Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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Piden investigar si el asesinato de Griselda Blanco estuvo relacionado a su labor como periodista

Desde la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa expresaron que la mujer "recibió hostigamiento y amenazas" por parte de diversos sectores de poder a los que había denunciado.

Griselda Blanco, periodista correntina asesinada en Curuzú Cuatiá, Corrientes.

La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) y el colectivo de Periodistas Argentinas denunciaron que el crimen de Griselda Blanco, la periodista correntina que fue hallada asesinada el pasado sábado en Curuzú Cuatiá, constituye "un ataque a la libertad de expresión" y pidieron que el Poder Judicial garantice "una investigación transparente" para esclarecer los hechos.

"Más allá del deseo de justicia y que se aclare rápidamente este hecho, hay muchísimas cuestiones que no se pueden dejar afuera que tienen que ver con el trabajo de Griselda como periodista y sus denuncias a diversos sectores de poder de los cuales recibió hostigamiento y amenazas", dijo la periodista Silvia Martínez Cassina durante una conferencia de prensa.

Martínez Cassina explicó que Blanco había realizado denuncias sobre "casos de corrupción en la Policía local", entre los que se encontraba una "alta autoridad de la fuerza de la que tenía información de denuncias de abuso" y que recientemente había sido trasladada a su ciudad, Curuzú Cuatiá, en Corrientes, consignó la agencia Télam.

"Hay audios de ella donde expresa que es víctima de hostigamiento y amenazas que la inquietaban, al igual que los últimos mensajes a sus hijos donde los alertaba y les decía que si le llegaba a 'pasar algo' debían contactarse con su abogada Silvia Casarrubia", agregó la periodista.

Luego, se emitió uno de los audios que la víctima le envió a su abogada días antes de ser asesinada, donde le pedía ayuda y decía: "Yo no tengo miedo pero a mí siempre me están amenazando por informar la verdad, lo único que hago es mi trabajo que es comunicar y siempre con la verdad, pero recibo mucha presión, muchas amenazas". Según se informó durante la conferencia, Griselda utilizaba dos celulares para trabajar, de los cuales "uno desapareció misteriosamente", indicó el citado medio.

"Ella además estaba muy preocupada por sus fuentes y que haya desaparecido su teléfono quiere decir que esas fuentes deben ser protegidas e investigar dónde está ese celular", siguió la referente de Periodistas Argentinas, Claudia Acuña.

En tanto, las organizaciones solicitaron que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación se constituya como querellante en la causa para tener un "mayor seguimiento sobre el expediente" y de "cada paso de la causa", debido a su "trayectoria en la lucha por los derechos humanos, contra la impunidad y la violencia institucional en el país".

"Estamos muy preocupadas por las 'Griseldas' de este país, en todas las provincias que están ejerciendo la profesión en condiciones de mucha exposición", dijo Acuña.

El caso

El cuerpo de Griselda Blanco, de 44 años, fue hallado por su hermano con un lazo en el cuello, tirado en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca. Había sido estrangulada.

La mujer era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local. Incluso, realizó diversas denuncias públicas, entre ellas, contra un comisario de la policía provincial por abuso sexual y también por un caso de mala praxis en el hospital Irastorza, donde murió una amiga, entre otras, y sus allegados aseguraron que "recibía amenazas".

Hasta el momento el único imputado es su expareja, Armando Jara, quien se encuentra detenido como autor del femicidio de Blanco, mientras que la abogada de la familia de la víctima, Andrea Tribbia, dijo este martes que aportaron a la fiscal "información sobre otra persona" que podría encontrarse entre los sospechosos del crimen.

Sin embargo, ayer, Francisco Adaime, abogado de Jara, aseguró que planteará la nulidad de la imputación porque "no hay pruebas suficientes". También explicó que "faltan resultados de informes que son fundamentales".

Además, Tribbia hizo mención al hallazgo, por parte de uno de los hijos de la víctima, de una captura de pantalla que ella le envió y que causó preocupación. "No era habitual en ella preocupar a sus hijos. Su actitud era de confrontar, de pasar por alto amenazas, ella se reía de eso", detalló la letrada y añadió: "Son muchas las personas que la amenazaron, no sabemos la naturaleza del vínculo, pero la reacción por ese mensaje no era habitual en ella". (Infobae)