Sin edad para los sueños: motivada por su nieto se animó a bucear
Nora Hernández es bahiense, tiene 82 años, viaja con las hijas desde 2012 y realizó el bautismo de buceo en Tenerife, donde vive su nieto con la familia.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
A su edad y con una actitud de gran entusiasmo y agradecimiento ante la vida, pese a algunos muy duros momentos que le tocó atravesar, la bahiense Nora Elena Hernández de Ordoñez se animó recientemente a ser protagonista de una aventura que jamás olvidará.
Motivada por su nieto Martín, quien es Nutricionista y buzo certificado y vive en Tenerife (Islas Canarias) con su familia, esta intrépida bahiense y docente jubilada tuvo su bautismo de buceo.
"No fue la primera experiencia que tuve con el mar. La primera fue en la barrera de coral al norte de Australia, en Cairns, con snorkels; pero sí es la primera vez que usé tubos de oxígeno y bajé a una profundidad de entre 5 y 6 metros", contó.
La preparación consistió en una charla con el instructor y con su nieto y luego sin más preámbulos ¡al agua!
"¡Me encantó! La iniciativa no la tomé yo. Mi nieto, a quien le encantan los deportes al aire libre y bucear, siempre me está proponiendo hacer cosas nuevas. Me dice: 'Abuela, abuelita, cuando vengas vamos a hacer esto y esto otro", contó.
"Y yo siento que, pese a mis cuantos añitos, mi estado físico no es un límite para hacerlo. Sobre todo con él, que me lo ofrece con tanto amor y entusiasmo que entonces no puedo decir que no", expresó.
Nora comenzó a viajar con sus hijas en 2012 por distintas razones.
"En primer lugar, lo hacemos porque nos encanta viajar, compartir juntas y disfrutar. Y, en segundo lugar, habíamos vivido algunas experiencias difíciles, que son parte de la vida, le pasan a todo el mundo, pero no son agradables, como la pérdida de mi esposo, a quien no le gustaba volar, y luego lo de mi hija, quien tuvo una enfermedad muy grave que gracias a Dios ya superó", confió.
"Para nosotras tener la posibilidad de viajar, que es lo que nos gusta hacer,es una forma de agradecer la vida", dijo.
El primer viaje, en 2012, fue a España (Barcelona, Madrid, Alicante, Murcia y Sevilla), Italia (Roma y Venecia) y Francia (París).
"El objetivo máximo es disfrutar. Hace 4 años que mi nieto se trasladó con su esposa y su chiquita a Tenerife. Nuestro mayor anhelo siempre es visitarlos pero primero tratamos de conocer algún lugar nuevo. Una vez que recorremos un poco nos vamos a Tenerife donde nos quedamos la mayor parte del tiempo", compartió.
En este último viaje con su hija mayor, Patricia, conocieron Israel y allí visitaron Tel Aviv, Jerusalem, Belén y el Mar Muerto, en el cual se bañaron.
"Fue fantástico. Israel es muy hermoso y tiene lugares espectaculares como Nazaret y sobre todo Belén, que es un lugar muy auténtico y bien conservado. Es una cultura muy distinta", señaló.
Luego visitaron España y con su nieto y bisnieta cruzaron hacia África para conocer Marruecos.
"Fumos a varias ciudades y también a pueblos que estaban en los alrededores donde la gente es muy humilde, lugares maravillosos donde se han filmado películas como Corazón Valiente", destacó.
En Tenerife pasó las fiestas en familia y también festejó su cumpleaños y el de su hija, ambos en diciembre. Recorrieron la isla durante un mes y conocieron el Teide, uno de los volcanes mas altos de Europa, que pudieron apreciar nevado.
En 2014 viajaron a Australia (su nieto Martín estaba ahí) y recorrieron la costa Este desde Cairns a Sidney y visitaron playas fabulosas y selvas muy hermosas.
"En 2016 fui a Cuba una experiencia diferente y hermosa, gente muy sufrida y también maravillosa. Conocí La Habana, Varadero, Santa Clara y Cienfuegos", comentó.
En 2019 viajó con sus hijas a Europa y estuvieron en Grecia donde visitaron Mykonos y Santorini y luego fueron a Turquía (Estambul) y pasaron por Italia y Francia para aterrizar en Tenerife.
Nora nació en 1940 en Bahía Blanca y tuvo una infancia feliz junto a un hermano y sus padres quienes tenían campo en Mayor Buratovich.
A los siete años se mudó a Bahía Blanca con los abuelos paternos quienes la cuidaron con mucho amor y comenzó sus estudios en La Inmaculada, donde de adulta se recibió de Maestra. Conserva hermosos recuerdos de sus pares del colegio, de las religiosas y de sus compañeras.
En 1960 hizo su primera suplencia en Teniente Origone y luego comenzó a trabajar en la Escuela Nº 6 San José de San Martín, de Mayor Buratovich. Allí estuvo 21 años y considera que fue la etapa más hermosa de su carrera.
"Allí aprendí realmente a ser docente, conocí gente maravillosa, muy sana, de un pueblo hermoso. Tengo muy lindos recuerdos de mis directoras, compañeras y sobre todo de mis alumnos a los que realmente quería ¡Éramos muy celosas de ellos, no nos gustaba faltar y que otra maestra nos reemplazara!", contó como anécdota.
"En 1964 me casé con Rubén Ordóñez y tuvimos tres hijos buenos, maravillosos, que nos dieron 8 nietos y tres bisnietos que son toda mi alegría", destacó.
"Mi esposo falleció en 2008, él fue mi gran compañero, mi amor, mi sostén. Hoy todo eso nadie lo puede cubrir pero son mis hijos, nietos y bisnietos los que suplantan un poco esa falta. Nuestro matrimonio duró 44 años hasta su partida", dijo.
El matrimonio se mudó a Bahía Blanca en 1984 desde Mayor Buratovich para que sus hijas cursaran estudios superiores. Ella trabajó en la Escuela Nº 61, hasta 1990, cuando se jubiló.
"La escuela recién había inaugurado en un barrio de gente trabajadora, hermosa gente", mencionó.
Dos de sus hijos viven y trabajan en Bahía Blanca y la mayor está en Buenos Aires, donde es directora de Jardín de Infantes de La Inmaculada. También viven en la ciudad sus nietos Candelaria, Lucía, Elín y Charo. En Capital federal están sus nietos Rocío y Nicolás y sus bisnietos Eloísa y Félix.
En Tenerife está su nieto Martín con Nela, su esposa, y la pequeña Lola y en Australia está su nieta Carolina con su esposo Clemente.
"Tengo muchos motivos para ser feliz y disfrutar de la vida y seguir viajando si Dios me lo permite", concluyó la viajera que ya está pensando qué aventura la espera en el próximo destino.