Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

“Mi sueño es ir a un Panamericano o a un Juego Olímpico”

La pringlense Carolina Ohaco es kinesióloga de Las Yaguaretés (seleccionado argentino femenino) y de Buenos Aires. Su pasado como rugbier en el club Argentino y en la Selección. 

Carolina, al centro del grupo, en un alto en la competencia de Buenos Aires, durante el clasificatorio al Seven de la República. Fotos: gentileza Lucas Currá y prensa UAR.

(Nota de la edición impresa)

   Este sábado comienza en Paraná la sexta edición del Seven de la República femenino, torneo de rugby al que regresarán las mayores de la Unión de Rugby del Sur (más detalles en la web). Y en el que el rugby de nuestra ciudad y la región contará con otra exponente en cancha, aunque con otro rol.

   Carolina Ohaco tuvo un breve paso por este deporte hasta que dos lesiones de ligamentos cruzados de rodilla frenaron el ascenso de esta talentosa jugadora. Que tiene el mérito de haber llegado al seleccionado argentino el mismo año (2011) en el que comenzó a jugar al rugby, ya que provenía del hockey (ex jugadora de Atlético Monte Hermoso). Además quedó en la historia de este deporte junto con María Eugenia Botelli (Argentino), al integrar el equipo nacional femenino que por primera vez jugó una etapa del Circuito Mundial de seven (Houston, 2013), en este caso como jugadora de Centro Naval de Buenos Aires.

   Hoy Carolina es la kinesióloga de la selección argentina femenina, Las Yaguaretés, y también del seleccionado femenino de Buenos Aires con el que participará en Paraná.

   -¿Cómo te convertiste en kinesióloga de Las Yaguaretés?

    -Cuando me lesioné por segunda vez, la otra rodilla, en UAR me dijeron que o bien me darían una nueva oportunidad en otra concentración o que me tendrían en cuenta como kinesióloga una vez que me recibiera, ya que estaba estudiando en ese momento en la UCES, que tenía convenio con la UAR y donde yo estaba becada. En ese interín la URBA empezó con rugby femenino y tuve la suerte de acompañar al equipo como kinesióloga al Seven de la República por primera vez, hace unos siete años. Ahí me vio trabajar Marcelo Sacco, que era el director médico de UAR, quien más adelante me dio la oportunidad de estar con Argentina. Reemplacé a la otra kinesióloga en febrero de 2019 y después quedé fija en el staff ya con Tomás Bongiorno como entrenador de Las Yaguaretés (NdR: a principios de noviembre de 2019).

   -¿Qué significa hoy ocupar un rol importante dentro del seleccionado?

   -Tenía la ilusión de llegar en algún momento y de estar del otro lado para acompañar a las chicas al momento de una lesión. También sabiendo de qué se trata una lesión luego de haberlo sufrido como jugadora. Esa fue mi motivación para decir, en algún momento, que quería estar acá. Busco lograr que el jugador esté contenido y tenga las herramientas para prevenir lesiones o recuperarse lo antes posible y volver a la cancha. El rol del kinesiólogo es estar en cancha y prevenir lesiones.

   -¿Cómo llegaste al rugby?

   -Yo venía jugando mucho al hockey. En el último año del profesorado de Educación Física en el Instituto 86, estaba Carlos Burgos dando la cátedra de Rugby. Durante todo 2010 me insistió con que lo jugara. Al principio tenía dudas y un montón de prejuicios. Pero Carlos me hablaba de que en rugby se podían dar oportunidades en Panamericanos, Juegos Olímpicos, algo que obviamente era muy a futuro. Pero él siempre te motivaba. En noviembre de 2010 me animé a jugar al rugby y en junio del año siguiente hicimos la gira con Argentino por Europa. En esa gira conocí a algunas chicas de la selección argentina que reforzaron al club. Después fuimos al Nacional de Clubes y ahí me vio el entrenador de la Selección de ese momento, Miguel Seró. Y en noviembre de 2011 me convocaron al seleccionado argentino para jugar el torneo Valentín Martínez de Uruguay. Todo lo que hice o logré con el rugby fue prácticamente en Bahía ya que en Buenos Aires jugué muy poquito por las lesiones.

   -¿Objetivos hoy en tu labor como kinesióloga?

   -Trabajo en consultorio pero me gusta trabajar en campo. Siempre apunté a eso específicamente. Tanto en hockey como en rugby, siempre me llamó la atención el movimiento olímpico. Mi sueño sigue siendo ir a un campeonato Panamericano o a un Juego Olímpico. Pero se llega estando a la altura. Por ello siempre traté de formarme como profe de Educación Física y como kinesióloga especializada en el deporte, para que me elijan por mi capacidad y por las herramientas que le pueda facilitar a un cuerpo técnico o a un staff. Para que el jugador se sienta lo mejor posible. Y desde ese lugar, aportar un granito de arena al equipo en el que me toque estar.