Fue emotivo volver a escuchar y ver un rato al “Lungo” Brusa
"Inolvidable Bill Américo", se tituló el homenaje del documentalista Néstor Machiavelli, ante muchísimo público, en el auditorio del Consorcio de Gestión del Puerto.
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Ojos vidriosos se vieron a partir de las imágenes que generaron muchos recuerdos con la aparición del Lungo Brusa en el "Inolvidable Bill Américo", un documental en homenaje a la vida de un referente histórico del básquetbol bahiense.
El mismo lo realizó el documentalista Néstor Machiavelli, forma parte del ciclo de películas "Esas pequeñas cosas" y se proyectó en el desbordado auditorio del Consorcio del Puerto.
“Ahora me pone muy contento haber preservado las filmaciones. En un momento estos casetes costaban 300 dólares y grabamos 8. Entonces evalué borrarlos, pero no lo hice. Y hoy tengo 200 casetes. Llegó el momento de mi vida que puedo ir bajándolos, y sé que va a trascender para cuando no estemos”, explicó Machiavelli.
El Lungo fue locutor, bohemio, amiguero, entrenador que cumplió más bien el rol de acompañante ideal para liderar el grupo de jugadores de la época de oro, con Fruet y Cabrera a la cabeza.
Se quedó soltero, o mejor expresado, “se casó con el básquet”; vivió en la casa lindante a la ABB y falleció a los 76 años, el 28 de noviembre de 1998.
“Me quedó haber visto acá mucha gente joven que lo va a conocer al Lungo, con los sentimientos que tenía este hombre. Se puede ser director técnico y no solamente buscar la técnica sino también el corazón de la gente”, dijo el documentalista.
La llegada fue profunda entre el público presente, con ex jugadores, representantes de algunos clubes bahienses y público de Dorrego, donde era nativo el Lungo y es Machiavelli.
“Hay cosas que cuenta que parece que fueran del siglo pasado, todo fue superado, ni las películas de ciencia ficción imaginaron lo que estamos viviendo ahora. Por eso –apuntó Machiavelli- es bueno volver a tierra e ir hacia estos abuelos que quedaron en los pueblos pero que son la memoria de los mismos. Porque nos permiten tener identidad, somos de acá, esto es nuestro, tenemos que valorarlo... Estoy feliz”.
En la parte final del documental aparece una imagen de un nene tirando al aro en el Norberto Tomás.
Machiavelli contó que lo buscó durante varios años y en ese momento, lo hizo pasar al frente, generando el asombro de los presentes.
Lo disfrutaron desde adentro
Uno de los históricos presentes y que bien puede hablar del Lungo es Jorge Cortondo.
“El Lungo fue un poco de todo en nuestras vidas de adolescentes y jóvenes impulsivos que nos gustaba jugar al básquet y él lo vio en otro aspecto, en el de la vida”, contó Jorge.
Inclusive, la influencia de Brusa entrenador era mayor desde ese aspecto que en lo estrictamente basquetbolístico.
“Era así, inclusive, en las charlas técnicas siempre se apoyaba en los grandes y no tenía problemas de asumirlo. Incluso, a veces, los cambios que hacía se lo originaba alguien de adentro. Él lo aceptaba y funcionaba”, argumentó Cortondo.
Y Jorge volvió a recorrer imaginariamente lo que conoció alguna vez con Brusa.
“Él tenía mucha vida, incluso en lugares en Buenos Aires, donde nosotros íbamos por primera vez. Por eso nos hacía pasear por lugares de tango, de teatro, en la época de las revistas, de caño 14 y la casa de Argentino Ledesma. Un personaje carismático”, definió.
En primera fila, como corresponde, acompañando a Cortondo estuvo Alfredo Adrián Monachesi.
“El grupo era bárbaro y el Lungo era el padre de todos. Fue una persona que vivió para el básquet y por el básquet. A veces en la vida no tenés que ser un fenómeno en algo, sino bueno en todo y el Lungo llevó a que en un equipo de grandes figuras éramos todos iguales”, explicó Mona.
Tocado también desde lo sentimental, por haber crecido en su época de jugador con las anécdotas, vivencias y hasta consejos del Lungo, el propio Federico Susbielles, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, disfrutó de manera especial y emotiva.
“Poder escucharlo y verlo me emocionó, es recontra fuerte. Ver la relación de amistad y el homenaje posterior con todos los jugadores y su grupo; también ver al Flaco Lista, un poco la historia nuestra... La verdad que él fue un culto a la amistad”, resumió Chubi.
Como jugador de las selecciones bahienses, de recorrer las canchas y visitar seguido la Asociación Bahiense, hoy Federico tiene recuerdos imborrables de Brusa.
“Es verdad eso que decía alguien en el video, que el Lungo tenía un imán con los chicos. Siempre contaba anécdotas, era una persona muy particular que te daba como máximas del básquet bahiense. Algo que siempre decía y recuerdo: ‘los jugadores bahienses duermen en piso de tierra’, je. Y así un montón de frases, era muy ocurrente”, rememoró.
La respuesta del público, el respeto, la atención y los momentos de emoción que se vivió sintetizan el éxito de esta iniciativa, que también tuvo algunas sorpresas por parte de gente que lo conoció mucho.
“Estoy muy sorprendido, porque pasaron 35 años y el lugar desbordó de gente, muchos que se emocionaron, quienes lo conocieron y otros que no. Me parece que hoy alguno lo descubrió al Lungo. Muchas cosas continúan circulando: los valores del básquet de Bahía, lo que el básquet brinda, la visión y como se nutre, con valores que él representaba como nadie”, resaltó Susbielles.