Es dibujante, pintor, inventor, jubilado y cartonero: presenta su muestra en 2 Museos
Incansable promotor de la cultura local y empleado municipal por 38 años, Claudio Redolfi recorre las calles bahienses en la búsqueda de desechos para reciclar, crear obras y generar ingresos. La exposición En retrospectiva es una invitación a conocer su trayectoria pictórica. Pronto exhibirá también sus originales inventos como una patineta a vela y un kayak de botellas.
Por Anahí González Pau / agonzalez@lanueva.com
"La crisis más grande que tenemos es espiritual y degrada los valores de las almas. Y eso es lo que quiere el sistema, es decir, los pocos tipos que manejan el poder...los de siempre".
El bahiense Claudio Redolfi, dibujante, pintor, inventor e incansable promotor de la cultura local camina por entre los retratos de su muestra En retrospectiva, (que rinde homenaje a su trayectoria), en el Museo de Bellas Artes local y elabora teorías sobre la gente, sobre el mundo.
Su formación artística fue en la Escuela de Artes Visuales y, durante años, fue un empleado municipal que se encargó del mantenimiento del museo. Llevó a cabo valiosas restauraciones. Su padre también era artista. Se jubiló en 2016 luego de haber trabajado casi 40 años.
Si bien siempre juntó cosas de la calle para crear objetos, en el último tiempo, lo viene haciendo también por necesidad.
"Como no me alcanza el dinero tengo que levantar cartones en la calle. No me da ninguna vergüenza. Ser cartonero es un trabajo como cualquier otro", dice.
Anda en una bicicleta en la que engancha un carro en el cual va cargando lo que le interesa.
Algunas veces, cuando lo ayudan, si la persona acepta en agradecimiento le regala un retrato. Lo hace en el momento, con lo que tenga a mano.
"Hay gente muy buena y otra que no confía en nada y también hay gente mala que se aprovecha, esos que hacen leña del árbol caído. Pero si vos tenés voluntad cualquier tipo de trabajo te permite salir adelante". asegura.
Se desplaza entre sus cuadros con familiaridad y evoca varias veces a su querido abuelo anarquista: "Anarquista quiere decir que se auto-gobierna y no que es un tirabombas", aclara para mantener impecable la ética de su ancestro.
"Cada uno, en esta vida, decide en qué carril está. No porque todo el mundo va por un carril, uno tiene que tomar el mismo. En algunas cosas sí, en otras no", reflexiona.
¿Cómo son sus inventos?
Redolfi es creador, por ejemplo, de una patineta a vela (que hizo rodar en plena Carrindanga), de un kayak con botellones (que probó en el Canal Maldonado) y de un carro a vela.
"Antes había galerías de arte y los cuadros se vendían", dice, pero no como una queja, solo conecta.
Admirador del ingeniero Nikola Tesla, famoso por sus contribuciones vinculadas a la electricidad, lo identifica como su principal fuente de inspiración.
"Recientemente hice una batería para la cual usé lavandina, como oxidante; aluminio, como polo negativo; y el carbón que saqué de pilas viejas, como polo positivo. Eso me dio como resultado una pila que deja encendido un led una semana y media", cuenta.
"La mayoría de nosotros diariamente nos dejamos avasallar por un sistema en el que tenemos que vivir, pero no estamos obligados a vivir totalmente en este sistema. Podemos estar un poco por fuera de él", dice convencido.
También admira a la Madre Teresa de Calcuta y a René Favaloro y a personajes como el ovnigólogo y estudioso de temas paranormales, Salvador Freixedo o el portorriqueño Frank Suárez, especialista en metabolismo y alimentación saludable, quien murió recientemente tras caer desde el noveno piso de su edificio.
Habla de vidas pasadas y de otras dimensiones. Dice que todo se transforma y que la información siempre circula.
"No hay nada absolutamente bueno, lo malo debe oponerse ¿Si no cómo se produciría un proceso evolutivo?", reflexiona.
Padre de tres hijos, todos adultos, nació en la primera cuadra de calle Malvinas y desde el año 64' vive en el barrio San Martín.
Le gusta leer, nadar, hacer remo y windsurf, hobbys para los cuales inventó equipos que pronto se podrán apreciar en una segunda parte de la muestra en el Museo de Bellas Artes.
"Para mí, pasado, presente y futuro no existen. Esto es un caparazón. Nada es eterno", añade.
Christian Díaz: "Esta muestra es un homenaje que se merecía"
El director general de Museos y Arte de la ciudad, Christian Díaz, en diálogo con La Nueva.expresó que tanto la obra pictórica de Redolfi como sus inventos son de una gran creatividad.
"Es un gran artista, una gran persona y fue un gran trabajador. Por el tiempo, por la pasión que le puso al arte y a los museos de la ciudad es hoy quien más sabe de las casi mil obras que tenemos desde que en 1930 se comenzó a conformar una colección patrimonial", dijo.
"Él estuvo siempre muy cerca, apreciándola, estudiándola y contando a la gente sobre cada obra, cada técnica, cada autor", comentó.
Aseguró que es un lujo y un placer contar con él y que cada tanto le siguen haciendo alguna consulta.
"La gente lo veía en el museo, lo conocía como trabajador, pero queríamos que se viera su faceta y su rol como artista", destacó.
Además, contó que siempre fue super inquieto, siempre estaba pintando o construyendo obra, de manera constante, sin parar y que toda la vida juntó cosas de la calle.
"Con eso realiza objetos originales como un globo aerostático con bolsas de basura. Junta de todo y después hace de todo, con funcionalidad y utilidad, no solo con una finalidad estética", comentó.
Vale la pena darse una vuelta por el Museo y conocer la obra de Claudio.
Después de escucharlo y de apreciar sus inventos nada volverá a parecer tan obvio, ni tan natural.
Como todo artista, interpela la realidad, la desarma y, desde su particular visión y acción, la vuelve a armar.