La historia ignorada de un pueblo bonaerense: la contaron y ganaron un importante premio
Un grupo de estudiantes de 6º año de la EESNº5 Miguel Bru, de Pigüé, obtuvo el primer puesto en un concurso de cortometrajes organizado por el Senado provincial. Sumaron un capítulo olvidado a la versión oficial: el de los pueblos originarios.

Por Anahí González Pau / [email protected]
Audionota: Florencia Albanesi (LU2)
Pigüé es conocida por ser la única colonia francesa del país ¿pero antes de los franceses qué había? ¿Qué pasó antes de su llegada ocurrida el 4 de diciembre de 1884?
Son las preguntas que se hizo un grupo de alumnos de 6º año de la EESNº5 Miguel Bru, de Pigüé, con motivo de su participación en el concurso Ser Bonaerense en mi localidad, organizado por el Senado de la Provincia de Buenos Aires
Este grupo de estudiantes, con la guía del docente Walter Ditrich, de la materia Producción del Lenguaje, aceptó el desafío y la propuesta de encarar un cortometraje que iba mucho más allá de aprobar la asignatura: había que dedicar muchas horas de trabajo extra escolar y compromiso intelectual.
Las bases del concurso eran un tanto amplias. Había que contar qué era ser, en este caso, pigüense.
Juan Calfucurá, cacique de los pueblos originarios que luchó para defender su territorio.
“A nosotros nos pareció que todas las escuelas participantes iban a hablar de su historia más conocida y de sus atractivos turísticos y, en nuestro caso, nos hicimos otras preguntas”, comentó el docente.
Así, empezaron a indagar sobre los pueblos originarios y la llamada Conquista del Desierto, campaña de exterminio de quienes habitaban en estas tierras para sustraerles sus territorios. Para documentarlo recurrieron a una historiadora local, María Luján Tanco, docente jubilada y especialista en el tema, quien proporcionó material a los alumnos y los guió. Además, se remitieron a artículos periodísticos sobre hechos acaecidos antes de la fundación de Pigüé, algunos de autoría del propio docente, y consultaron documentos y registros en el Museo local.
“El corto (Pi Hue. Encontrando nuestro lugar de encuentro) tuvo una enorme repercusión periodística, muchas vistas. Nuestra idea no era cuestionar la historia oficial local sino simplemente agregarle un capítulo que nos parece que no se cuenta, que es la etapa previa a la llegada de los franceses”, dijo Ditrich.
“Creemos que el objetivo se cumplió porque la gente nos dice que ese es el mensaje que faltaba y había muchas cosas que la comunidad no sabía”, subrayó el docente.
El cortometraje cuenta con una puesta en escena original en la que los mismos alumnos caracterizaron personajes para abordar la temática: el cacique Juan Calfucurá, los fundadores, la figura del gaucho, aparecen en este producto audiovisual que obtuvo un importante premio para la escuela: el primer lugar y 400 mil pesos de premio.
La caracterización de los personajes contó con asesoramiento.
“Nos llevó varios meses de trabajo. Empezamos después del receso invernal. En algunos momentos no estábamos en presencialidad, aunque los chicos eran de la misma burbuja y eso facilitó las cosas”, dijo.
Después de investigar, debieron adaptar los datos a un guión para un relato audiovisual, pensar dónde filmar y buscar las locaciones y la vestimenta para los personajes. El corto debía ser, como máximo, de 15 minutos.
“Al ser grupal, cada toma, cada escena, implicaba un debate, una discusión que hubo que ir dando, sumado al esfuerzo físico de horas de trabajo”, contó Ditrich quien aclaró que la participación del grupo en esta iniciativa fue opcional.
En las sierras, una de las locaciones en exteriores del rodaje del corto.
“A un grupo le gustó la idea y decidió participar siempre teniendo en cuenta que si llegaban a obtener un premio en efectivo sería para la escuela”, explicó.
“Implicó tiempo, adaptar los planos, el vestuario. Los chicos, para vestirse con rigor histórico, consultaron a un ballet folclórico y tuvieron que aprender hasta cómo se arma un chiripá con el poncho para poder hacerlo solos durante el rodaje”, contó.
La escena que representa a los originarios en la Cueva de los Espíritus se filmó en el establecimiento Las Grutas, con la colaboración de la familia dueña del lugar, y para ello tuvieron que escalar las sierras.
Hicieron el ascenso, llevaron el vestuario y el equipo para filmar y estuvieron allí todo el día de rodaje. También filmaron escenas en el Fortín Pavón, en Saldungaray, merced a la colaboración del área de Turismo de Tornquist, la cual les abrió las puertas con hospitalidad.
Usaron drones con la colaboración de Mariano Stella, para hacer tomas aéreas de la localidad. El concurso permitía utilizar imágenes filmadas por otras producciones hasta un 15% del tiempo total. Por ello, la mayor parte de las imágenes son propias.
“Tuvimos que agudizar el ingenio para llevarlo adelante con los pocos elementos con los que contamos en la escuela”, contó.
