Sin Contrato: el equipo amateur que llevó su fútbol y amistad bien lejos de Bahía
Desde la Liga Universitaria decidieron pasar a cancha de 11: ganaron un torneo en Liniers, se consagraron, en Tandil, de la Copa Nacional de Campeones y clasificaron a un certamen en Uruguay, donde ya jugaron en 2022 como invitados.
(Nota ampliada de la edición impresa)
Ignacio Floricich y Joaquín Alencastre fueron compañeros y amigos en la escuela y en la Universidad, pero siempre rivales en la cancha: categoría 95 los dos, uno jugaba en Tiro Federal y el otro en Liniers.
Hasta que un deseo lo cambió todo: “Amigo, nosotros tenemos que jugar juntos alguna vez”, le pidió Joaco a Nacho.
“Yo hasta me lo quise llevar a Pacífico cuando jugaba ahí, pero él nunca quiso; la única forma era fundar un equipo”, reconoce Nacho.
Mientras cursaban las primeras materias de Ingeniería Industrial, las ganas de compartir cancha los llevó a formar un equipo para disputar la histórica Liga Universitaria que nuclea a cientos de jugadores aficionados bajo la modalidad de fútbol 9.
De esa manera nació “Sin Contrato”, la historia de un grupo de amigos que tiempo después decidió llevar su fútbol y química lejos de Bahía. Tan es así que hace pocos días ganaron la Copa Nacional de Campeones en Tandil, clasificando a un certamen Sudamericano en Uruguay, del que ya formaron parte en condición de invitados en 2022.
Competir, ganar, empatar, perder, disfrutar, sufrir, en definitiva cumplir el sueño de todo futbolista amateur: jugar con amigos sintiéndose por un rato profesionales.
“Fue terrible como fue mutando el equipo, llegamos a jugar hasta en Uruguay. Es algo espectacular”, señala Joaco, volante ex Liniers, donde jugó de los 5 a los 20 años.
"Es un orgullo, porque más allá de ser un equipo de fútbol somos un gran grupo de amigos. Hoy mi principal grupo de amigos es el de Sin Contrato", reconoce Nacho, quien hizo inferiores en Tiro y llegó a jugar en Primera y también tuvo un paso por Pacífico y un gran derrotero por el fútbol de la zona: hoy está en Gimnasia de Darregueira.
Volviendo a la historia de este equipo fundado en 2014, Sin Contrato comenzó en la "D" de la Liga Universitaria y ascendió año tras año hasta llegar a la "A", donde fue campeón en su torneo debut en 2017.
La pandemia y un alma inquieta como la de Nacho hicieron que llevaran su fútbol a cancha de 11 y a un torneo nacional: la Copa de Campeones de Tandil.
"Investigué y me terminaron llamando por teléfono y me tuvieron como media hora preguntándome por la historia del equipo. Nosotros ese año tuvimos la suerte de que en Bahía muchos equipos no se arrimaron a jugar, entonces medio que nos metieron como invitados. Pero el torneo tiene una etapa regional de clasificación, en Lobos, Junín y varios otros lugares. Los años anteriores fueron de 48 equipos y este fueron 33. Era difícil entrar a la Copa de Oro porque había 11 grupos de 3 equipos y clasificaban los primeros 16 por tabla general, más allá de cómo habías salido en tu grupo", explica Floricich.
Luego de un par de participaciones, este año el equipo bahiense se dio el gran gusto de ser campeón tras quedar tercero en la tabla general y ganar todos los cruces por penales, luego de tres igualdades sin goles.
"Este año no fuimos tan preparados pero decidimos ir igual, sabiendo que nos podía llegar a faltar desde lo futbolístico o lo táctico, pero que eso lo teníamos que suplir con actitud, sabiendo que al lado está jugando un amigo, un hermano, y eso lo tenemos que demostrar en cancha. Se nos dio un torneo soñado, obvio que hay que tener una pizca de suerte en los cruces y los penales. Es un orgullo muy grande para todos, a más de uno se le cayó una lágrima. Estamos muy orgullosos del equipo que formamos y de ser cada vez más grandes y competitivos", señala Nacho, capitán del equipo de 11.
Ese extra que les da el grupo, también entiende Joaco que es y fue la clave.
"Jugar con amigos es espectacular, te da un plus. Sin Contrato empezó siendo un equipo de fútbol amateur y hoy por hoy es un grupo de amigos que además juegan muy bien a la pelota. Todos jugamos al fútbol y se nota, pero el plus de que seamos amigos es algo excelente. Es increíble, es un orgullo empezar con tus amigos a formar un equipito de fútbol 9 y hoy estar jugando en canchas de Primera como en Liniers, en Santamarina, Ferro o en Uruguay… y realmente siendo competitivos", señala el capitán del fútbol 9 en la Carrindanga.
