“Me fui de Olimpo por razones personales y familiares, el que dice otra cosa miente”
Pasó más de un año para que Federico Cosentino, que defendió el arco aurinegro en 7 cotejos durante el Federal A 2020-2021 y hoy ataja en Juventud Unida de San Luis, cuente porqué se alejó del club teniendo un año más de contrato. Los hinchas no le creen y por eso el domingo lo recibieron con insultos y silbidos.
Por Sergio Daniel Peyssé / [email protected]
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(Ampliación de la nota publicada en la edición impresa)
Los tibios aplausos se mezclaron con la catarata de insultos y silbidos que recibió cuando él y su equipo ingresaron al verde césped del estadio Roberto Carminatti.
De esa manera, el hincha de Olimpo, en realidad el que se acordaba de él, recibió el domingo a Federico Cosentino, arquero de Juventud Unida Universitaria de San Luis y con paso por el aurinegro entre septiembre de 2020 y marzo de 2021.
Sí, fueron apenas seis meses, pero la ida del barbudo golero rosarino generó un revuelo en la opinión pública. No en los medios de comunicación, pero sí en el mundo olimpiense, donde quedó mal parado por acusaciones que no pasaron de rumores con y sin sentido.
Cosentino se alejó de Olimpo 22 días antes de que arranque el Federal A 2021-2022, aún teniendo contrato con el club hasta diciembre de 2021. Había arribado por expreso pedido del DT Alejandro Abaurre, quien lo conocía por haberlo dirigido en Huracán Las Heras.
Para interrumpir el vínculo contractual, el “1” adujo problemas personales y familiares, aunque en el entorno de la entidad del centro bahiense aseguraron que “la decisión de irse fue porque sabía que iba a ser suplente de Guido Villar”.
Es cierto que en los amistosos de pretemporada, el inicial había sido Villar, y ese pudo haber llegado a ser uno, o el principal, motivo para que Cosentino decida buscar otros rumbos.
Muchos confirmaron su teoría cuando, a los 10 días de haberse ido de Olimpo y de la ciudad, Cosentino apareció como refuerzo de Comerciantes Unidos de Perú, donde estuvo hasta el cierre de la temporada 2021.
“De Olimpo me fui bien, sin problemas con nadie. Me habían surgido unos inconvenientes familiares, Alfredo (Dagna, presidente) me entendió y por eso con el club rescindimos el contrato de común acuerdo. No me puso trabas ni peros, comprendió que no lo estaba pasando bien, que me costaba tener la cabeza ocupada en el fútbol, y regresé a mi casa en Rosario, donde estuve un tiempo hasta que se dio lo de Perú, una propuesta totalmente inesperada”, reconoció el arquero que disputó 7 encuentros en la valla aurinegra (8 goles).
“Cuando pasé el mal trago, surgió lo de Perú, un premio después de tanto sufrimiento. La chance de emigrar al exterior, que quede claro, fue al mes y medio de haber regresado de Bahía”, agregó.
Y se metió de lleno en lo deportivo, en lo que fue aquella temprana eliminación de Olimpo en el primer cruce de playoffs camino al ascenso en la edición pasada del Federal A.
“Me quedaba un año de contrato y no me quería ir, aunque como a todos los que compusimos aquel plantel me quedó la espina de haber fracasado camino al ascenso. Pero bueno, hay veces que en la vida, seas profesional o no, tenés que priorizar la familia, en definitiva lo más importante de todo”, sentenció.
Las mismas voces que se alzaron en contra del cuidapalos lo señalaron, además, como el principal cabecilla para llevar adelante esa famosa reunión donde, supuestamente, los jugadores pidieron la “cabeza” de Abaurre pero no de todo su cuerpo técnico.
“Naaa... No me prendo en esas boludeces”.
—Te lo tenía que preguntar, no quisiste hablar cuando decidiste irte de Olimpo.
—Está bien, te entiendo, la consulta es valedera, sobre todo por si a alguno le quedó alguna duda. Me fui de Olimpo por razones personales y familiares, el que dice otra cosa miente, y se lo podés preguntar a Alfredo; no hay nada que esconder ni ocultar. Incluso antes del partido estuve charlando con Alfredo y me preguntó cómo estaba mi señora, gesto que le agradecí porque eso demuestra, una vez más, que creyó en mi. Fue una decisión difícil, yo no quería dejar el club.
—Con Abaurre, ¿llegaste a hablar?
—No. Ya es sabido porqué se fue, es parte del pasado y no vale la pena sacarlo a relucir hoy, después de un año. El club se comportó como debía y ya está, queda ahí.
—¿Te molestaron los insultos y algunos abucheos?
—No, porque tengo la tranquilidad de haber dejado todo con estos colores. No se nos dio y por eso la desilusión fue tan grande, porque nos habíamos armado con las pretensiones lógicas de ir por el ascenso. Entiendo el malestar del hincha, pero también valoro a los que me aplaudieron y me saludaron, más que nada cuando me tocó ir al arco de Angel Brunel, con la 74 (como se denomina la barra olimpiense) de fondo, que se comportó y me respetó, algo que no es muy inusual en el fútbol argentino.
—En las redes sociales, el que sigue a Olimpo se la agarró con vos creyendo que te fuiste disconforme con la institución, con el cuerpo técnico y con tus compañeros.
—¡Como te vas a querer ir de Olimpo, un club grande y con tanta historia! Si venís a Olimpo es para ascender, y no hay mayor motivación que esa. Mantengo trato con algunos chicos del plantel, a los que les deseó lo mejor porque son grandes personas y enormes profesionales, que la vienen luchando desde hace tiempo. Les dije que voy a hacer fuerza para que les vaya bien, y esas buenas vibras las hago extensivas a Olimpo, que no va a tardar mucho en dar el salto de categoría.
—Llamó la atención que en tan poco tiempo te hayas convertido en referente de ese plantel que tenía de capitán a Martín Ferreyra y de líder al “Chori” Vega.
—Pudo haber sido por mi temperamento, por tener las ideas claras, pero siempre me manejé con humildad y perfil bajo; jamás intenté, y menos que menos lo puedo llegar a pensar, pasar por encima de alguien. Un proyecto puede salir bien o mal, pero nunca podés dejar de trabajar y de sacrificarte; es la manera de mostrar compromiso y respeto por el equipo del que sos parte y por el club que te contrató.
“Ese plantel se desmembró porque no se cumplió el objetivo; suele suceder que haya una salida masiva cuando no llegás a la meta fijada al fin de un campeonato”.
—¿Regresarías a Olimpo?
—Si se da la oportunidad, más vale. Pase eso o no, al hincha de Olimpo lo voy a recordar siempre de la mejor manera, más allá de que me insulten, me quieran o no. Yo conté la verdad y está bueno que se haya aclarado.