Bahía Blanca | Viernes, 08 de diciembre

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“Luz está bien y eso me permitió encauzar mi vida y enfocarme de lleno en el fútbol”

Julio Waterloo Arias volvió a atajar oficialmente después del accidente que su hermana sufrió en Cozumel, México, junto a su amigo Darían, hecho que, una vez más, despertó el sentido solidario de la comunidad bahiense. El 1 de Liniers disputó su primer partido del año el domingo pasado ante Huracán, por la Liga del Sur.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / peche1503@hotmail.com

Instagram: @sergiopeysse

Twitter: @elpeche1973

(Ampliación de la nota publicada en la edición impresa)

   “Todavía no está enfocado en el fútbol y es entendible”, se escuchó, y no importa de boca de quien, en zona de camarines del estadio Bruno Lentini de Huracán cuando apenas habían pasado unos pocos minutos del 2-1 del Globito sobre Liniers, en uno de los cotejos que cerró la primera rueda del torneo Oficial de la Liga del Sur.

   Fue el último domingo en el bulevar, un partido que, más allá del resultado, Julio Waterloo Arias, arquero del Chivo, pudo dominar emocionalmente después de haber atravesado una desgracia familiar con su hermana Luz, quien el pasado 26 de marzo fue atropellada por un patrullero en Cosumel, México, cuando iba a bordo de una moto junto a su amigo Darian Stacco.

   “El dolor y la angustia fueron tremendos, pero creo haber superado el momento. Luz está bien, tiene ganas de vivir y eso me hace salir adelante un poquito más todos los días”, detalló el golero formado en Villa Mitre, que no atajaba desde el 29 de septiembre de 2021, en el 1-1 de su equipo, Sansinena, de visitante frente a Cipolletti por el Federal A.

   “Ufff... pasaron siete meses (y un día) y, te digo la verdad, no me di cuenta”, contó mientras se metía de lleno en la nota y acomodaba algunas remeras en la vidriera del negocio de indumentaria deportiva que desde hace varios años posee en pleno centro villamitrense, frente a la plaza principal por calle Rivadavia.

   “Estuve 12 días en México acompañando a mi hermana, el 13 de abril ya estaba acá otra vez, y los amigos, los afectos y los colegas, con apoyo constante y palabras de aliento, me involucraron enseguida en la realidad, por eso te puedo asegurar que en este momento estoy con la cabeza en el fútbol, en mi comercio y en las cuestiones cotidianas que rodean mi vida. De corazón, gracias a todos”, expresó con la intención de sacar a relucir los buenos gestos de aquellas personas que lo acompañaron en tan complejo momento.

   “Aunque mentalmente esté metido, debo comprender que me falta ritmo de competencia. El arquero, a diferencia de otro jugador de campo, necesita muchos minutos, atajar, que lo peloteen, sentirse seguro debajo de los tres palos. Por eso empecé a jugar en la Liga, con el objetivo de ponerme a tono y de volver a alcanzar el nivel de un golero de Federal A”, indicó mirando fijamente el mate que se iba a cebar.

   —Es gratificante escuchar que pudiste encausar tu vida, pero ¿no existen recuerdos frescos o ciertas imágenes de todo lo que presenciaste cuando fuiste de apoyo moral y a auxiliar, por expresarlo de alguna manera, a Luz y a Darian?

   —Entrenar y estar ocupado casi todo el día me ayudaron a no pensar, aunque sé que lo que sucedió es difícil de olvidar y estará presente siempre en la memoria de cada uno de mis familiares. Soy un ser muy positivo y sé que va a seguir estando todo bien. Hoy te puedo decir que estoy a full con el fútbol, pensando y viviendo como un jugador profesional.

   “Tengo proyectos, me encuentro tranquilo y no es bueno vivir de malos recuerdos. Luz está bien, amanece con buen ánimo todos los días y eso es lo que nos da paz interior y nos reconforta el alma”.

   —Por lo que decís, Luz supo valorar mas la vida que la amputación de una de sus piernas.

   —No tengas dudas, Dios quiso que siga viva. Después de semejante accidente, que hoy esté con nosotros otra vez y con ganas de rehacer su vida es un verdadero milagro. Pese a las consecuencias físicas que lamentablemente sufrió, ella valora el hecho de tener la posibilidad de poder superarse para salir adelante definitivamente.

   “Fue un golpe duro, un mazazo en la nuca, pero Luz está con su familia y dependiendo de sus propios medios, lo que no es poco decir. Tiene, y tenemos, mucho por agradecer, pero hay que ir paso a paso con paciencia y fe; lo importante es que volvió al ruedo y hay mil cosas por hacer.

   —¿Y Darian?

   —Bien, cada vez mejor según las fotos y los comentarios que subió la madre en las redes sociales. Está internado en Buenos Aires y sabe que el proceso de rehabilitación marcha a buen ritmo, pero en su caso el estado de ánimo y la paciencia son fundamentales.

 

Fútbol al cien por ciento

   “¿Cómo me sentí en el bulevar el domingo? Bárbaro más allá del resultado. Sé que pueden decir que el tiempo que estuve sin jugar me pasó factura, pero soy un convencido de que uno juega como entrena, y yo entreno para ser el 1 siempre. Más allá del ritmo, estuve bien posicionado durante todo el partido, no perdí timing con la pelota y no pasé sobresaltos con los disparos de corta o larga distancia. Creo que volví mejor de lo que preveía”, sostuvo el portero albinegro.

