Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Capear el temporal: el Gobierno, a todo o nada para juntar dólares

Acuciado por la falta de divisas, el ministro Sergio Massa busca alternativas. 

La falta de dólares es un problema recurrente de la economía argentina. Ante esta situación, el gobierno de Alberto Fernández ensaya opciones para capear el temporal hasta las próximas elecciones con acciones que van desde apretar cada vez más el cepo cambiario a tratativas con los principales socios comerciales para que el comercio se realice en monedas locales, desafiando abiertamente a la hegemonía mundial del dólar americano, o un canje de monedas con el gigante asiático para blindar las reservas del BCRA. 

Sin embargo, la cosa no es tan fácil: más del 40% de las transacciones del comercio exterior se siguen haciendo en dólares, al tiempo que el 59% de las reservas de todos los bancos centrales del planeta estaban nominados en esa moneda en 2021, de acuerdo con datos del Banco Internacional de Pagos (BIS, según sus siglas en inglés) y del FMI.

No en vano el presidente francés entre 1974 y 1981 Valéry Giscard d'Estaing habló del "privilegio exorbitante" del dólar, ya que esto otorgaba (y otorga) marcadas ventajas frente a otros países, entre otras, obtener financiamiento fácil para los desequilibrios fiscales de la economía de EE.UU.

Con reservas en caída y restricciones cada vez mayores, surge la posibilidad de reemplazar al billete verde por monedas de los principales socios comerciales, como Brasil o China, que explican, en conjunto, el 25% de las exportaciones y el 35% de las importaciones de nuestro país.

“Argentina ya tiene firmado con Brasil y Uruguay el Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), lo que significa que podemos usar pesos, reales y pesos uruguayos, pero casi no se usó: apenas el 5% con los brasileros e incluso menos con el Uruguay”, explicó el especialista en Comercio Exterior Miguel Ponce.

La principal razón para la limitada utilización es que las empresas de uno y otro lado de la frontera quieren pagar sus importaciones en moneda local, lo que redundaría en una baja de costos, pero, a la hora de cobrar, quieren dólares, por lo que el uso del SML queda supeditado al poder de negociación de cada firma brasilera o local.

Además, la volatilidad cambiaria de nuestro país, tampoco ayuda a una generalización del Sistema.

El swap

Otra alternativa para intentar romper las cadenas del dólar es el swap que las sucesivas administraciones nacionales han ido renovando de 2009 a la fecha.

De hecho, ayer se conoció que el Gobierno quiere busca ampliar dicho swap hasta 5.000 millones de dólares para aumentar sus reservas internacionales, tratando de sortear los efectos de la actual crisis cambiaria. La idea del ministro Sergio Massa es blindar las reservas de dólares del BCRA, ya que el swap se cuenta como parte de las mismas.

De hecho, consultoras privadas estiman que ya representa más de la mitad de las llamadas "reservas brutas" de la autoridad monetaria. 

“Un swap es un intercambio de monedas. Argentina deposita pesos en el Banco Popular de China (BCP) y recibe, a cambio, yuanes, que pasan a formar parte de las arcas del BCRA. Existe la posibilidad de cambiar esos yuanes por dólares, pero ahí, tendríamos que abonar una tasa de interés al BCP, de forma que pasaría a ser como un crédito”, explicó Ponce. 

Esos yuanes también pueden ser usados para el pago de importaciones del gigante asiático, actualmente, uno de nuestros principales proveedores externos, algo que interesaría más al gobierno de Xi Jinping.

“Desde una mirada geopolítica, China tiene incentivos para ampliar el wap porque busca jerarquizarse y entrar con fuerza a la región latinoamericana. No en vano ha propiciado iniciativas como el 5-G, participar en la licitación de la Hidrovía y las bases en diferentes puntos del país, cuyo verdadera utilidad no se conoce, porque hablan de objetivos de investigación, pero hay fuertes indicios de que serían, en realidad, bases militares”.

Agregó que la región es tan determinante para el gigante asiático que la única fábrica de Huawei (la multinacional tecnológica china) radicada en el extranjero se encuentra en Brasil.