En este caso, las notebooks no eran suficientes para soportar la edición del video, por lo cual los alumnos realizaron esta instancia en la computadora del docente.
Los realizadores del corto y el docente guía Walter Ditrich.
“Lo que nos gusta es que el trabajo lo hagan los chicos. Más allá de que pueda haber falencias, nos parece más enriquecedor que contratar a un editor profesional”, destacó.
“El video se difundió muchísimo por redes sociales. Fue una grata sorpresa. Lo presentamos unos días antes del cierre. Fue pasando el tiempo y no llegaban los resultados y nos explicaron que se habían presentado 81 trabajos y estaban demorados”, dijo.
El 10 de diciembre les comunicaron al docente, a un alumno referente del grupo y a la directora que habían obtenido el primer premio, y fue mágico. Ellos decidieron no contarlo hasta esa misma noche, cuando los chicos tenían su cena de egreso, para anunciarlo por sorpresa.
“Lo anunciamos en la fiesta de egreso y fue muy celebrado por toda la comunidad educativa”, contó.
Los chicos esperaban el premio, estaban seguros de que iban a ganar.
“Me decían: ‘Profe, tenemos que ganar, fijate donde fuimos a filmar, la idea que tuvimos, la vestimenta, los textos’. Hasta pedimos ayuda en una radio para grabarlos con más calidad”, contó.
El docente, más cauto, les hablaba de que lo bueno era que lo habían logrado, más allá de los resultados, porque sabía que iban a participar escuelas de toda la provincia y que, además, siempre hay una línea subjetiva a la hora de evaluar este tipo de producciones.
“Lo primero que me dijeron fue: ‘Viste, profe, que íbamos a ganar’”, contó con alegría.
Ditrich es periodista egresado de la UNLP y en 1998 se radicó en Pigüé para trabajar en el Semanario Reflejos, medio en el que ejerció su labor hasta hace un año. También realizó el programa de TV Cuarto Poder y es docente de la EESNº 5 desde su fundación, hace 15 años, además de desempeñarse en otros servicios educativos.
“La historia me apasiona y, particularmente, la historia local. Siempre me pregunto por qué no se enseña en los lugares la historia de cada localidad. Aquí, Pigüé, tiene una historia riquísima y personajes históricos que han trascendido las fronteras y no se suelen estudiar en las escuelas”, expresó.
“Es muy lindo conocer lo que pasó en tu lugar. En una escuela con orientación en Comunicación, como la nuestra, podemos indagar sobre estas cuestiones tan cercanas. Eso te moviliza y el trabajo con chicos de secundaria es apasionante”, dijo.
Respecto al cortometraje, estuvieron en cada detalle.
El chico que lo protagoniza, Benjamín Moro, quien va y viene en los tiempos históricos con su celular, no es quien habla. Fue Luca Mendoza quien puso la voz grabada en audios. No usaron diálogos porque era muy difícil lograr la calidad interpretativa de actores y además no tenían los elementos técnicos para filmar con buena calidad y audio en exteriores.
“Pensamos que esa parte del relato podía tener un soporte interesante si elegíamos bien la música”, explicó.
Así, los chicos, chicas y el docente fueron sugiriendo las canciones. El tema de Lito Nebbia, “Quien quiera oír que oiga” (“Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”) lo escucharon interpretado por múltiples artistas hasta que se decidieron por la versión de Ricardo Iorio.
“Los chicos subtitularon todo el video para salvar carencias en el audio y tener en cuenta que estuviera accesible a todas las personas”, destacó el docente y periodista.
El premio, de 400 mil pesos, lo van a destinar a equipamiento para la orientación Comunicación.
“Queremos poner en marcha una radio escolar y esto es un gran empujoncito para completar la cuestión técnica. No tenemos cámara filmadora, siempre pedimos o aportamos los docentes, pero los recursos van quedando obsoletos”, dijo.
La mayor emoción es saber que lo que ganaron estos alumnos será para beneficio de los compañeros que sigan, porque ellos ya egresaron. Ahora, tienen pago un viaje a La Plata para recibir el premio.
“¡Lo más difícil de todo, para el profe, fue subir y bajar la sierra!”, confió Ditrich, divertido sobre esta experiencia a la que no pudo negarse y que trascendió, por el tenor de su mensaje y compromiso, a la comunidad educativa local.
Alumnos: La producción fue realizada por los alumnos Benjamín Moro, Gabriel Sportelli, Tomás Arellano, Nicolás Arellano y Luca Mendoza, y contó con la participación de Yésica Góndola, Milagros Mendoza y Brandon Bravo. El profesor a cargo es Walter Ditrich de la materia Taller de Producción de Lenguaje.
Perlita. El día que fueron al Fortín Pavón, una señora les cerró el portón de ingreso para que filmaran tranquilamente. Había un alumno vestido de gaucho y otro de Calfucurá. Un grupo de turistas que pasaba por ahí empezó a mirar desde afuera sin entender si eran originarios de verdad o qué estaba pasando. Tuvieron que volver a filmar algunas escenas porque, de fondo, se veía la combi llena de turistas anonadados.