Agua en Bahía: cómo marchan los trabajos de ABSA
A pocos meses de la época más calurosa, la provisión de agua en la ciudad vuelve a ponerse en agenda.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Se acerca el verano y una vez, como desde hace décadas, la provisión de agua potable a la ciudad volverá a ser tema de cada día, atento a las limitaciones que tiene la empresa Aguas Bonaerenses SA (ABSA) para dar respuesta a una demanda que además de ser creciente es elevada respecto a los valores de consumo medio por habitante considerados adecuados.
Sin embargo, el panorama es alentador desde el punto de vista de las obras que en los últimos dos años ha puesto en marcha el Ministerio de Infraestructura bonaerense, a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, sus efectos no se verán este verano.
En las últimas horas se han tenido novedades con estas tareas. Una de ellas tiene tinte negativo ya que no ha habido interesados en la licitación del pasado 26 de septiembre para la provisión e instalación de caudalímetros para la medición de los caudales en la red.
A casi 50 años de la habilitación del complejo de Paso de las Piedras, por primera vez se decidió colocar un conjunto de caudalímetros para así poder establecer, de manera precisa, la cantidad de agua disponible en el sistema y cuantificar el volumen real suministrado a cada sector.
No se trata de una información menor, ya que se busca establecer la cantidad de metros cúbicos que salen del embalse, cuántos son los que realmente llegan a las plantas Patagonia y Grünbein, lo cual dejará en claro que pérdidas tienen los acueductos en su recorrido y qué cantidad llega realmente a los barrios.
Hoy se trabaja con un valor de diseño de la planta, tentativo. Vale decir que la distribución se realiza a partir de un caudal preestablecido pero sin una comprobación efectiva de si eso se cumple.
Esa incertidumbre seguirá estando ya que no hubo oferentes para la provisión de los aparatos, una obra que con un presupuesto de 83,2 millones de pesos y que buscar colocar los primero 15 medidores sobre un total de 43 planificados.
Se abre ahora un interrogante sobre una nueva convocatoria, ya que la misma requiere la adecuación del presupuesto y un análisis por parte del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), encargado de financiar estas obras a partir.
Una buena
Un avance importante es la adjudicación de la obra de Rehabilitación del acueducto de calle Brandsen, licitada en febrero de este año y que estará a cargo de Reconstrucción Caños SA, que presupuestó los trabajos en $ 3.151.842.223,90, un 50% por sobre el presupuesto oficial.
El acueducto a intervenir –actualmente fuera de servicio debido a su mal estado-- inicia su recorrido en el parque Independencia y corre por Brandsen-Undiano, con un recorrido de 3.600 metros. Forma parte del anillo principal de distribución de la ciudad, por lo cual su recuperación es clave para la provisión.
La obra se hará mediante un sistema “no destructivo”, por lo cual no será necesario retirar la cañería existente, tarea de alta complejidad por la profundidad en la que se encuentra, sino que se construirá un nuevo conducto en su interior. Será un tubo flexible impregnado de resina, que se realiza in situ y se adhiere a la superficie interna de la cañería actual, quedando materializada una vaina que se convierte en un nuevo acueducto. La obra tiene un plazo de ejecución de 360 días corridos y se estima comenzará antes de terminar el año.
La espera
El trabajo que sigue en espera es el recambio de 13,5 kilómetros del acueducto que corre desde el dique Paso de las Piedras hasta la planta potabilizadora de Grünbein, hoy fuera de servicio, que permitirá aumentar un 10% el volumen de agua que recibe la ciudad.
La obra fue licitada en junio de 2021 y adjudicada a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que integran EcoSur Bahía y Coince Bahía, con una oferta de $ 608.471.539.
El retraso tiene su justificación en las dificultades para adquirir las cañerías de Polietileno de Alta Densidad (PEAD), como consecuencia de la compleja situación de la economía. Atendiendo esta cuestión, la subsecretaría de Recursos Hídricos aceptó como alternativa utilizar una de poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV). Ese pedido abrió un camino burocrático que se extiende hasta el presente.
El acueducto a reparar fue habilitado en 1961, siendo el tramo más dañado el que corre a la altura del bajo San José. La obra tiene un plazo de 540 días corridos.
Entretanto
Mientras tanto sigue en marcha la ampliación de la planta potabilizadora Patagonia –que permitirá tratar un 15% más de líquido-- y la construcción de los acueductos desde Planta Patagonia a Bosque Alto y desde Bosque Alto al barrio Los Chañares, además de un par de cisternas.
También avanza el recambio de cañerías en 250 cuadras de la planta urbana, intervención organizada en 10 módulos y a cargo de dos UTE diferentes. El avance es variable según el módulo, siendo los más adelantados el Nº 1 (50%) y el Nº 5 (37,60%). La obra comprende la colocación de 83.480 metros de cañería PEAD, abarcando prácticamente todo el micro y macrocentro.