Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Cuando lograr una erección es un triunfo

A veces ocurre que gradual o repentinamente se pierde firmeza y cuando la causa se debe a factores psicológicos el problema aparece en el momento menos pensado, pero también se puede revertir en cualquier momento. En ocasiones se llega al orgasmo y también se logra eyacular, repito, el tema es cuando es recurrente.

   No lograr una erección o que lograrla sea una proeza está en el top ten de los temas de los cuales muchos se hicieron y se hacen los desentendidos, los distraídos y la frase de cabecera, aunque sea una gran mentira es “eso a mí nunca me pasó”.

   Sin embargo, en algún momento tenés problemas para lograr una erección, o tal vez la lográs pero rápido se derrumba como un castillo de naipes, o bien intentás solo o con tu pareja pero no hay caso, es como si el volcán nunca entrara en erupción.

   Entonces saber qué es la disfunción eréctil, cómo diagnosticarla y entender que puede existir solución, es una forma de concentrarse en el objetivo y al decir de los hombres “atender al amigo” como corresponde. 

   Convengamos que al momento de definir de qué se trata es habitual en la consulta que surjan imprecisiones y dudas. La disfunción eréctil es la incapacidad para conseguir que el pene logre un estado de rigidez de forma tal de poder lograr una penetración completa y con posterior eyaculación. También incluye cuando se logra la erección, pero no se la mantiene.

   Tranquilos, si estás dentro del grupo que tiene dificultades te cuento que la estadística revela que hay más casos de los que generalmente podemos imaginar. Es obvio que por mandatos culturales no es un tema que se grite a los cuatro vientos y en la mayoría de los casos lo niega tanto quien lo padece como la pareja. Esta problemática de la disfunción eréctil se vivencia como un fracaso y genera vergüenza y mención especial merece esta problemática en una primera cita.

   Tal vez te pasó cierta vez que quisiste y no pudiste, o pudiste, pero rápido se desmoronó, en ese caso no se puede rotular como disfunción eréctil, para que sea disfunción eréctil el problema debe ser persistente.

   A veces ocurre que gradual o repentinamente se pierde firmeza y cuando la causa se debe a factores psicológicos el problema aparece en el momento menos pensado, pero también se puede revertir en cualquier momento. En ocasiones se llega al orgasmo y también se logra eyacular, repito, el tema es cuando es recurrente.

   Las causas son: diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, ateroesclerosis es decir vasos sanguíneos obstruidos, obesidad, esclerosis múltiple, abuso de alcohol y otras sustancias, algunos medicamentos, agrandamiento de la próstata o cáncer de próstata, cirugías o lesiones que afectan la médula espinal o la región pélvica, testosterona baja.

   A nivel psicológico estrés, ansiedad, depresión, problemas con la pareja pueden causar dificultades para lograr y mantener una erección, por eso es tan importante poder registrar si hay o no deseos.

   El diagnóstico lo establece un médico y es quien despeja dudas respecto de si es un hecho esporádico o hay una disfunción. Se contemplan factores personales, sociales, familiares y mediante una entrevista o en caso de los más pudoroso la ejecución de un cuestionario, se puede establecer un diagnóstico.

   Exámenes físicos diversos que evidencien desequilibrios en las funciones de algún sistema permitirán realizar un abordaje. Me atrevo a asegurar que la comunicación es la clave del tratamiento. La disfunción eréctil siempre se puede tratar.

   Educación sexual, terapia individual o de pareja, fármacos que van desde la vía oral hasta inyecciones en el pene, dispositivos de erección por vacío comúnmente llamados bombas y hasta implantes son algunos de los tratamientos.

   En cuestiones de sexualidad y sexo siempre hay opciones, lo importante es vencer el tabú y logar hablar con claridad. Reconocer y definir expectativas y deseos son el paso para también atreverse a explorar otras vías. Nunca olvides que el placer se encuentra de múltiples formas y por diferentes caminos. 

   Hasta el próximo encuentro Lic. Magda.