“En un radio muy chico tienen ocho estadios que no usarán nunca más”

Ricardo Sbrana

rsbrana@lanueva.com

Periodista de La Nueva desde 1995, especializado en rugby y básquetbol; con colaboraciones en casi todas las secciones de la redacción (locales, policiales, regionales, Ritmo Joven, revista Nueva, Espectáculos)

(Nota de la edición impresa)

   Luego de dos ediciones consecutivas, Brasil 2014 y Rusia 2018, la Copa del Mundo de fútbol disputada en Qatar ya no contó con el aerosol 9-15 Fair Play Limit. Que sirvió (y sirve) a los árbitros para delimitar sectores sobre el césped de la cancha.

   El original fue el invento del argentino Pablo Silva y del brasileño Heine Allemagne que revolucionó las reglas FIFA junto con la autodetección de gol (2014) y como preludio de lo que sería el VAR (2018). Pero a partir de la llegada de Gianni Infantino a la institución que rige al fútbol mundial y tras la muerte de Julio Grondona -promotor y padrino del invento-, FIFA pretendió hacerse de los derechos del 9-15 por una suma irrisoria. Lógicamente los socios del novedoso producto no aceptaron y el caso llegó a un tribunal brasileño, que falló a favor de los creadores.

   Entonces en el período 2018-19 FIFA borró del reglamento el “aerosol evanescente” de entre las herramientas del árbitro. Aunque como vimos en Qatar 2022, su uso sigue vigente pero en un producto alternativo. “Hoy es un caso cerrado”, afirmó Silva desde España, poniéndole punto final a la discordia.

   El creador del 9-15 dialogó con “La Nueva.” acerca de lo que fue Qatar 2022 y la consagración argentina.

   “Qatar es un país que para mí le falta un golpe de horno. De quince o veinte años… Doha es una ciudad impuesta por la abrumadora plata que tienen gracias al petróleo y al gas. Quizá dentro de 15 o 20 años Qatar podría ser una sede estupenda. Hoy quedó al desnudo que no… En un radio muy chico tenía ocho estadios que no usará nunca jamás en la vida”, afirmó.

   “Si tenés plata vivís de lujo. Sino, tenés que ir a lugares comunes, céntricos, que disponen de lo básico. Para mí Qatar nunca debió ser la sede. Se escondieron seis mil quinientos muertos que trabajaron en condiciones inhumanas”, agregó.

   “Al margen, fue un mundial bien organizado por parte de FIFA, como siempre ocurre con estos eventos. Pero tuvo un desmadre total en la final, donde se desbordó todo… Ingresaron familiares al campo de juego y rompieron todo tipo de protocolo, ya que la Copa la pueden agarrar solo los campeones y acá la agarró hasta el último que tuvo ganas”, dijo Silva.

   “Hubo una gran confraternidad entre todos los argentinos que coincidimos ahí en los distintos sectores. Hizo el clima más llevadero. En cuanto a precios todo muy caro, en cuanto a alojamiento, comidas, insumos… Un treinta o cuarenta por ciento más caro que en Europa”, dijo el periodista (58).

   A diferencia de muchas personalidades del fútbol mundial y lógicamente luego de la causa contra FIFA, el creador del spray asistió al Mundial como un turista más.

   “Fui como un ciudadano común y corriente. Soy un bendecido de haber presenciado este hecho histórico como fue la obtención de nuestra tercera Copa del Mundo. Muy contento por el grupo de jugadores que jugó un mundial extraordinario, sobreponiéndose a dos empates como contra Países Bajos y Francia en la final. Y con un `Leo´ Messi que maduró lo suficiente y le agregó la cuota que le faltaba como capitán. Se `maradonizó´ entre comillas, asumiendo el rol que el capitán tiene que tener. Lo enalteció más dentro de la cancha. Y también como jugador, que descolló. Se lo merece como jugador y como persona”, indicó.

   “Argentina fue un equipazo. Claramente el mejor del Mundial. El segundo gol a los franceses un poco lo ratificó y le puso el sello distintivo. Tuvo cinco o seis pilares fundamentales, el arquero, los dos centrales, sobre todo `Cuti´ Romero, sobre todo luego de Arabia que levantó muchísimo. En el medio campo descolló De Paul. Fundamental. También Di María obviamente, aunque con algún problema físico dada la edad y la exigencia a la que se expone al correr como liebre los noventa minutos. Messi, ya dijimos, fue la figura del mundial y no hay que agregar demasiado. Y otra figura fue Julián Álvarez, que le arrebató el puesto genuinamente a Lautaro Martínez y se consolidó como gran goleador. En lo personal, más allá de tener la camiseta de Argentinos Juniors que llevo en el corazón, la gran revelación de este mundial fue Alexis McAllister, quien tuvo el rol de ponerse un mote pesado con las ausencias de Nico González y Lo Celso. Rindió de manera extraordinaria, haciendo un gol vital. Y después sosteniendo una regularidad asombrosa, quizá para los que no lo conocen. Los que sí, sabemos lo que puede dar y que le queda muy poco tiempo en el Brighton para ir a jugar a equipos grandes”, concluyó Silva.