Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

Plaza del Sol: el padre de la criatura y su idea de peatonalizar todo el sector

“En el mundo estos lugares están revalorizados como puntos de encuentro y con locales gastronómicos que utilizan las veredas”, señala el arquitecto Juan Manuel Valcarcel.

La denominada Plaza del Sol en plena construcción, en una imagen del año 1977. / Fotos: Archivo La Nueva.
imagen
layout="fixed-height">

Mario Minervino / [email protected]
Audionota: Florencia Albanesi (LU2)

   En el ojo de la tormenta desde hace varios meses, la plaza Ricardo Lavalle sigue siendo puesta en valor, quedando unos pocos trabajos finales de iluminación y otros detalles para estar terminada hasta la convocatoria a concurso para la peatonalización de todo el área.

   Haciendo un poco de historia sobre el paseo, su diseño fue realizado en el año 1977 por la firma Di Tullio, como aporte de esa firma que construiría un novedoso Deppart-hotel en la esquina de O’Higgins y Saavedra. Fue el origen de la bautizada Plaza del Sol.

   A 44 años de su diseño entrevistamos a su autor, el arquitecto Juan Manuel Varcarcel, quien a sus 79 años de edad señala tener “muy presente a su querida plaza”, proyecto que hizo en simultáneo con el rediseño una plaza en el barrio porteño de Recoleta, luego de que se construyeran cocheras subterráneas debajo de la misma y se peatonalizara todo el sector.

   “No había antecedentes en el país de una plaza de estas características. Recuerdo que fue muy comentado su diseño. Mi idea fue que debía tener una fuerte conexión con el Mercado Municipal. En todo el mundo estos lugares están revalorizados como puntos de encuentro y con locales gastronómicos que usen las veredas”, señala el profesional.

   Su comentario tiene relación con el próximo llamado a concurso para la peatonalización y uso con fines de feria y gastronomía.

   La plaza la diseñó con lugar de encuentro y, por eso, incluyó un anfiteatro y sitios lúdicos.

   “Los espacios encerrados con ladrillo y bordes circulares están pensados para estimular las reuniones. También definimos la presencia de árboles para dar sombra y cobijo y el agua para jerarquizar la naturaleza”, indica.

   Para Valcarcel, la Plaza del Sol —así la nombra porque asegura que ese nombre lo eligió la gente— es el resultado de varias teorías de esa década.

   “Pasaron más de 40 años y sigue desafiando el tiempo”, indica.

   Consultado si hoy tuviera que diseñar la plaza usaría los mismos recursos, Valcarcel mencionó que lo importante es que la plaza se piense como el lugar más importante en una ciudad.

   “Cualquier plaza necesita una variedad de pequeños lugares: cafés al aire libre, fuentes, esculturas, un sitio para espectáculos. Que sea cómoda para la gente, accesible a pie y mantenerla de tal manera que la gente se sienta segura”, explica.

   Respecto de un estacionamiento subterráneo, Valcarcel advierte sobre el riesgo de excavar a demasiada profundidad en ese sitio.

   “Cuando empezamos a construir el hotel de O’Higgins y Saavedra encontramos una napa de agua muy arriba, luego un manto de arena y, debajo, volvió a aparecer agua”, recuerda.

“Di Tullio invirtió un millón de dólares en un sistema con bombas, pero fue inútil. Eso lo llevó a la quiebra”, dijo Valcarcel.

   “Ese fue el gran problema que debió enfrentar la obra: no podíamos parar de drenar esa napa. Eso lo llevó a la quiebra”, dice.

En primera voz

   —“Viví en Bahía Blanca entre 1977 y 1978, con una oficina frente a la plaza. Durante ese tiempo residí en la ciudad, compartí su forma de vida”, dijo el Arq. Valcarcel.

   —“Acabo de cumplir 79 años y sigo trabajando con la misma intensidad. Actualmente, estoy desarrollando un proyecto urbano en Bariloche sobre 132 hectáreas”.

Arquitecto Juan Manuel Valcarcel

   —“Hace unos meses pase por Bahía Blanca y, con una de mis hijas, nos detuvimos un tiempo en mi Plaza del Sol.  Era mediodía, el sol quemaba. Pero sentados en uno de los espacios cubiertos por los árboles; pudimos observar que sigue acompañando el destino de la pujante ciudad”.  

   —“Hoy, a la distancia, recomendaría peatonalizar las calles aledañas. Darle espacio a las bicisendas y jerarquizar el espacio para los vecinos, para su encuentro, para su recreación, para coincidir o disentir”.