Las columnas de la avenida Alem

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace 54 años, en marzo de 1968, la municipalidad comenzó con el retiro de las columnas de iluminación de la avenida Alem, colocadas, desde 1911, en el centro de la calzada.

   La Primera de las Quintas era el nombre de la avenida Alem a fines del siglo XIX, cuando era una calle en la parte de atrás de la ciudad, un camino “que no conducía a ningún lado”. Su uso comenzó a cambiar con la habilitación, en 1906, del parque Municipal (rebautizado en 1910 parque de Mayo), que llevó a la gente a concurrir a ese paseo transitando por la avenida, que poco a poco pasó a convertirse en “la Palermo bahiense”.

   De 1911 data la primera iluminación de la calle, con la colocación de columnas en su eje, un total de 50 focos que alentaron también el paseo nocturno. Con los años fueron cambiando las lámparas y el diseño de las columnas, pero siempre ocupando el centro de la calle. En 1942 fueron ubicadas las que serían las últimas en esa ubicación, una a mitad de cuadra, con lámparas incandescentes de filamento metálico de 300 varios, otras en las esquinas, con una central de 500 vatios. “Un mundo de luz”, según se señaló.

   Llegamos así a marzo de 1968, cuando obreros municipales comenzaron el retiro de las columnas, que ya resultaban anticuadas por su escasa potencia lumínica. Era el tiempo de las lámparas a gas de mercurio, que además pasaron a ocupar las veredas, con su diseño de un brazo que avanzaba hacia la calle. “Áreas y gráciles, no obstaculizan el tránsito y dotarán de un aliciente más, de otro encanto, <a la tradicional vía”, señaló este diario.

   Hasta hoy conservan esa ubicación, con lámparas de otra tecnología y todo un mundo de guirnaldas que acompañan la transformación gastronómica que viene teniendo la avenida.