Bahía Blanca | Miércoles, 09 de julio

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COVID-19: el Instituto de Virología de Wuhan cita al bahiense Ariel Fernández y se inspira en su trabajo

Se trata de las terapias contra la enfermedad basadas en anticuerpos. Tras la correspondiente publicación científica, la investigación había aparecido en La Nueva. el 11 de octubre de 2020.

Dr. Ariel Fernández, químico y matemático bahiense, en una imagen de esta semana. / Fotos: Gentileza Ariel Fernández y Archivo La Nueva.

En un trabajo del Instituto de Virología de Wuhan, República Popular China, sobre terapias contra el COVID-19 basadas en anticuerpos, se cita un artículo del científico bahiense Ariel Fernández que delinea, precisamente, la misma estrategia para curar la enfermedad.

El trabajo del laboratorio asiático lleva la firma —nada más y nada menos— de Zhengli Shi, conocida como la mujer murciélago (bat woman), por haberse embarcado anteriormente en la investigación —se presume— que consiste en modificar el virus de corona del murciélago para, luego, hacerlo transmisible a humanos usando técnicas desarrolladas en la Universidad de Carolina del Norte, en los Estados Unidos.

El artículo del grupo de Wuhan fue publicado el 9 de agosto de 2021, mientras que el del Dr. Fernández data del 17 de agosto de 2020  y puede, por lo tanto, considerarse precursor de la investigación china.

Zhengli Shi, conocida como la mujer murciélago (bat woman), trabajando en el laboratorio de virología de Wuhan, en una imagen de archivo. 

La idea central del químico y matemático bahiense, que el laboratorio chino adoptó, está basada en tres resultados y predicciones fundamentales que datan de los años 2020 y de comienzos de 2021:

—El virus SARS-CoV-2 muta a una mayor infectividad, pero no hacia una mayor letalidad, pues esta última corta la cadena de contagio al morir el paciente e impide la propagación del virus.

—La mutación en el lugar 614 de la espira, denominada D614G, se mantendrá en las variantes o cepas del virus, pues contribuye a una mayor infectividad al estabilizar la estructura de la espira del SARS-CoV-2 en el momento en que el virus penetra la célula humana.

—Las vacunas contra el COVID-19 serán de eficacia relativa, ya que el virus se camufla al recubrirse de azúcares producidos por el huésped humano en un proceso llamado glicolización. Justamente, por eso la respuesta inmune estimulada por la vacuna no es del todo eficaz.

“Simplemente, un porcentaje de anticuerpos generados por las vacunas muchas veces ‘pasan de largo’ sin reconocer al virus”, dice el Dr. Ariel Fernández, egresado de la Universidad Nacional del Sur (UNS) y con residencia también en Carolina del Norte.

Se concluye que una estrategia terapéutica basada en anticuerpos realizada a tiempo hubiera sido esencial para salvar vidas, ya que la vacuna es de eficacia relativa, tal como se predijo oportunamente.

“Como estamos comprobando, una vacuna que requiere de dos dosis y de refuerzos periódicos no puede considerarse óptima”, argumenta.

La estrategia de anticuerpos basada en las observaciones sobre la mutación crucial D614G fue propuesta por el Dr. Fernández en su artículo de 2020 y adoptada y desarrollada por Shi en Wuhan, según se reporta en agosto de 2021.

Luego de la publicación en revistas científicas, la estrategia de anticuerpos apareció en la edición dominical de La Nueva. del 11 de octubre de 2020.

El equipo chino desarrolló la estrategia inspirada en los resultados reclutando al Dr. Rui Gong, un investigador del Instituto de Virología de Wuhan, considerado un prodigio como especialista en el desarrollo de anticuerpos monoclonales.

Como es sabido, esas técnicas fueron propuestas —oportunamente— por el Dr. César Milstein, nuestro premio Nobel bahiense.

Tanto Zhengli Shi como Rui Gong, quienes firman el artículo chino, son autores considerados de categoría senior.

“Para cazar un animal no sólo hay que localizarlo, sino conocer su estrategia de huida; eso vale tanto para la liebre como para el SARS-CoV-2”, acota el Dr. Fernández en forma ilustrativa.

“El virus trata de maximizar su propagación y para eso debe aumentar la infectividad”, añade.

