Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Paso Urbano: los avances de obra permiten proyectar habilitaciones parciales

La construcción más importante de Vialidad Nacional transita el 43 % de concreción. Lo invertido ya supera los $ 16.680 millones.

El intercambiador se encuentra a 12 metros de altura. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

“Necesariamente tenemos que construir y habilitar, construir y habilitar y así sucesivamente. Eso es lo que estamos planeando ahora”, dijo el Lic. Gustavo Trankels, jefe del Distrito 19 de Vialidad Nacional, con sede en Bahía Blanca.

Se refiere a una obra emblemática no sólo para la ciudad y la región, sino para el país en razón de la potencialidad de anunciadas inversiones productivas, por cuyo sector pasará —inevitablemente— gran parte de ese desarrollo.

Con una actualización de monto total a 16.680 millones de pesos, acaso el más importante del país con dependencia del organismo del Estado, la obra de los 11 puentes en 11 kilómetros ya alcanzó el 43 % de concreción.

Lic. Gustavo Trankels, jefe del Distrito 19 de Vialidad Nacional, con sede en Bahía Blanca.

Semejante trabajo de ingeniería provoca un derrame directo en la plaza de entre 230 y 400 millones de pesos mensuales, lo que dimensiona la trascendencia de los trabajos retomados con continuidad por parte del Gobierno nacional desde enero de 2020 (se inició en junio de 2018, pero en 2019 atravesó una neutralización).

“Nuestra intención es comenzar a hormigonar las calles colectoras sobre la ruta nacional 3”, agregó.

“Esta es una autopista de 11 kilómetros, pero todo lo que pasa alrededor representa 27 kilómetros de colectoras. Es decir, son 270 cuadras de hormigón si uno lo mide para un radio urbano”, sostuvo.

“¿Qué función cumplen? Del proyecto surge que cuando uno viene por la autopista y decide bajar a la zona residencial, se debe hacer a una calle pavimentada. No queríamos que fuera a una de tierra”, explicó el Lic. Trankels, en diálogo con La Nueva.

“De esos 27 kilómetros, vamos a empezar sobre los 7 que están sobre la ruta nacional 3. Luego, el tránsito de la RN 3 irá todo sobre esa colectora”, amplió.

Para comenzar a planear esta construcción de colectoras en el sector cercano a donde se encuentra el obrador, fue necesario realizar una obra clave: una columna única a 18 metros de profundidad, en una zona donde el agua asoma a los 12m.

“Por allí, debajo del intercambiador, se hará el tramo de la RN 3. Esto demuestra, de alguna manera, que se trata de una obra apretada en medio de una alta transitabilidad que no se ha interrumpido. La colocación de las escamas de hormigón (en los terraplenes) es uno de los ejemplos”, aseguró.

Actualizada a este marzo, la obra de Paso Urbano se halla en un 71 % de concreción desde los pilotes hasta las barandas.

La colocación del acero, en tanto, ya llegó al 80 %. Por su parte, ya se construyó el 88 % de todas las interferencias.

La obra está a cargo de una UTE controlada por Esuco SA, en la que participan Centro Construcciones SA y Tecnopisos SA.

El avance del trabajo en Paso Urbano se puede apreciar, en forma cada vez más nítida, a unos 800 metros al noreste del paraje El Cholo, donde se encuentran la ruta nacional 3 y el denominado Camino Sesquicentenario, por un total de 6,7 kilómetros.

Otro espacio, de una extensión de 3.496 metros, se encuentra en la autopista de la ruta nacional 3 que rodea a Bahía Blanca. El enlace entre ambos tramos es de 886 metros (total: 11,082 kilómetros).

De acuerdo con la marcha de las tareas, no se descarta que el intercambiador de triple altura, ubicado a 12 metros, también quede habilitado al tránsito para el verano venidero. Pero antes deberá pasar por exigentes pruebas.

“Dependerá de los tiempos. Pero, más allá de las habilitaciones de las calles colectoras, no lo descartamos”, aseguró.

El Lic. Trankels resaltó el concepto de autopista retomado en Paso Urbano, distante respecto de la rotonda de El Cholo pensada en la década del ochenta para resolver un tramo de enorme complejidad.

“Se trata de una estructura superadora porque Bahía Blanca hoy, y a futuro, lo amerita. Sin dudas que necesitará una red de autopistas porque las antiguas trazas se encuentran colapsadas por el tránsito”, describió.

Respecto de los meses venideros, al margen de las colectoras, se planea continuar con las tareas de levantamiento de terraplenes; la colocación de las prelosas para, luego, hormigonarlas y seguir con las cuestiones relacionadas a hidráulica.

“Lo cierto es que estamos saliendo de una etapa en que no se veía lo que se hacía, como los corrimientos de servicios, y ahora ingresamos a una más perceptible porque comienzan a verse las estructuras”, comentó.

La dimensión de la obra puede apreciarse en un derrame directo en la plaza de entre $ 230 y $ 400 M mensuales.

El Lic. Trankels recordó que la difícil etapa de las intervenciones está mayormente concluida.

“El 88 % de las 89 intervenciones están resueltas”, dijo.

