Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La juventud del novato Valentín Yungblut pudo con la experiencia de las viejas glorias del Midget

El hijo de Matías, ex piloto de la especialidad, brilló en la noche de Aldea y se quedó con la final. Luis Vallejos y Matías Salaberry completaron el podio. 

Fotos: Tomás Bernabé- La Nueva.

   La sangre joven nuevamente ganó la pulseada contra las mañas de aquellos que pintan canas. Así quedó demostrado anoche, tal cual lo acontecido en la última edición de 2019, con la notable labor del novato Valentín Yungblut.

   A bordo del auto de Ezequiel Roth, el hijo de Matías, gran animador de la categoría en los 90' y a principio de milenio, coronó una noche perfecta y se anotó como el vencedor de la especial velada midgística destinada a pilotos invitados.

   Yungblut, dominador con autoridad de su serie y semifinal, dio cuenta en los primeros metros del joven y también veloz Agustín Pérez Meler, hijo del ex bicampeón Mariano Pérez, y se encaminó sin problemas a completar en la vanguardia los ochos giros del plato fuerte.

   A sus espaldas contuvo nada menos que a Luis Alberto Vallejos, sobre el auto campeón de su hijo Luciano, y al ex monarca de la especialidad, Matías Salaberry, quien se mostró en gran forma sobre la unidad que condujo un par de fechas Rodrigo Perugini.

   Detrás, completando la clasificación de la prueba central, arribaron: Martín Saldamando, Juan Ferro Moreno, Sebastián Hidalgo, Julio Piñeiro, Agustín Pérez Meler, Nicolás Anastasio, Walter Renero, Maximiliano Hardoy y Néstor Mancini.

   "No puedo creer lo que hizo. Recién dio sus primeras vueltas esta tarde (por ayer) en el salitral y ahora hizo esto. Qué cosa de locos", expresó Matías Yungblut, dos veces ganador en la categoría, sobre la gran labor de Valen.

   Para destacar, además de Yungblut, lo hecho por Pérez Meler (aunque se trató de su segunda experiencia en el Héctor Evaristo Plano), el cabildense Nicolás Anastasio, hijo del actual piloto Diego, y Sebastián Hidalgo, hermano de Federico, los cuatro nóveles volantes que llegaron a la instancia final de la noche.

   Un total de 55 máquinas animaron la accidentada programación (los vuelcos fueron constantes en el trancurso de la fecha), en la que el 50% de la recaudación de entradas fue destinada a los bahienses víctimas del accidente en México, Darian Stacco y Luz Ariaz.