“Por eso, la mutación D614G es tan prevalente y se encuentra presente en casi todas las variantes del virus: delta, ómicron y demás”, sostiene.

La mutación D614G estabiliza a la espira en su momento de mayor vulnerabilidad; es decir, cuando el virus se dispone a penetrar en la célula humana usando la espira en su doble rol de arpón y de ancla, para usar imágenes acuñadas en los doce trabajos científicos del investigador bahiense —doctorado por la Universidad de Yale— sobre el tema del COVID-19.

El laboratorio de Virología de Wuhan se concentra en desarrollar anticuerpos que, precisamente, se enfocan en bloquear la espira cuando actúa como ancla, paso previo a la penetración.

Esquema del efecto de sustitución D614G en la subunidad S1 de la proteína S, creando una oportunidad para la intervención terapéutica.

Las conclusiones del artículo del Dr. Fernández revelaron, además, que ese tipo de anticuerpos no interferirían con las vacunas entonces en desarrollo, pues son líneas de ataque diferentes: una usando recursos inmunológicos propios del humano, induciendo una respuesta inmune, y la otra aportando recursos externos. 

“Lamentablemente, las estrategias propuestas, que fueron finalmente desarrolladas por el laboratorio de Wuhan, no recibieron el mismo ímpetu, ni financiamiento, que las vacunas, aun sabiéndose de la eficacia relativa y parcial de estas últimas”, señala.

“Creo que muchas vidas se hubieran salvado si Occidente hubiese apostado a estas sugerencias, y las de otras investigaciones, en relación a la necesidad de instrumentar estrategias terapéuticas en paralelo, como lo hizo, tardíamente, el laboratorio de Wuhan”, señala.

La sede del Instituto de Virología, en Wuhan, República Popular China, sigue en el eje de la tormenta. 

También dice que Shi y su equipo son aún objeto de intenso escrutinio en Occidente, ya que existe la fundada sospecha de que el SARS-CoV-2 pudo fugarse de ese laboratorio.

“Sucede que los virus de corona pueden cambiar de huésped cuando se modifica la espira, proceso de biología molecular que es relativamente fácil de realizar en un laboratorio”, agrega.

Esa técnica —según referencia el investigador en diálogo con La Nueva.— la aprendieron Shi y su colega británico-americano Peter Daszak en el laboratorio de Ralph Baric, quien es profesor de la Universidad de Carolina del Norte.

“Sabemos que Zhengli Shi ha reportado experimentos donde el virus de corona del murciélago se transfiere a humanos cuando se modifica la espira. Son experimentos conducidos en el laboratorio de Wuhan”, asegura.

“Ese tipo de experimentación es peligrosísimo y la administración del presidente Barack Obama lo prohibió en los Estados Unidos”, recuerda.

La pregunta es: ¿Acaso entonces para expiar culpas Zhengli Shi decidió embarcarse en esta estrategia terapéutica?

“Sea cual sea la verdad, y pese a los esfuerzos del Gobierno chino, no creo que la humanidad recuerde a ‘bat woman’ como una heroína, sino más bien como alguien que nos puso a todos en grave peligro; o aún peor”, asevera.

La historia

“Cuando surgió el virus de corona miraba de reojo el problema y contemplaba, a regañadientes, la posibilidad de profundizar en el tema, ya que mi formación solamente me permitía mirar aspectos moleculares y estructurales”, recuerda el Dr. Fernández.

“Sin embargo, cuando se declara la pandemia y empiezan a publicarse datos, advertí que podía contribuir. Así, terminé escribiendo y publicando doce artículos sobre el tema, con más de 50.000 downloads y cientos de citas”, enumera.

“El trabajo me condujo a dos certezas”, cuenta.

La estrategia de anticuerpos, basada en las observaciones sobre la mutación crucial D614G, fue propuesta en un artículo del 17 de agosto de 2020.

“Una que el virus SARS-CoV-2 es una quimera generada en el laboratorio que ahora evoluciona hacia una versión benigna, pero muy contagiosa por las leyes de la selección natural. Y dos que hay un enorme encubrimiento, con figuras que son por lo menos ‘personas de interés’, como diría el FBI: Peter Daszak, Zhengli Shi y Anthony Fauci, los tres vinculados a las actividades del laboratorio de virología de Wuhan”, explica.