   “Debido a mi experiencia, hoy me tomó los partidos de otra manera, los disfruto mucho más, y es por eso que estoy contento con los minutos que me dieron en la liga”.

   —Si no hubiese ocurrido el accidente y no te hubieses ido 12 días a México, ¿estabas en condiciones de debutar en el arco de Liniers en el Federal A (el primer partido del Chivo fue el 27 de marzo, 1-1 con Estudiantes de San Luis)?

   —No lo sé, tal vez sí, al menos por los clubes donde pasé siempre estuve preparado esperando la oportunidad. Hoy, en Liniers, los cuatro arqueros (Lucas Partal, Arias, Valentino Torres y Bruno Falcioni) estamos muy bien porque venimos trabajando duro y parejo con Fermín (Ponte). Es un puesto donde tenés que reunir un montón de condiciones, y no me refiero solo a las futbolísticas. Le tenés que agradar al entrenador, que te termina eligiendo, creo yo, por tu personalidad, carácter y por supuesto por tus características.

   —¿Ya adquiriste el rodaje necesario como para pararte en el arco de un equipo necesitado de puntos en el Federal A?

   —Llevo 15 días de entrenamientos desde que volví de México y considero que estoy a la altura de las circunstancias. En la primera semana, tras mi regreso, se barajó la chance de atajar frente a Bella Vista por el certamen local, pero en ese momento no estaba en ritmo como para afrontar un partido de 90 minutos.

   —Te comento algo: no estuviste en ese compromiso porque el cuerpo técnico decidió preservarte, vos sabés que podría haber sucedido si entrabas a jugar.

   —Sí, fue una decisión acertada que Nico (Ballestero, el DT albinegro) no me ponga en ese partido. Me cuidó sabiendo que si alguien me gritaba algo fuera de lugar (por su puesto relacionado al accidente de su hermana) yo podía reaccionar, por eso lo mejor fue quedarme en mi casa. Entiendo que el fútbol tiene un folclore especial, pero todo tiene un límite. También sé que como profesional no me debería afectar, pero si alguien se mete con tu vida privada e insiste detrás de un alambrado, es difícil mantener la concentración.

   —¿Para que está Liniers, tanto en la Liga como en el Federal A?

   —En la Liga para ser protagonista, como siempre, con chicos que vienen desde las formativas con mucho para demostrar. Y en el Federal creo que todavía nos falta adaptación a la categoría. Eso sí, tenemos plantel y potencial como para mantener la categoría.

 

Imposible de esquivar

   Faltando una semana para que empiece el torneo Oficial liguista, Julio decidió dejar Bella Vista, donde había acordado que se iba a quedar hasta fin de año, para irse a Liniers, lo que provocó la furia de los directivos “Gallegos”, a tal punto que algunos de ellos manifestaron nunca más dirigirle la palabra.

   “Sé que mi decisión no cayó bien y es lógico que estén molestos, pero fue una determinación personal pensando en lo profesional. El hecho de saltar de la Liga a un Federal A fue un paso adelante en mi carrera, aunque reconozco que estuve mal porque ya le había dado mi palabra a Bella Vista. El cambio es grande, no solo en lo económico, y acepté con la idea de terminar mi carrera de la mejor manera posible”.

    —Los dirigentes bellavistenses se sintieron traicionados.

   —Está perfecto, no pasa nada, de mi parte estoy muy tranquilo porque cuando estuve en ese club di todo lo que tenía para dar.

   —¿Tuviste algún tipo de charla con el DT Fernando Lucas?

   —No, y sé que era uno de los más molestos. Por ahí es al que más entiendo, aunque siempre le manifesté que el club cuenta con un arquero sensacional como Francisco Martínez, un pibe con unas condiciones tremendas, que necesita continuidad para dar el salto de calidad. Si yo me quedaba, lo iba a tapar, y eso no iba a ser bueno para nadie.

   —Si me pongo en la piel del dirigente albiverde, te digo que suena a excusa.

   —Para nada. Acepto que estuve mal, que me fui en un momento crítico y a días de empezar un campeonato, pero prioricé mi futuro.

   “Bella Vista es una entidad muy linda para estar, la pasé muy bien y me hicieron sentir cómodo, pero así como digo una cosa también digo otra: en pandemia los jugadores tuvimos que hacernos cargo de ciertas situaciones que el club no podía afrontar, y de parte nuestra no hubo quejas ni reproches. Al contrario, agachamos la cabeza y le dimos para adelante”.

   —¿A qué te referís?

   —Hubo ajustes y recortes en los sueldos porque el club no podía cumplir con lo que había prometido. Lo que sucedió con mi decisión fue algo parecido, yo había dado mi palabra y no cumplí porque decidí irme ante una propuesta superior.

   —Para mi son cuestiones diferentes.

   —Tomé la mejor decisión, la que más me convenía, te lo digo con total sinceridad. Aquella vez, frente a inconvenientes de todo tipo, me puse del lado de la institución, algo que ellos (los dirigentes) no hicieron, y hablo de mi caso en particular, cuando les tocó bancar al jugador.

 

192
   Presencias. De Julio en distintos elencos liguistas: 152 en Villa Mitre, 16 en Rosario, 12 en Sansinena, 11 en Bella Vista y 1 en Liniers. Recibió 240 goles, vio una tarjeta roja y le convirtieron 17 de los 28 penales que le ejecutaron.