Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Las claves para entender la crisis bancaria internacional

El riesgo de contagio a las entidades locales sería mínimo, dice un especialista bahiense.

Después de la pandemia del coronavirus, tranquilidad es una palabra que debería quedar afuera del diccionario. Y parece que a las múltiples dificultades de la economía nacional, se suma, ahora, una que viene de afuera: la crisis bancaria que afecta al mundo desarrollado y que mantiene en vilo a los mercados financieros más importantes del planeta.

Pero ¿en cuánto afecta a nuestro complejo panorama local? ¿por qué se generó? ¿se puede frenar a tiempo? Para tratar de responder a esta y otras preguntas, Escenario Económico dialogó con el doctor en Economía Fernando Lago, profesor asociado de Dinero, Crédito y Bancos en la UNS. Los tramos salientes, a continuación.

--¿Puede esta crisis afectar a la economía nacional?

--Depende, porque si se produce un contagio entre los diferentes bancos del sistema financiero internacional, seguramente acá lo vamos a sentir. Hay que ver si la respuesta regulatoria que están teniendo los gobiernos de EE.UU y Suiza genera los efectos deseados, algo que sólo podremos saber con el tiempo.

“Del lado de los bancos argentinos en si no veo riesgo, porque las relaciones que mantienen con sus pares de EE.UU y Europa es muy limitada, con lo cual, no debería haber ningún problema”.

--¿Y es posible que se genere ese contagio?

--Bueno, ahí es donde viene el gran problema de todo esto, porque si bien el origen de la crisis se originó en dos entidades financieras de EE.UU con dificultades (N de R: el Sillicon Valey Bank (SVB) y el Signature Bank, que la semana pasada quebraron) se puede contagiar a otras que no tienen los mismos problemas.

“Esto quiere decir que aún en entidades financieras con un buen desempeño en cuanto a préstamos, se puede igual tener que afrontar inconvientes, ya que los fondos que los sostienen son los que ponen los depositantes, y si estos se asustan y empiezan a retirar en forma masiva su dinero, entonces, eso provoca una crisis de liquidez que puede hacerla sucumbir aunque no haya ningún motivo objetivo para hacerlo”.

“Eso se llama profecía autocumplida: si todos piensan que la cosa va a empeorar, termina empeorando en serio. Hay que recordar que los bancos se sostienen en la confianza de los depositantes, y si la misma se rompe, se puede amplificar la crisis sin motivos de fondo para que eso ocurra”.

“Precisamente, ante este riesgo, las autoridades regulatorias de EE.UU están tratando de limitar daños y anunciaron que todos los depositantes podrán retirar todo su dinero sin ningún límite. Esto porque en el sistema financiero de ese país existe un seguro que reconoce hasta un máximo de 250.000 dólares por depositante, lo que se extendió para morigerar la posibilidad de contagio”.

“Y en Suiza, el Crédit Suisse fue absorbido por un competidor que se comprometió a devolver el dinero a todos los clientes que así lo soliciten”.

--Pero ¿se pueden trazar paralelismos entre el SVB y el Credit Suisse?

--No. La crisis del SVB no se puede vincular directamente con la del Credit Suisse, porque esta última entidad ya venía mostrando problemas hace tiempo, con pérdidas en sus balances y retiro de depósitos desde el año pasado.

--¿Y entre la crisis actual y la de 2008?

--Tampoco. La crisis de 2008 tiene su origen en un problema a nivel sistema, ya que varios bancos del mundo desarrollado tenían en sus carteras activos tóxicos, esto es, derivados financieros que tenían como respaldo préstamos hipotecarios otorgados a individuos que no estaban en condiciones de devolverlos, generando una burbuja inmobiliaria. Y cuando explotó, se originó una crisis que primero se centró en EE.UU, que después se fue propagando a Europa.

“La crisis actual se centra en algunos bancos puntuales. De hecho, por más que se trata de un banco de gran importancia, el SVB es una entidad regional, que otorgó créditos a startups que prometían ganancias muy interesantes en la etapa de la pandemia, cuando todos estábamos encerrados y la mayoría de las cosas las hacíamos a través de aplicaciones, pero cuando llegó a su fin, algunas de esas apps resultaron obsoletas, las promesas de ganancias se esfumaron y empezaron los problemas para devolver los fondos”.

--Una parte de la biblioteca le diría que estas crisis se generan por culpa de esas regulaciones, ya que si se permitieran las quiebras generalizadas, los banqueros aprenderían la lección y no tomarían riesgos tan altos..

--No coincido. Fíjese que las corridas bancarias en el siglo XIX eran mucho más frecuentes que en la actualidad, precisamente, porque no existían las regulaciones.

“Además, durante el gobierno de Trump (Donald, anterior presidente de EE.UU), se relajaron algunas de estas regulaciones, lo que benefició, precisamente, al SVB, que empezó así a tomar riesgos excesivos, el origen de las actuales dificultades”.

“El problema está en que los productos financieros son cada vez más complejos y las regulaciones no pueden contemplar todas las situaciones, es como que los corre de atrás. Por eso, yo creo que es indispensable una respuesta regulatoria adecuada a los tiempos de hoy”.