Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Una especie de la zona, en peligro de extinción debido al tráfico ilegal

No hay más de 3 mil ejemplares de cardenal amarillo, y por eso se llegan a pagar hasta 600 euros. Su canto y su plumaje los hacen muy buscados.

Fotos: Archivo La Nueva.

   El cardenal amarillo es reconocido internacionalmente como una especie en peligro de extinción. En los últimos 100 años ha sufrido la extracción de su ámbito natural en Argentina -el espinal que se extiende desde el sur de Corrientes al norte de Río Negro-, al punto que en la actualidad hay apenas entre 2.500 y 3 mil ejemplares vivos; existen algunos más en Uruguay y Brasil, pero en cantidades ínfimas. Las estimaciones son por demás pesimistas: si no se cambia radicalmente la situación, la especie podría desaparecer en un plazo no mayor a los 15 años.

  En este marco, un total de 19 ejemplares rescatados de distintas situaciones de vulnerabilidad fueron depositados en los últimos días en cercanías de la reserva natural Laguna Chasicó, en el distrito de Villarino. Pero aún se está lejos de darse el trabajo por terminado.

   En Europa, estas aves se venden a unos 600 euros cada una; en nuestro país se llegan a pedir entre 3 mil y 4 mil pesos. Todo esto, claro está, en forma ilegal. Los ejemplares más buscados son los machos, porque cantan mejor y tienen un plumaje más llamativo, razón por la cual se encuentran entre las especies más buscadas por el tráfico.

 

El hábitat natural de estas aves es el espinal, un área que en los últimos años ha visto disminuida su superficie debido al avance de la frontera agrícola.

 

   Precisamente de allí provenía esta casi veintena de ejemplares. La mayoría fue incautada por organismos estatales a través de la denuncia de ciudadanos, que habían observado cardenales amarillos libres pero en zonas muy alejadas de su área de distribución. Desde el proyecto Cardenal Amarillo de la Fundación Temaikén, se indicó que estas aves podrían haberse escapado de las jaulas donde eran mantenidas o bien fueron liberadas intencionalmente pero en desconocimiento de los correctos procesos para regresar a un animal silvestre a su hábitat natural.

   “Muchas personas se arrepienten de haber mascotizado un animal silvestre y lo terminan liberando en los alrededores de su domicilio sin considerar cuidados sanitarios ni su rehabilitación, e ignorando incluso las necesidades de hábitat de cada especie”, afirmó Alicia De la Colina, coordinadora del proyecto.

   El proceso de liberación no es tan sencillo. Antes de que el animal vuelva a la vida silvestre -si es que alguna vez lo estuvo, ya que algunos pueden haber nacido en cautiverio-, es necesario realizar una serie de estudios, que llegan a incluir un análisis de ADN para determinar cuál sería su hábitat natural: por ejemplo, no son iguales los ejemplares oriundos de Corrientes que los que pueden habitar nuestra zona.

   A esto se suma el desconocimiento propio de los dueños, que -en pocas palabras- habían conseguido un pájaro cantor sin conocer cuál es su dieta, por ejemplo. Muchas de estas aves rescatadas del tráfico se encuentran mal alimentadas y hasta con problemas hepáticos. Por esto, y para salvaguardar su salud, normalmente se los pone en cuarentena y se los somete a una recuperación comportamental, preparándolo para vivir en la naturaleza y responder ante los predadores.

   Esto mismo se indica desde la dirección de Flora y Fauna del ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense, desde donde se pide que no se liberen animales provenientes del cautiverio sin que hayan pasado por un proceso de rehabilitación y por estrictos controles sanitarios.

   “Muchos de ellos no son originarios de la zona en la que se encuentran y tienen la potencialidad de convertirse en especies exóticas invasoras e impactar de forma negativa en el medio ambiente. En otros casos, como el del cardenal amarillo, al ser liberados en zonas no aptas sufren la falta de alimento, la presión de caza por pobladores locales y  la separación de las poblaciones silvestres, impidiendo así su reproducción”, se expresó desde el ente.

 

En los últimos días, en el distrito de Villarino se liberaron 19 ejemplares de cardenal amarillo, rescatados del tráfico ilegal.

 

   Hoy, la amenaza que sufren estos animales, más allá de su sustracción como aves de jaula, está dada también por la pérdida de su hábitat natural por el corrimiento de la frontera agrícola. Esto se ha visto en los distintos lugares donde habitaba, entre los que se contaban el sur de Corrientes, el norte de Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, San Luis, Mendoza, el norte de Río Negro y nuestra región.

   “Como el espinal está muy fragmentado, lo mismo pasa con las poblaciones”, reconoció De la Colina.

   La de Villarino fue la segunda liberación de estas aves que se hace en los últimos meses en esa zona y la cuarta que hace la alianza del Cardenal Amarillo. Se llevó a cabo en un campo en los alrededores de la laguna, con un monte que ya tenía una población estable de estas aves.

   “Lograr que cada uno de estos animales regrese a la naturaleza y tenga una segunda oportunidad es un proceso realmente muy complejo, que requiere el trabajo mancomunado de muchos especialistas, organizaciones y autoridades, pero que creemos que es fundamental para salvar al cardenal amarillo de la extinción”, manifestó De la Colina.

 

Recuperadas

 

   El subsecretario de la Agencia de Energías Renovables y Ambiente de Villarino, Rodrigo Susca, recordó que este distrito ya había sido elegido para ubicar estas aves en peligro de extinción, justamente en el ámbito de la reserva Laguna Chasicó.

   “Fueron recuperadas del tráfico ilegal y rehabilitadas. Entendemos que se recuperaron hace tres o cuatro meses, y posteriormente enviadas a centros de rehabilitación para que aprendan a esconderse y a defenderse de los predadores. Incluso, a algunas se las acostumbra a volar, para que estén aptas para la liberación”, manifestó.

   La iniciativa, completó, corresponde al área de Medio Ambiente de la Nación, desde donde se está haciendo un especial hincapié en políticas de recuperación de aves que se encuentran en vías de extinción y que son víctimas del tráfico ilegal.

   “En este caso han sido 19 cardenales amarillos los liberados en nuestro distrito. Tuvimos la suerte de que los ubiquen nuevamente en nuestra zona”, destacó el funcionario.

 

Dónde denunciar y comunicarse

 

Desde la fundación Temaikén  se solicitó que aquellas personas que observen que estos animales pueden estar siendo cazados o retenidos en cautiverio, realicen la denuncia correspondiente ante las autoridades locales.

También se pueden comunicar con la Dirección de Flora y Fauna del ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense, al correo electrónico dflorayfauna@mda.gba.gob.ar o a los teléfonos  (0221) 429-5206/36.