Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

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Una joya de auto cumple cien años y se muestra por las calles de la ciudad

Un bahiense es propietario de un Ford T que se fabricó en 1922. Lo mantiene con todas sus partes originales.

Por Mario Minervino / [email protected]

   El 24 de octubre de 1922 la fábrica Ford terminó de armar un modelo más de su línea “T”, en un tiempo estimado de armado de apenas 24 segundos, tal el grado de perfección que había alcanzado la fábrica en su esquema de producción en serie ideada por Henry Ford (1863-1947).

   Ese coche, con todas y cada una de sus partes originales, una verdadera maravilla de la mecánica y del diseño, celebrará este sábado sus cien años en nuestra ciudad, en un acto organizado por el Club de Vehículos de Colección de Bahía Blanca, el cual incluirá la participación de varios de los automóviles que reúne la entidad.

    El Ford T modelo 1922 pertenece hoy al contador Roberto Gutiérrez y es una de las joyas de la entidad, el más antiguo y uno de los pocos del país que conserva todas sus partes originales y en perfectas condiciones para circular. 

   Su propietario lo adquirió hace diez años en Buenos Aires y comparte con La Nueva. detalles de su funcionamiento y realza “la magnífica experiencia de conducirlo”.

La pedalera

   El modelo T de Ford se fabricó entre 1908 y 1927 y fue revolucionario por su mecánica y porque permitió bajar en mucho el valor de los vehículos y hacerlo accesible incluso a la clase obrera. En ese tiempo se fabricaron 15 millones de unidades.

   Una particularidad del T es que no posee palanca de cambios. Para su manejo dispone de una pedalera ubicada donde están embriague, freno y acelerador en los coches modernos. 

   “Tiene tres pedales. Uno que permite poner la primera marcha cuando se lo aprieta hasta el fondo y que es al mismo tiempo embriague, en la mitad de su recorrido. El segundo, en el medio, es para la marcha atrás y el tercero el freno. Después tiene una palanca para poner la directa, que es el segundo cambio”, explica Gutiérrez.

   La misma palanca de la directa funciona, accionada en sentido contrario, como freno de mano. 

   “No es simple frenar este auto porque el freno actúa sobre el motor, por eso el freno de mano es importante. Yo lo he llevado en ruta a 70 km/h y el momento del frenado es complicado”, detalla.

   Para Gutiérrez manejar el T “es un placer”, aunque hacerlo no es fácil: requiere práctica y conocimiento. 

   “Disfruto de andarlo porque es una maravilla lo que hizo Ford con este modelo. En un vehículo muy noble, de una mecánica muy confiable, de excelente suspensión y un volante muy ágil”.

   De todas maneras no lo usa de manera habitual. El riesgo de un incidente por la complicación del tránsito es un elemento a considerar antes de sacarlo a las calles de la ciudad. 

Nafta con plomo

   El Ford T usa nafta común, lo cual se ha vuelto una dificultad ya que es un producto que cada día es más difícil de conseguir.

   Pero además tiene su carburador diseñado para funcionar con nafta con plomo. 

   “Por eso me encargo de hacerle un tratamiento especial a la nafta común, agregándole una medida de plomo líquido y un conservante de combustible. Hay que tener en cuenta que cuando está mucho tiempo parado la nafta se comienza a empastar, se hace como un chicle. Con el conservador puede estar hasta un año sin que eso suceda”.

   Otra singularidad es que posee, del lado del conductor, lo que se conoce una de las llamadas “puerta suicida”. 

   “Se llama así porque no abre. De hecho el conductor tiene que subir y bajar siempre por el lado del acompañante. En este modelo T, del lado del conductor iba el portaequipaje y la palanca directa. El nombre de “puerta suicida” se asocia con que si hay un desperfecto o algo que exija salir con rapidez, la puerta no se puede abrir”.

   El precio de este coche es muy variable, porque lo establece cada propietario. En el mercado hay modelos que oscilan entre los 20 mil y 40 mil dólares.

La VTV y la patente

   Un Ford T no pasa con éxito la VTV, lo cual le genera restricciones para circular. Por otra parte, muchos de de estos autos antiguos carecen de papeles, situación que no sufre el Ford de Gutiérrez, que posee su correspondiente tarjeta verde. 

   El gran avance en la materia es que, en el corto plazo, dispondrán de una patente aprobada. 

   “Por gestión del Club de Vehículos de colección de nuestra ciudad, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza para que los autos de sus asociados tengan una patente municipal, lo cual les permitirá circular dentro del partido de Bahía Blanca. Es un gran logro que hará más fácil a los vecinos disfrutar de estos vehículos”.

   Una de las grandes ventajas para el vehículo de Gutiérrez es que el mismo se encarga de su cuidado, mantenimiento y reparación.

   “Mi papá era mecánico. De hecho yo tengo montado un pequeño taller con muchas de sus herramientas. El me transmitió esta pasión, que empezó con la compra de una Ford F100 modelo 66 que fuimos armando de a poco y que hoy está impecable. En cuanto al Ford, he aprendido mucho de su mecánica y me encargo de todo. Hay que tener en cuenta que cada vez es más difícil conseguir quien atienda estos motores. Si no supiera hacerlo tendría un problema”, detalla. 

   Hoy, Gutiérrez le dará manija una vez más al centenario motor, hará funcionar la batería de 6 voltios que pondrá en movimiento las cuatro bobinas y, sentado en el cómodo asiento delantero, apretará el pedal de primera para que las llantas con ejes de madera comiencen a rodar. 

   Los vecinos podrán disfrutar, admirar y conmoverse con esta belleza mecánica que es también un verdadero hecho artístico.

Mañana, la gran cita

   Como parte de los festejos de los 100 años del Ford T, este domingo -desde las 10, en la Estación Sud, sobre Avenida Cerri al 700, los asociados a la institución realizarán una exhibición de sus vehículos en el estacionamiento del lugar, invitando a todos los vecinos a ver esas verdaderas joyas del automovilismo,

   Desde allí, se llevará a cabo una caravana hasta el Teatro Municipal, donde se hará entrega de un presente a Gutiérrez.

   Posteriormente, la caravana recorrerá calles céntricas para dirigirse, finalmente, a la sede de la entidad, en Bonnat 560, donde compartirán un asado.