“Somos un organismo que está acostumbrado a los temas viales, desde terraplenes, carpetas asfálticas, puentes y demás y siempre con gente para que nos asesore, pero en cuestiones de gas natural hay que interactuar con la empresa prestadora de servicios; respecto de un poliducto de Mega hay que hacerlo con sus especialistas y en cuando a un electroducto hay que hablar con representantes de Edes o de Transba”, relató.

“Todo esto hace a la complejidad de la obra. Es decir, no es algo que sólo se resolvía con la parte vial y así tuvimos que tratar con otros organismos que no son nacionales, como Hidráulica (bonaerense) por ejemplo, que trabajan con otros tiempos y otras técnicas”, añadió.

También aludió a las complejidades de gestión para cada una de estas obras.

“Por ejemplo, Camuzzi tiene sus no pocas ocupaciones pero, sin embargo, nosotros le tuvimos que pedir que se concentre en nuestra obra al presentarse cuestiones de urgente resolución”, explicó.

“¿Plazos? Es una obra a dos años, pero es difícil dar una precisión”, admitió el funcionario de VN.

“Es cierto que, contractualmente, hay que poner un plazo, pero existen muchas cadenas de trabajo relacionadas y, por ende, eventuales retrasos”, expresó.

“También influye mucho el tiempo, ya sea si hace mucho calor o frío; si llueve o si hay viento. ¿Que se dan habitualmente? Sí, y a todos nos afecta”, agregó.

Las certificaciones de obra alcanzan, en casos extremos, a los 400 millones de pesos mensuales.

“De todos modos, no hay continuidad porque siempre se depende de los trabajos realizados. Cuando se certifiquen las vigas nuevas la cifra seguramente será significativa, pero los meses en que trabajamos el suelo y no hay mucho hormigón, los valores se caen”, aclaró.

Respecto del número de empleados contratados en forma directa, el Lic. Trankels señaló que fluctúan entre las 120 y 180 personas, también con incidencia respecto de las tareas a realizar en las diferentes etapas de obra.

“De todas maneras, siempre rescato que, si bien la UTE a cargo es foránea, todas las empresas satélites son de Bahía Blanca y eso genera mucho movimiento económico local”, aseguró.

“Siempre se prioriza lo local. En realidad, es una cuestión que nosotros alentamos; y a la empresa también le conviene”, contó.

“En forma indirecta también está la gente que hace las viandas de comida, que es algo que no está en la obra; quienes se encargan del transporte interno y hasta del reparto de un combustible que se compra acá mismo”, comentó.

También incorporó a la planta de Prear (elabora las vigas), así como otras que concretan trabajos anexos, situadas todas en el parque industrial local.

“Incluso, los áridos se compran en canteras de la zona, lo cual también genera trabajo para varias pymes”, dijo el funcionario.

El bacheo no se detiene

En el sector de mayor movimiento de obra, desde la rotonda de la ruta nacional 35 hasta el intercambiador de El Cholo, particularmente, los trabajos de bacheo se realizan en forma permanente.

“Sabemos que es uno de los principales reclamos de quienes deben transitar por el sector, ya que está en un estado de deterioro importante por los muchos años de la carpeta. Pero lo cierto es que está destinada a ser removida próximamente y reemplazada por la autopista”, sostuvo el Lic. Trankels.

De acuerdo con las tareas, no se descarta que el intercambiador de triple altura también quede habilitado al tránsito para el verano venidero.

“El trabajo de bacheo que realizamos es constante en los 11 kilómetros de recorrido desde la ruta nacional 3 y 33 por el sector de El Cholo”, añadió.

“Sabemos que no se trata del confort de una carpeta terminada, pero no dejamos de trabajar con el equipo de conservación en esa etapa de transición”, sostuvo el funcionario de Vialidad Nacional.

Visitas de estudiantes de la UNS y de la UTN

Un trabajo de características únicos en el país llama la atención de las carreras específicas que se desarrollan en la Universidad Nacional del Sur y en la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional.

Estudiantes de carreras terciarias siguen la marcha de las obras. / Fotos: Prensa VN

“En la obra de Paso Urbano tenemos ingenieros que han egresado de la UNS y de la UTN”, dijo el Lic. Trankels.

“Por eso existe un vínculo con los profesores de las diferentes materias y se han concretado varias visitas para observar técnicas constructivas viales que, en otros lugares del país, no se ven”, añadió.

“Por ejemplo, uno de los momentos más importantes fue cuando cuando se hizo el pilotaje del intercambiador de El Cholo. Al encontrarse muy cerca de la ría, a los 12 metros ya se encuentra el agua. Por eso se debió utilizar una técnica especial para hormigonar a 18 metros de profundidad”, explicó.

“En este sentido, desde Vialidad Nacional estamos con las puertas abiertas para recibir a quienes estudian en las casas de altos estudios y, también, en las escuelas técnicas y a todos aquellos que quieran mostrar el proceso de ingeniería de esta obra. Para tal fin, sólo hay que respetar los parámetros exigidos por los protocolos de seguridad”, sostuvo el funcionario.