Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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"Todo el mundo conoce a Los Gatos porque estaban en Buenos Aires, pero en esa época también había bandas en Bahía"

El músico bahiense Pedro Giorlandini hizo un sello discográfico y cuenta que quiere volver a la ciudad para armar un centro cultural.

Fotos: gentileza Pedro Giorlandini

   "Hubo bandas en Bahía muy buenas, músicos muy grosos, pero no los conoce nadie y me da bronca que no haya registro. Todo el mundo conoce a Los Gatos porque estaban en Buenos Aires, pero en esa época había también bandas en Bahía, les voy a dar prioridad", dice el músico bahiense Pedro Giorlandini.

   Giorlandini vive en Buenos Aires y armó en los últimos meses un sello discográfico llamado ¡Al fin! Records con el que, casualmente y no tanto, publicó en plataformas digitales solo a bandas y solistas de Bahía Blanca.

   "Se convirtió en eso, somos once entre bandas y solistas y somos todos bahienses. No está cerrado a personas de otro lugar, no sé qué va a pasar. Originalmente empezó porque tenía material discográfico de mi hermano Pablo, que falleció hace cinco años y dejó tres discos grabados", cuenta el compositor y pianista que tiene un trío de jazz y un grupo de punk rock.

   "Si quiero sacar cosas distintas veo qué me conviene, siempre tuve la fantasía de tener un sello. Viene por el lado de los Iencenella: en los 90 sacaron muchos discos, en uno de ellos estoy yo tocando el piano, un tema instrumental, '¡qué bárbaro!' les decía, sobre hacer esta difusión de bandas bahienses y de otros lados del sur argentino. Fue una inspiración", agrega.

   Pedro dice que el trabajo lo "empezó en plena pandemia, encerrado. Como pianista no podía laburar y hacía dos años que tenia el logo y la idea, pero nunca me había puesto. Empecé a subir los discos, armé la pagina. El primero fue uno mío, el segundo de Los Corleone [su banda de punk], después Sergio Beresovsky, tenía discos listos y me dijo que quería sacarlos. Siempre fue una gran ayuda, el primer disco que grabé fue gracias a él y ahora me puso en movimiento para el sello".

   El músico cuenta que luego se sumó Búho Briglia, quien tenia un trabajo solista y también Marcela Sainz, quien no estaba en plataformas digitales. "Somos once en total, por ahora. Otra gente me ha preguntado, pero no tengo ni idea de cómo se hace nada, las tapas, cómo se suben... Entonces hago cosas con mi círculo más cercano", explica.

"Hay gente que es muy valiosa y está en Bahía y no se la conoce. Me da bronca que todo pase por Buenos Aires"

   "A Fede [García Del Cerro] lo volví medio loco, le dije 'Fede, tenés que sacar tu disco'. A la semana ya tenía algo grabado, es un bajista de la puta madre y me mandó un disco de cuatro canciones que está buenísimo", cuenta, y agrega que quiere armar algo con "grabaciones de Adrián Maglia", quien fue su amigo y su profesor de piano y falleció hace unos años.

   Maglia "era un genio y nunca salió de Bahía —sigue diciendo—. También su hermano Fernando, hay un disco de ellos. Rescatar cosas de gente que es muy valiosa, que no tuvieron trascendencia. Hay gente que está en Bahía y no se la conoce. Me da bronca que todo pase por Buenos Aires, por mi laburo viajo mucho pero normalmente no tengo tiempo de ver bandas. En todo el país debe haber gente muy valiosa, pero no las conozco. Yo me fui del 85 de Bahía, aunque siempre voy, estoy en contacto".

   Pero Giorlandini dice que no se conforma con publicar las canciones en plataformas digitales, sino que quiere ir más allá: "La idea es que pase al formato físico, es un delirio porque la gente joven no compra discos. Hay toda una movida de vinilos, pero yo en mi casa tengo la bandeja y los vinilos en cajas. Escucho los CD y suenan mejor que Spotify en el teléfono".

"Estoy pensando en irme a vivir a Bahía, por esto del sello y también para poner un espacio para ensayos, grabar y presentar, un pequeño teatrito"

   "La idea mía es educar, suena pretencioso, pero sale mucha guita grabar un disco. En el celular se pierde muchísimo el audio, no suena como el músico se la imagina..., en mp3 en el celular es un delirio. Si bien me parece también un delirio fabricar discos, tengo ganas de hacerlo, para que se escuche la música como debe ser escuchada", explica.

   También confiesa que tiene ganas de volver a Bahía y abrir un centro cultural. "Estoy pensando en irme a vivir a Bahía, por esto del sello y también para poner un espacio para ensayos, grabar y presentar, un pequeño teatrito, que no quede solo en el disco, que se pueda ir a ver a estas bandas".

   "En Buenos Aires hay tres o cuatro boliches con pianos. En Bahía solo el Teatro Municipal y está cerrado", por lo que su idea es que "haya un espacio con un piano acústico, que se pueda escuchar música de cámara. Tengo un montón de amigos del palo del Conservatorio, son profesores, grandes músicos y no tienen un lugar para presentarse".