Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Por la suba de las naftas crecen las consultas por el GNC en Bahía

Como resultado de las variaciones de precios, el uso del gas comprimido, que había cedido mucho terreno en los últimos años, se vuelve a posicionar como una alternativa.

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.
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Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Audionota: Romina Farías (LU2)

   El sainete es una pieza dramática jocosa en un acto, de carácter costumbrista y popular. Lo que ocurre con el precio de los combustibles en nuestro país desde hace años podría de alguna manera encuadrarse en este género: “una pieza dramática jocosa”. 

   Que pareciera no tener fin y que genera de manera cíclica que lo que hoy es una ventaja mañana sea una desventaja. 

   Con la nafta premium superando los 100 pesos el litro, vuelve a posicionarse como una alternativa el uso del gas comprimido (GNC), que había cedido mucho terreno en los últimos años frente a la nafta, como resultado de las variaciones de precio de uno y otro.

   En los últimos meses, el GNC vuelve a surgir como una alternativa para determinadas condiciones y usos vehiculares, con un ahorro que llega casi a los 80 mil pesos para un rodaje de 15 mil kilómetros al año.

   Para la firma GNC Bahía el aumento de consultas por la instalación de equipos de gas ha aumentado entre un 10 y un 15% en los últimos meses, aunque aclaran que eso es algo que ocurre de manera habitual en períodos donde la nafta sufre aumentos constantes.

   Una situación similar detecta GNC Autos del Sur, mencionando que la cantidad de consultas se incrementó “levemente”, sin llegar a ser algo notorio.

   Por último, GNC Autosur no dejó dudas en cuanto al cambio de situación: “las consultas han crecido muchísimo en lo que va del año. De hecho cada vez que se anuncia un aumento de nafta los teléfonos explotan”, mencionó uno de los encargados del lugar.

Los números

   Es bastante simple hacer un cálculo que ayude a considerar la posible instalación de un equipo de GNC, con la nafta súper a 90 pesos el litro y el m3 de GNC a 44 pesos. 

   Los consumos medios que se toman son consumir 10 litros de nafta para recorrer 100 kilómetros y 10 m3 de gas para la misma distancia. Esto representa un ahorro de 450 pesos, es decir del 50%.

   No hay que olvidar en este contexto que Bahía Blanca es una de las ciudades que más se ha dispersado en su crecimiento urbano en los últimos años, lo cual implica que cada vez más gente depende del auto y recorre distancias considerables para sus quehaceres diarios.

   Entre 2010 y 2016 la población creció 0,5% cada año, mientras el área urbana lo hizo en un 2,71%, con un predominio (83%) de los loteos residenciales. 

   Una ciudad extensa como Bahía Blanca demanda mayor inversión en servicios y equipamiento, un gasto mayor para la recolección de residuos y el transporte público. 

   Para sus habitantes obliga a mayores desplazamientos, lo que implica mayores costos y más tiempo destinado a viajar. A eso se suma que en nuestra ciudad se estima la existencia de 160.000 automóviles, entre las de mayor cantidad por habitante en el mundo.

  Por eso cada vez aumenta el número de personas que además de tener más de un vehículo, deben recorrer cada día cientos de kilómetros para concurrir al trabajo, a llevar a sus hijos a la escuela y otro tipo de movimientos.

Las dos

   Son varios los elementos a considerar antes de decidir la incorporación de un equipo de GNC. Un equipo de quinta generación ronda los 75 mil pesos. Para amortizar ese costo se estima tener un recorrido de 15 mil kilómetros al año. 

   Usar gas supone una economía de entre el 50 y el 70% respecto a la nafta. 

   Otras consideraciones: una pérdida del 12% en la potencia del motor, aunque los kits de GNC de 5ta Generación mantienen la potencia original del vehículo. Una computadora integrada recoge datos del regulador y de los sensores para inyectar la cantidad de combustible que requiere cada cilindro. 

   Es un combustible más limpio, sin contenido de plomo ni azufre, que reduce en un 80% la emisión de contaminantes, contribuyendo a evitar el efecto invernadero y con menores emisiones de dióxido de carbono (CO2) y dióxido de azufre (SO2).

   Cualquiera sea la decisión que se tome, siempre habrá una incertidumbre respecto a cómo evolucionarán los precios de cada combustible y ninguna garantía sobre que la ventaja de hoy no sea una desventaja mañana. 

   El diario El País de España acaba de publicar un artículo referido a “la crisis perpetua de la Argentina”. 

   En la nota, Diego Sánchez-Ancochea, profesor de Economía Política en la Universidad de Oxford dice: “Argentina nunca termina de salir de sus crisis: aumentó su deuda en los ochenta, en los noventa trató de resolverlo por las privatizaciones y luego llegó la crisis de 2001. Se crean espacios de tranquilidad, pero no se resuelven nunca los problemas estructurales. Las crisis regresan porque nunca se fueron”. 

   Gas o nafta, esa es la cuestión.