Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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Juan Manuel Ibarra: “Jugar con tu hijo es tocar el cielo con las manos”

El delantero sigue vigente a los 49 años. ¡Sí, a los 49 pirulos! Hasta le marcó un gol al último campeón Racing de Carhué.

Fotos: gentileza "Todas las Voces Puan"

Por Fabián O. Rodríguez / [email protected]

   Tiene casi 50 años y su pólvora sigue intacta. Juan Manuel Ibarra, de él se trata, sigue rompiendo redes con su Puan FC querido en la Liga Regional de Fútbol de Coronel Suárez.

   El atacante del “Faraón” viene de facturar ante el campeón Racing de Cahué hace un par de fechas, aunque sigue de cerca los pasos de su hijo Tomás en Villa Mitre, con quien se dio el gusto de compartir cancha.

   Autor de 333 goles en la Liga de Suárez, también metió 8 en un partido con la camiseta de Gimnasia de Darregueira –en 1996-- en la Liga Cultural Pampeana, Juan Manuel dejó sus sensaciones.

   --¿Cómo hacés para seguir vigente a los 49 años?

   --Por suerte todavía me siento bien. Mi trabajo no me permite estar con el plantel en la semana; si no, creo que estaría mucho mejor. Pero bueno, sigo disfrutando esto.

   --Y encima te diste el gusto de marcarle al último campeón.

   --La verdad que sí, ja, ja. Fue un gol medio revolucionario, pero fue un gol más que disfruté como el primero.

   --¿Recordás todo tu recorrido?

  --Soy nacido y criado en Puan, por consecuencia siempre jugué en Puan FC. Después en la Liga de Suárez jugué en Sarmiento de Pigüé, en Automoto, Tiro Federal de Puan, El Progreso, Racing de Carhué. En un momento estuve en Estudiantes de La Plata, después de Racing de Avellaneda me llevaron a Tigres de México, después pasé por Monterrey. Después, por una cuestión de vida rescindí y me vine a Puan y no quise irme más, por cuestiones familiares. Aún teniendo posibilidades para probar suerte en Bahía y otros lados, no lo hice.

   --¿Cuáles fueron los clubes que te pretendieron de la Liga del Sur?

   --En su momento hablé con gente de Liniers. De hecho, en su momento Herrero (Néstor) me vino a buscar para llevarme a Rosario, porque yo le dije que no quería irme a Bahía tampoco. Me quedó una buena imagen de ese hombre porque también que estuvo como tres horas esperándome en casa. Después, de más grande, Fito Cuello (Rodolfo) me dijo de ir a Huracán de White, que de hecho fui a entrenar y después bueno, no se concretó. Pero bueno, nunca más me quise moverme de Puan. Me buscaron de Pico, Santa Rosa y de Huracán de Tres Arroyos cuando estaba en las categorías superiores, pero desistí.

   --¿Nunca te arrepentiste?

   --La posibilidad la tuve en Buenos Aires y no me animé a más, por lo que opté por quedarme en Puan para siempre.

   --¿Sentís que es un buen consejo para tu hijo Tomás?

  --Es un placer ver a Tomás, que pueda hacer lo que yo no me animé, como tener la cabeza que tiene que tener un jugador para trabajar a otro nivel. Su momento me pone muy orgulloso.

   --¿Y qué significó jugar juntos en Puan FC?

   --Jugar con tu hijo es tocar el cielo con las manos, no hay otra palabra. Fue muy emocionante, hemos jugado minutos juntos. No me lo esperaba, pero se dio porque Tomi empezó a jugar en Primera en una edad muy temprana. Fue muy lindo, una experiencia única y, de hecho, por eso este año también seguí. Ahora ya no está, pero mis compañeros me cuidan mucho y lo disfruto también.

   --¿Lo pudiste ver en Villa MItre?

   --Lo he ido a ver un par de veces, me pone muy feliz que esté en Villa Mitre. Siempre lo hablo con él, creo que es el club que más le calza, por cómo es él, es una persona con mucho compromiso, con mucho sentido de pertenencia. Está muy metido en el club, es un club de barrio por el hecho de que son muchos pibes de ahí, me pone muy feliz que esté en Villa Mitre. De hecho, me han hablado muy bien del cuerpo técnico, es un gran CT, ni hablar Mungo. Me dijo la semana pasada que había hablado un par de veces con Mungo y que lo quería arriba. Hace 4 o 5 meses estaba en una liga con 4 o 5 goles de diferencia y hoy está en el mejor fútbol del sur, ¿qué más querés?

Tiene un GPS

   --Imagino que jugas con la cabeza.

