Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

“Va a ser un honor entrar a la Liga y ver un cuadro con la foto de Las Gladiadoras”

Así denominó Mauro Rojas al Seleccionado femenino bahiense que viene de obtener el torneo Federal en la ciudad de Junín. El DT, pletórico de alegría, reconoció que “cuesta caer, pero el paso del tiempo valorará aún más lo que hicieron estas chicas”.

Fotos: Tomás Bernabé-La Nueva y Prensa Liga del Sur

Instagram: @sergiopeysse

Twitter: @elpeche1973

(Nota ampliada de la edición impresa)

“El orgullo de haber dirigido a este seleccionado lo voy a llevar en mi corazón hasta el día que me muera”.

Mauro Rojas tragó saliva, revolvió el café dos veces apenas apoyó la taza en la mesa y no necesitó decorar con definiciones complejas ninguna de las sensaciones a las que se aferró para describir el título logrado por la Selección Femenina de la Liga del Sur, que el sábado pasado, en Junín, dio el batacazo en la final y se quedó con el torneo Federal de Selecciones que organizó la Federación Bonaerense Pampeana.

En su primera incursión a nivel provincial, las chicas de Bahía fueron de menor a mayor, cumplieron una campaña más que satisfactoria, no perdieron ninguna definición desde el punto del penal y terminaron siendo “banca” en la semi y en la final cuando todos sabían que iban de “punto”. Y su entrenador, feliz de la vida...

“Es una alegría que cuesta transformar en palabras, sobre todo porque sé perfectamente el sacrificio que hizo cada una de las jugadoras para que este sueño se haga realidad”, contó Rojas, ligado al fútbol femenino desde 2020, primero como delegado de Liniers y al año siguiente de Municipales, donde se encuentra actualmente.

Cuando se inicio este proceso, en octubre de 2022, fue ayudante de campo del técnico Alvaro Jara Pinto, quien dejó su cargo en el receso estival para irse a trabajar al club Sportivo y Cultural de General San Martín, en La Pampa.

A partir de ahí, Mauro, categoría 1975 y formado futbolísticamente en Liniers, se hizo cargo de las “celestes”, acompañado de Sergio Goroso como asistente principal y la continuidad de Abril Loncaric como “Profe”.

Entre la fase de grupo y los cruces eliminatorios, el combinado de la Liga sostuvo 10 encuentros, con 3 triunfos, 2 derrotas y 5 empates (dos fueron victorias en los penales). Clasificó en el segundo lugar, por lo que en el ida y vuelta siempre definió de visitante. En toda la competencia marcó 29 goles y sufrió 14.

De las 40 convocadas en un principio, 20 terminaron dando el presente en la serie final.

“La gente que no es del entorno de este grupo, ni se imagina lo que dejan estas chicas para ir a entrenar, para estar al pie del cañón en el día a día y para manejar los horarios entre obligaciones laborales y familiares. A algunas no le quedaba otra que ir a las prácticas con sus hijos chiquitos, incluso pidiendo permiso en el medio de algún ejercicio para darles de amamantar en el borde del alambrado. Fue increíble como la pelearon, y fue justa la recompensa al final de camino”, indicó el DT.

“El grupo se solidificó en la última parte, sobre todo cuando pasamos cuartos de final por la no presentación del Seleccionado de la Costa. Ahí creció la ilusión, como que el equipo se convenció de que se podía, que faltaban dos batallas y que ya no convencía ese objetivo planificado en un principio, el de llegar a la final por ser la primera participación en este tipo de competencia. Ellas querían ganar, y estaban dispuestas a todo”, dignificó el orientador.

“Haber coronado el proceso con un campeonato es muy bueno para todos, pero más que nada para la Liga del Sur, que nos acompañó, nos bancó y confió en el plantel de principio a fin”, agregó.

--Estoy obligado a preguntártelo: ¿en qué nivel está el fútbol femenino local teniendo en cuenta lo que lograron y el potencial de los rivales que enfrentaron?

--Hace dos años que el fútbol femenino arrancó oficialmente en la Liga y viene avanzando a pasos agigantados. Haber logrado un título fuera de tu ciudad demuestra que el nivel está, que podés competir contra cualquier rival sin que te pasen por arriba y sin que te hagan sentir vergüenza. Más allá de las condiciones técnicas individuales, la categoría progresa por el compromiso y el sentido de pertenencia de las jugadores en cada uno de sus clubes.

