Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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El Municipio espera los permisos para habilitar boliches al aire libre

La comuna y propietarios de boliches habían pedido permisos para abrir sus locales al gobernador Axel Kicillof, pero aún esperan respuestas.

   Mientras el verano llega a su fin y la llegada del otoño aparece como una amenaza ante una posible segunda ola de coronavirus, desde el Municipio confirmaron que aún no hubo avances sobre el pedido de abrir los boliches al aire libre.

   La iniciativa pretende evitar las fiestas clandestinas que todos los fines de semana se realizan en espacios públicos, caminos vecinales y propiedades privadas.Incluso evitar las molestias que miles de jóvenes generan organizando fiestas en el Paseo de las Esculturas y otros lugares de esparcimiento.

   Sin embargo trascendió que aquel pedido hecho al gobernador Axel Kicillof todavía no tuvo respuesta.

    El documento con un posible protocolo se presentó la última semana de febrero. En el mismo se detallaba un protocolo que contemplaba controles de ocupación, implementar un sistema de burbujas, entre otros detalles.

    "Por el momento solo recibimos algunas modificaciones en el protocolo presentado y esperamos una respuesta definitiva", explicó Adrián Jouglard.

    Días atrás, Osvaldo Catini, dueño de un boliche del centro a la situación que están pasando los locales bailables y pidió una solución a las autoridades para de esta manera también terminar con las fiestas clandestinas.

   "Los primeros castigados fuimos los bolicheros, pero se olvidaron de que podía haber fiestas clandestinas. Se podría haber habilitado boliches, con protocolos y controles, pero no lo pensaron ni un poco", dijo en diálogo con Panorama en LU2.

   La actividad nocturna en Bahía viene generando reclamos desde hace varios meses. En diciembre se pretendían habilitar fiestas al aire libre en diferentes locales, aunque horas antes de la Navidad el gobierno de la Provincia de Buenos Aires decidió dar marcha atrás con esa medida, ya que sólo se habilitó la asistencia de apenas 200 personas, número que no cubría los costos de abrir.