Esa pasión que viven y sienten dentro de la cancha los invade en su día a día. A ellos y a quienes los rodean.
"Yo los lunes llego a la oficina y lo primero que digo es qué ganas que sea fin de semana de nuevo para jugar con Sin Contrato. Es una experiencia bárbara y viajar para jugar es algo buenísimo, estamos todo el año esperando eso. Te sentís un jugador casi profesional por tres días", enfatiza Alencastre.
Para Nacho también es algo de todos los días.
"Sin Contrato para mi es familia, es amistad, es cotidianidad y también es diversión. Porque de ahí viene mi grupo de amigos y es un grupo muy intenso, muy constante y la verdad que son quienes llevan mi día a día hacia adelante", explica.
Con Uruguay 2024 en el horizonte, este equipo de amigos se prepara para encarar otra edición de la Liga Universitario en busca de una nueva estrella aunque no será fácil.
Podrán ganar, empatar o perder pero Nacho, Joaquín, Sin Contrato y otros muchos equipos amateurs reflejan a la perfección aquello que alguna vez escribió Dolina: "Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables".
El plantel
-Jugadores: Juan Cruz Rappa, Federico Marlia, Martín Pochón, Ignacio Floricich, Joaquín Miguel, Julián Alcalá, Santiago Miguel, Agustín Prieto, Juan Ignacio Baracatbal, Santiago Tejerina, Thiago Solay, Gerónimo Fischer, Franco Ferrario, Juan Francisco Boscardin, Diego Damiani, Franco Cáceres, Joaquin Alencastre, Tomás García, Sebastián Marlia, Bruno Giozza, Franco Maqueira, Matías Ríos y Gastón Coto.
-Entrenadores: Manuel Álvarez López y Gastón Galmes.
Pingo Pong de anécdotas
Más allá de los futbolístico, un grupo de amigos que vive tantas cosas siempre deja historias que valen la pena contar y muchas veces son las que le dan ese sentido de pertenencia y esa sensación tan especial a compartir un equipo.
Por eso algunas de ellas merecen ser recordadas.
-Un debut complicado
El primer partido de la historia de Sin Contrato en la Liga Universitaria lo ganó en la cancha, pero lo perdió en el escritorio.
"Como éramos pocos anotamos a mi viejo y al de Joaco en la lista de buena fe", contó Nacho.
"Por las dudas lo hicimos firmar planila a mi viejo (Daniel) que me dijo que como era socio vitalicio del Club Universitario, no tenía que pagar más la cuota. Ese día jugué yo, tres primos míos y mi viejo que al final no entró", agregó.
Finalmante, Dani no podía firmar en esas condiciones y les terminaron sacando los puntos.
No fue el mejor estreno...
De ese primer partido hasta hoy, los que siguen son: Santiago Miguel, Franco Ferrario, Nacho y Joaquín (no sale en la foto).
-¿Jugar en Tandil y en Bahía el mismo día? Más vale...
Las fotos de aquel día no mienten: Sin Contrato jugó a las 16:45 en Tandil, la Copa Nacional de Campeones, y a las 23:30 en Bahía Blanca por el Torneo Preparación del Club Universitario.
"Terminamos de jugar en Tandil y rajamos para Bahía. No nos podíamos perder ningún partido", recordó Nacho.
"Literal nos bajamos del auto y nos pusimos a jugar ¡Qué enfermos! ja, ja", se sumó Joaco.
"Cuando arrancó el partido eramos 7, porque el resto estábamos en Tandil. Los pibes retrasaron el partido todo lo que pudieron y llegamos a los 15 minutos dle primer tiempo. Empatamos 0 a 0 y sacamos un puntito clave para pasar de grupo", agregó.
-A vos te conozco
"¿Cordi, viste quién es el 5?"
En pleno partido en Uruguay, Joaquín Miguel le preguntó a Joquín Alencastre si se había dado cuenta de quién estaba jugando en contra de ellos.
Era Álvaro "Tata" González, futbolista uruguayo que jugó en Boca y la Selección de Uruguay llegando a ser campeón de la Copa América 2011 en Argentina (y disputó otras dos) y hasta jugó el Mundial de Brasil 2014, entre otras cosas.
También pasó por Lazio y Torino de Italia y hoy se encuentra, a los 38 años, en la Segunda del fútbol uruguayo.
"Me terminé peleando con el Tata González, me forreó y lo mandé a cagar. Le dije que toda la vida había sido un burro bárbaro, que por eso estaba jugando con nosotros", recuerda, entre risas, Alencastre.
"Fui un caradura. ¡Es campeón de América el tipo! y yo diciéndole eso. Pero bueno, no me hago querer mucho en la cancha la verdad pero nos cagamos de risa y después queda todo ahí", reconoce Joaco.
¿El resultado? Ganó Sin Contrato 1 a 0.