“Hay que tener en cuenta que las chicas del Seleccionado y todas las que compiten en los certámenes liguistas no tienen inferiores, y ese es un punto donde podés dar ventajas. Sin embargo, en esta temporada hubo chicas de 15 años que, con carácter y mucha personalidad, se mezclaron con las grandes a excelente nivel. Por ejemplo, Morena Juárez y Morena Bouwen tienen esa edad y fueron parte del Seleccionado, jugando a la par del resto y dejando todo como cualquiera de sus compañeras. Eso demuestra que se está trabajando bien”.

--¿Qué fue lo mejor del equipo?

--El convencimiento. El grupo se armó con la idea de participar, pero a medida que pasaron los partidos se fueron dando cuenta de que podían competir estando a la altura de las circunstancias. A lo último se dieron cuenta que era difícil ganarnos y que cualquier circunstancia adversa no podía repercutir en el ánimo grupal. El poder mental de querer y trascender fue lo que distinguió a este plantel.

“Fue un grupo homogéneo, que se contagió de todo aquello que se hizo bien y minimizó cualquier problema o diferencia que pudo llegar a surgir. Como cabeza de grupo siempre hice hincapié en el orden, en las charlas generales y en las correcciones individuales. Lo que se tenía que hablar se habló, y la buena convivencia nos hizo crecer a todos”.

--¿La referente de la plantilla fue la capitana Antonella Sanhueza?

--Ella, al igual que varias chicas que hace rato vienen compitiendo, y que disputaron varias finales, fueron las voces del equipo. Tenés referentes por experiencia, por personalidad, por comprensión; fue un combo perfecto para que todo salga bien.

 

El penal y... lo inédito

“Cuando tuvimos que jugar semi y final, siempre le hablamos de 180 minutos, que la serie iba a durar lo que ellas quisieran, que mantener la concentración era fundamental y que si el rival no nos convertía goles se iba a empezar a desesperar porque tanto Tandil como Junín siempre fueron más candidatos que nosotros”, sostuvo el padre de Valentina (20 años, juega al fútbol) y Laureano (15, eligió el rugby).

“En la definición, en el choque de local, terminamos 0-0 con un conjunto juninense que contaba con dos integrantes de la Selección Argentina. Rocío Chávez tuvo la mala fortuna de malograr un penal y fuimos a la revancha sabiendo que si nos metían un gol podían definir la historia”, deslizó.

--Pará, pará, en Junín empezaron abajo en el marcador.

--Sí, pero la Rusa Lindstrom empató y el alma nos volvió al cuerpo. Ellas venían de golear en la semifinal, por eso era clave mantener el arco en cero y que el rival juegue lejos de nuestra área. Con eso pretendíamos que el adversario se empiece a poner nervioso, que entre en duda y que, de esa manera, regale espacios para conveniencia nuestra.

“Debo reconocer que nada de lo que planificamos salió, porque en el primer tiempo sufrimos bastante y los palos nos salvaron de goles prácticamente hechos. En ese momento pensé: `estamos con la suerte del campeón´, aunque por dentro la desesperación me aceleraba el circuito nervioso”.

--¿Y qué sucedió en el complemento?

--El equipo se afianzó, las chicas calmaron la ansiedad y le jugamos a Junín de igual a igual. El local, tras ponerse en ventaja, hizo cambios ofensivos con tal de liquidar el pleito, pero en definitiva nos agrandó, porque fuimos más adelante en el campo y pudimos igualar con garra y buenas cesiones para la Rusa Lindstrom. En ese momento Junín entró en pánico y no lo ganamos de puro... Fuimos a penales, y ahí estuvimos más certeros.

--Hubo un caso insólito en un disparo desde los doce pasos, ¿podés contar que pasó?

--Carolina Paz, la Nº 2, de gran torneo, fue a patear el penal, convirtió y se lo fue a dedicar a su hija (Isabella, de 8 años), que estaba con el padre en la tribuna, aunque no se dio cuenta que había definido la serie 3-1, que ya estaba, y cuando se dio vuelta se le venía el “malón” encima y miraba con cara de no saber lo que sucedía.

--¿Nadie le avisó: “Caro, si lo metés ganamos”?

--Nosotros, en el banco, sabíamos que si convertía eramos campeones, pero nos encontrábamos lejos del círculo central donde estaban las jugadoras. Hoy no te puedo decir si fue mejor que no haya sabido que podía definir el resultado, aunque con la personalidad y la seguridad que demuestra en cada partido, le iba a romper el arco igual. Junín había anotado el primero y errado los tres siguientes, pero se ve que Caro no llevaba la cuenta...(risas).

Para el representante liguista convirtieron Antonella Sanhueza, María Garat y Carolina Paz.

