Secuelas de Argentina-Países Bajos: el árbitro rompió el silencio
El español será recordado por mucho tiempo.
El árbitro Antonio Mateu Lahoz se convirtió en uno de los protagonistas del partido entre Argentina y Países Bajos, al punto que fue duramente criticado hasta por los propios argentinos después de conseguir el pasaje a semifinales del Mundial.
El español rompió el silencio a través de sus redes sociales luego, pidió un "mínimo de respeto" y avisó que bloquearía a cualquiera que lo mencione en redes para cuestionarlo.
Su estilo y personalidad que mostró ayer es el fiel reflejo de su figura arbitral, siempre expuesto y buscando un rol protagónico.
El valenciano, de 45 años, ya es un veterano del arbitraje. Por edad le correspondía haberse retirado ya la pasada temporada, pero su nivel y confianza del CTA, UEFA y FIFA lo llevaron a no colgar todavía el silbato. Y el saber que había sido elegido para este Mundial, el segundo de su carrera.
Ayer, Mateu trató de mostrar personalidad y controlar el partido desde el primer minuto y sacó tarjetas hasta en cinco ocasiones durante la primera parte, la misma cantidad de amonestaciones que había mostrado en los 90 minutos del Irán-Estados Unidos de fase de grupos.
Pero la cuenta de tarjetas continuó, mostrando otras trece. Una de ellas fue Scaloni, y otra se convirtió en roja al ser la segunda mostrada a Dumfries
Esto lo mete en la historia de los Mundiales. Supera el récord de 16 amarillas mostradas por López Nieto en el Alemania-Camerún de 1998 y por Valentín Ivanoc en el Portugal-Países Bajos de 2006.
El español sacó 18 tarjetas.
El patético arbitraje en cuartos del Mundial lo dejan sin opciones futuras. Inclusive, todo indica que será la despedida para siempre de los Mundiales.