguna vez fueron Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en esta ciudad, el economista podría tener su chance. Un punto flaco es que todavía no consolidó un perfil. Todo candidato necesita ser identificado por algo y a Liberman le falta encontrar ese rasgo propio, para que no sea simplemente la pata local de un candidato nacional con capacidad de encandilar.

Entre esos cuatro nombres está el futuro intendente de Bahía Blanca. Dentro de cuatro noches, uno o dos de esos apellidos quedarán en el camino.