“Cuando Carolina convirtió salí corriendo y casi me desgarro, pero la alegría era inmensa y no me importaba nada. Estaba feliz por ellas, porque se hicieron cargo de lo que debían y no les pesó jugar y ganar una final”, manifestó Mauro.

--¿Cómo definirías a este seleccionado?

--Van a ser las Gladiadoras hasta la eternidad, se lo ganaron, y es un orgullo sentir que las llamen así. Va a ser un honor que en la Liga haya un cuadro junto a la Copa que ganó este equipo.

“Antes de enfrentar a Laprida, le avisaron a La Rusa Lindstrom que la madre había tenido un accidente con el auto, pero como había sido menor, ella decidió quedarse a jugar. Otra: la imagen de Lucrecia Semper dándole la teta a su hijo recorrió las distintas redes sociales. Todo eso hace que sean Gladiadoras, a mi no me cabe ninguna duda. Son cuestiones a contemplar, pero es parte del folclore del fútbol femenino, en nuestro medio y en todos lados.

--Este título, más allá de incentivar a jugadoras juveniles o adolescentes, perfecciona la competencia interna local. ¿Mucho o no tanto?

--Mucho, no tengas dudas. Haber jugado un Federal a nivel provincial y que se puedan mostrar, ya es un logro, y te lo digo porque dieron vueltas varios allegados a clubes importantes de Capital, como Boca, River y algún otro que ahora no recuerdo. Las chicas, como cualquier pibe, tienen el sueño de llegar a Primera, a la Selección, a vivir del fútbol, y esa perspectiva no es una cuestión de género.

--¿Algún club de los “grades” apuntó a alguna?

--No sé, pero Julieta Romero, que jugaba en Municipales, hoy forma parte de la Reserva de River, y es un ejemplo a seguir. Ella era parte de este combinado bahiense, pero su club no la dejó viajar para las instancias finales. Que chicas de 14 o 15 años se banquen una final es para destacar, pero también para incentivarlas a seguir trabajando con un poco más de intensidad.

“Con esta participación exitosa en el Federal demostramos que estamos bien parados; al menos el campo está sembrado. Para poder cosechar debemos seguir creciendo y perfeccionando las formas de trabajo y moldeando el nivel de las jugadores. Creo que vamos bien, muy bien...”

 

El camino al título

Grupo. 10-0 a Villarino (Julieta Romero x2, Lucrecia Semper x2, Marianela Santana x2, Tania Espíndola, Morena Juárez, Rocío Chávez e Ivana Lindstrom), 1-3 frente a Tres Arroyos (Lucila Lucero), 2-2 con Laprida (Ivana Lindstrom y Carolina López), 8-0 a Villarino (Marianela Santana x4, Rocío Castellano, Julieta Romero, Emilia Mayer y Rocío Chávez), 1-4 ante Tres Arroyos (Julieta Romero) y 4-2 a Laprida (Lucrecia Semper x2, Ivana Lindstrom y Lucila Lucero).

Cuartos. Bahía Blanca ganó la serie por la no presentación del Seleccionado del Partido de la Costa.

Semifinal ida. 0-0 con Tandil

Semifinal vuelta. 2-2 con Tandil (Lucila Lucero e Ivana Lindstrom), y 5-4 en los penales (Marianela Santana, Carolina Paz, Ivana Lindstrom, Carolina López y Agostina Caballero).

Final ida. 0-0 con Junín.

Final Vuelta. 1-1 con Junín (Ivana Lindstrom), y 3-1 en los penales (Antonella Sanhueza, María Garat y Carolina Paz).

Campaña. Disputó 10 partidos, con 3 triunfos, 2 derrotas y 5 empates (dos fueron victorias en los penales). Pasó segundo en el Grupo.

Goleadoras. Marianela Santana, 6 tantos; Ivana Lindstrom, 5; Julieta Romero, 4; Lucrecia Semper, 4; Lucila Lucero, 3; Rocío Chávez, 2; Tania Espíndola, Morena Juárez, Carolina López, Rocío Castellano y Emilia Mayer, uno cada una.

El plantel. Las 20 que llegaron al final: 9 eran de Municipales, 4 de Sansinena, 3 de Liniers, 2 de Pacífico, una de Bella Vista y la restante de Petroquímicos.

En la Liga. 8 equipos participan en la Zona Campeonato (Villa Mitre, Pacífico, Sindicato de Municipales, Liniers, Petroquímicos, Libertad, Puerto Belgrano y Sansinena) y 10 en la Zona Ascenso (Bella Vista, Comercial, Empleados de Comercio, Huracán, Olimpo, Tiro Federal, Pacífico de Cabildo, San Francisco, Estrella de Oro y La Armonía).