Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Final de Primera: cancha llena, presentación, luces y concurso de libres

Napostá le puso juego y color a una noche que salió redonda.

Marco espectacular en el Antonio Palma, con mucho color. Fotos y video: Emmanuel Briane-La Nueva.

Napostá dio el primer paso en su cancha tanto en el marcador final, con un cómodo éxito ante San Lorenzo del Sud, como también en algunos atractivos para que el juego 1 de la serie que busca al campeón del básquetbol de Primera sea lo más ameno posible.

El estadio Antonio Palma estuvo a pleno, aumentando su capacidad gracias a tribunas extra detrás de uno de los aros e hileras de plateas suministradas por El Nacional (se colocaron a lo largo de la cancha) y también por Villa Mitre (detrás).

Se estimó una concurrencia de 800 personas, aunque el número bien pudo ser algo mayor teniendo en cuenta que la gente también ocupó otros espacios como esquinas y alrededor del rectángulo.

La presencia de una "voz del estadio" tuvo que ver en parte con la presentación olímpica de los equipos, con el dueño de casa presentado en segundo turno y con luces del estadio apagadas pero con juego lumínico incluido.

La hinchada de Napostá hizo su ingreso con tiempo, casi una hora antes, como para asegurar su lugar habitual en la parte superior de la tribuna principal. "Que de la mano, de Aleksoski, todos la vuelta vamos a dar", corearon seguido, como ya lo venían haciendo en instancias previas.

En el entretiempo se llevó a cabo un concurso de tiros libres con 20 mil pesos en juego.

Después, en la cancha el show lo dio el equipo que fue número 1 de la fase clasificatoria, con momentos de muy buen básquet, aprovechando cada espacio camino al aro que le dejó "Sanlo" y con algunos lujos ya en el último cuarto, cuando el triunfo era holgado y cantado.

¿Hubo margen para polémicas? La terna arbitral encabezada por Marjorie Stuardo, Emanuel Sánchez y Eduardo Ferreyra se mostró muy segura en cada fallo y hasta se hicieron de soporte cuando alguno estuvo cerca de los bancos de suplentes, para contener a los DT ante algún fallo no compartido.

Como Napostá sacó ventajas pronto (por ejemplo 10 en el primer cuarto) y con el correr de los minutos la fue ampliando, los entrenadores lo vivieron con relativa calma. En el caso de Sebastián Aleksoski con la tranquilidad del manejo del partido y en el caso de Claudio Queti con la resignación lógica por la contundencia sufrida.

 

Lo bueno es que todo transcurrió sin inconvenientes y en el Antonio Palma se vivió una verdadera fiesta del deporte.