Penas de prisión por un incidente con amenazas a la salida de un boliche
Una pareja fue condenada en un juicio abreviado por un hecho registrado el Día del Trabajador, en la zona del microcentro y en perjuicio de dos jóvenes.
La madrugada del Día del Trabajador no fue tranquila en el microcentro de la ciudad.
Un incidente a la salida de un boliche alteró la calma característica de un feriado.
Dos jóvenes denunciaron haber sido amenazados con un arma de fuego por una pareja que buscaba a su hija, que había concurrido al local y no podían localizar.
El llamado al teléfono de emergencias 911, realizado por las víctimas, permitió el rápido arresto de Gonzalo Andrés Sarden (33) y Celina Isabel Cuevas Escalona (43).
Ambos fueron sentenciados, en un juicio abreviado, por el juez Christian Yesari, del Tribunal Criminal Nº 1.
El magistrado le impuso al hombre una pena de 3 años y 8 meses de prisión, mientras que la mujer recibió una sanción de 3 años y medio.
Fueron imputados por la portación ilegítima de un arma de guerra, mientras que el hombre también fue acusado de amenazas agravadas.
La sentencia y calificación de los hechos fueron acordadas previamente por el fiscal y los defensores, con la aceptación de los procesados.
Fuentes judiciales señalaron que Sarden está detenido en la cárcel y que Cuevas Escalona fue beneficiada recientemente con el arresto domiciliario.
Violento episodio
Para la acusación el incidente se produjo el pasado 1 de mayo, alrededor de las 5, cuando las víctimas se encontraban en la intersección de Mitre y Rodríguez.
En esas circunstancias frenó un automóvil Honda Civic, de color gris, del que descendió Sarden, quien se dirigió a uno de los jóvenes y le dijo: “...dónde está mi hija o si no te meto un tiro”.
Describieron que el sujeto se dirigió al vehículo y que la mujer que lo acompañaba le entregó un arma con la que los volvió a increpar mencionando “si la voy a buscar y no la encuentro vengo y te pego un tiro a vos y a vos”.
Los ocupantes del rodado se retiraron y finalmente, tras el aviso a la Policía, fueron interceptados en Sarmiento y Zelarrayán, donde los efectivos secuestraron debajo del asiento del acompañante un revólver calibre 38 largo.
Testimonios
Las víctimas mencionaron que esa madrugada salieron del boliche denominado Rossini y permanecieron a pocos metros del lugar.
Indicaron que un grupo de chicas también se retiró y que poco después una joven se acercó a preguntarles por una amiga que no encontraban.
Agregaron que le dijeron haber escuchado que pretendían tomar un taxi y que no sabían nada más.
Después, según explicaron, arribó la pareja acusada en un auto y el hombre que conducía descendió del rodado y les preguntó por su hija.
Sostuvieron que esta persona les empezó a “hablar mal”, los amenazó y luego les apuntó con un arma que le entregó la mujer, volviendo a decirles que les dispararía si no encontraba a la chica.
Pese a que los acusados negaron haber extraído el arma, el juez consideró probada la responsabilidad de ambos en los delitos.
Dijo Yesari que ambos confirmaron “encontrarse en el vehículo en el lugar y momento de su registro, refiriendo asimismo la posesión del arma, sin perjuicio de pretender adjudicarle un destino distinto”.
Temor, el arma y un viaje al campo
Declaraciones. Los imputados declararon y negaron la acusación en su contra. Dijeron que llegaron hasta el microcentro para buscar a la hija de la mujer, temiendo que le pudiera haber sucedido algo, ya que no pudieron contactarla (su teléfono lo atendió una amiga).
Presencia. Cuevas Escalona dijo desconocer la presencia del arma. El hombre confirmó esa situación y agregó que la había colocado debajo del asiento del acompañante para llevarla al día siguiente a un campo.
Análisis. El juez Christian Yesari consideró que “los dichos de los imputados resultan pueriles y contradichos por toda la prueba relevada”.