La generosa avenida Parchappe
Una avenida con carácter propio.
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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Hace 109 años, en junio de 1912, se inició la pavimentación con granito de Tandil de la hasta entonces conocida como avenida de Circunvalación, hoy avenida Parchappe.
Con un ancho generoso y plagada de desvíos ferroviarios, la calle quedaba frente a la barraca El Mirador, de Tellarini, el aserradero Duprat, Aguirre Zabala y Cía y otros establecimientos. El diseño de la arteria fue generando un bulevar, con una amplia isleta central para jardines y la calzada organizada en dos fajas.
En 1913 la avenida fue bautizada con el nombre del Ingeniero Narciso Parchappe, de acuerdo con un proyecto presentado en el Concejo Deliberante por el médico y concejal Narciso Mallea.
Parchappe, de nacionalidad francesa, ingeniero egresado de la Escuela Politécnica de París, acompañó al coronel Ramón Estomba en la campaña fundadora de Bahía Blanca. A él correspondió la tarea de elegir el ligar más conveniente para emplazar el fuerte y dirigir las tareas de construcción, iniciadas el 11 de abril de 1828. Su estada en esta tierra fue efímera y, de hecho, se convirtió en el primer hombre en dejar el lugar un par de meses después.
Su nombre permaneció en el olvido por décadas, hasta que el escritor Paul Groussac rescató su figura en un artículo publicado en 1912 en el periódico "El Diario". Allí, el novelista francés se permitía "protestar contra el olvido injusto" de Parchappe, al tiempo de sugerir al municipio bahiense dar su nombre a alguna calle de la ciudad, "un rasgo elegante que enmendaría ese olvido". Mallea, que era admirador de Grousacc, recogió el guante y llevó a la realidad ese pedido.
La avenida Parchappe se caracterizó durante mucho tiempo por su frondosa arboleda de eucaliptus, los cuales fueron retirados en la década del 80 y reemplazados por plátanos, que con distinta suerte van tomando forma en el lugar.