   --Lo más importante de uno, de los jugadores grandes, es darse cuenta que uno no puede hacer lo que hacía cuando tenía 20 y aprender a jugar de otra forma. Eso es uno de los cambios más importantes que hay que asimilar. Uno tiene que mutar para poder servirle al equipo. Fue un período de adaptación que me costó, pero aprendí y sé dónde puedo seguir teniendo esa intuición, que no la perdí. Y es muy difícil porque, hoy en día, los jugadores están muy bien físicamente, se desconcentran poco, están muy bien parados, son hábiles, rápidos; pero la repentización que tiene un delantero nunca la tuvo un defensor, y eso es algo de los delanteros. Uno nace con eso, más allá de que después se pule; siempre le digo a Tomás que ser repentino en movimientos de poco segundos en el área es donde uno define lo que puede o no puede hacer.

   --Como en el gol a Racing.

   --En la jugada esa leo que si la pelota rebotaba iba a salir para ese lado y por eso estoy más preparado para arrancar. Fue un movimiento en corto, pero también sé que si los otros arrancan, son más rápidos que yo, por eso tengo que arrancar antes. La intuición hay que tenerla despierta porque, si no, es imposible sacar ventaja a un chico de 23 años que está marcándome.

   “En este caso que enfrentamos a Racing de Carhué que tiene una defensa muy consolidada y un equipo casi profesional, hay que estar atentos porque no hay espacios. Pero mayormente, es más fácil jugar ahora que hace 15 o 20 años atrás; para mí, con la edad y todo, porque hay mucha desconcentración, mucho circo, todo. Antes tenías el aliento en la nuca y si te podían dar un ‘estate quieto’, te lo daban”, amplió.

   --¿Cómo terminas después de los partidos?

   --Sinceramente no me cuesta para nada recuperarme. Y eso que estoy operado de las dos rodillas, meniscos y ligamentos, pero no tengo problemas en los roces, encontronazos, nada. “El fútbol tiene eso, por ahí te peleas con alguno y te echan. Yo soy muy temperamental, pero saben cómo soy. Los rivales saben que soy una persona que jamás golpearía a alguien; soy una persona totalmente sana, las dos veces que me rompí, me rompí solo y no lesioné a nadie ni nadie me lesionó. Tengo amigos por todos lados.

   --¿Con qué gol te quedas de todos los que marcaste?

   --No sé con cuál de todos los goles quedarme. Uno fue cuando erré un penal y después hice un gol y lo festejé con Tomás. Fue fabuloso, el año pasado. Y este gol me sorprendió por todo lo que se comentó, lo que circuló en redes. Fue muy raro, no me esperaba toda esta situación. Muy contento. Es un gol atípico pero sirvió para ganar y al campeón, que es lo importante. Así que tiene doble sabor. Para mí fue muy importante el gol y la alegría para la gente, que es lo que uno quiere en el fútbol amateur.

   --¿Cómo vivís la rivalidad con Tiro?

   --Yo no tengo ningún tipo de problema, tengo muchísimos amigos. Hace 45 años que juego al fútbol, desde los 4 que me llevaban mi tío y mi papá. La rivalidad es del pueblo, pero en mi caso, que también jugué en Tiro, tengo muchísimos amigos y guardo muchísimo respeto. Más allá de que sea rival, en algún momento me tocó jugar y me trataron muy bien; no tengo más que palabras de agradecimiento porque más allá del fútbol está la amistad, el respeto. Obviamente, si juego el clásico lo quiero ganar; es un clásico muy lindo. Este, por una cuestión de camisetas, lo sufro o lo disfruto más.

   --¿Es cierto que jugaste al básquetbol en la contra?

  --Sí, también jugué al básquetbol en Tiro de Puan. Muchos años jugué. Después uno tuve que decidir porque se complicaba practicar los dos deportes y me decidí por el fútbol.

   “Todos saben que me identifica Puan FC, que son los colores que llevo en la sangre y la gente de Tiro también lo sabe y lo respeta. De hecho, después de este gol me escribió mucha gente conocida de Tiro. Eso es lo más importante, que la gente se dé cuenta del sacrificio o del sentido de pertenencia que uno tiene para colaborar con una institución”, amplió.

   --¿Qué tan cerca o tan lejos ves el retiro?

   --El retiro, a fin de año se verá qué pasa con el CT, plantel y la comisión y después veré si querrán que siga o no, pensaré si estoy para seguir. No pasa por las ganas sino por no molestar; me gusta ser importante en un plantel, no ser titular o suplente sino ser importante, positivo. Si me lo permite el trabajo y me lo permite quién esté en su momento y del plantel… Porque uno depende mucho de que sus compañeros y el DT lo cuiden; si no pasa por ahí, no me gusta estar en un lugar donde no me siento cuidado, es así de claro a esta edad”.