“Por eso mi reacción, al enterarme de que el laboratorio de Wuhan cita mi trabajo y se inspira allí, fue ambivalente. Suscita una sensación agridulce”, admite.

“La idea es atacar sólo al virus y no al paciente”

Tras aquella publicación en revistas científicas, el plan de anticuerpos propuesta por el Dr. Fernández tuvo una amplia cobertura en nuestra edición dominical del 11 de octubre de 2020. Con interés creciente, y en plena cuarentena por la pandemia del coronavirus, el artículo fue el más consultado —y compartido— de La Nueva.

Interacciones estructurales y epiestructurales en la interfaz S1 / S2 en la proteína espiga de SARS-CoV-2.

Algunas de las frases vertidas en aquella ocasión, más allá de las explicadas como estrategias basadas en anticuerpos, son las siguientes:

—“La idea es hacer algo nuevo: atacar al virus solamente, no al paciente y al virus. Con el paciente no me meto”.

—“Así como el hombre es vulnerable al virus, el virus también es vulnerable a una terapia dirigida”.

 —“Todas las vacunas que se están haciendo, que ya suman 29, van hacia otro lado: tratan de desactivar el anclaje. Yo no estoy mirando eso, sino pretendo desactivar el virus”.

—“Los cambios evolutivos pasan todo el tiempo, pero los que se propagan y realmente se mantienen son aquellos que importan una ventaja. ¿Cuál es la ventaja que traía ese cambio? Que el virus se transmite e infecta mejor y por eso la mutación se propagó a toda la humanidad”.

“¿Cuándo una mutación se mantiene y aparece en toda la población del virus? Cuando da la ventaja que decíamos. Por ejemplo, al virus no le sirve una mutación que lo haga absolutamente letal, porque lo que quiere es propagarse y contagiar a la mayor cantidad de gente posible y no que (NdR: la persona) se muera enseguida”.

—“Si la mutación mejora el ingreso a las células, lo que hago con los anticuerpos es revertir ese efecto selectivo”.

—“Respecto de los tiempos de esta terapia hay dos escenarios. El optimista es que todas las pruebas vayan dando resultado y ahí depende del interés que exista en proseguir, que ya fue demostrado. El pesimista es que aparezcan pruebas clínicas que indiquen algún efecto colateral, siempre considerando la complejidad del cuerpo humano”.

—“Mi labor termina acá. Básicamente, yo soy un físico químico computacional. Puedo llegar hasta un cierto punto, pero luego el producto escapa de mis manos. Ahora depende de los intereses de los laboratorios y, seguramente, será proporcional a la cantidad de dinero que inviertan”.

Algunos de los artículos publicados

El artículo original publicado por el Dr. Fernández, y replicado por el Instituto de Virología de Wuhan, se denomina Identificación de potentes anticuerpos neutralizantes humanos contra las implicaciones del SARS-CoV-2 para el desarrollo de tratamientos y profilácticos.

El investigador bahiense, quien siguió trabajando sobre el tema, publicó otros dos informes sobre el COVID-19 en revistas especializadas.

El detalle de los tres, con el acceso a sus correspondientes links, es el siguiente:

Identification of potent human neutralizing antibodies against SARS-CoV-2 implications for development of therapeutics and prophylactics. Nature Communications 12, 4887 (2021). Shaojuan Zhao, Huajun Zhang, Xinglou Yang, Haiwei Zhang, Ying Chen, Yancheng Zhan, Xiaoqing Zhang, Rendi Jiang, Meiqin Liu, Lan Liu, Li Chen, Wei Tang, Cheng Peng, Xiaoxiao Gao, Zhe Zhang, Zhengli Shi, Rui Gong

—Ariel Fernández: “Impacto estructural de la mutación D614G en la proteína Spike del SARS-CoV-2: mayor infectividad y oportunidad terapéutica”. ACS Medicinal Chemistry Letters 11, 1667–1670 (2020).

—Ariel Fernández: “La glicosilación del SARS-CoV-2 sugiere que las vacunas deberían haber adoptado la subunidad S1 como antígeno”. ACS Pharmacology and Translational Science 4, 1016-1017 (2021).

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