La Esperanza, ese club que muchos toman como ejemplo, cerca de cumplir otro sueño
La institución ubicada en Fitz Roy 643 estrenará el piso flotante. “Es uno de los pasos más importantes desde nuestra llegada al club”, dijo el presidente Sebastián Barisone.
Por Mikel Iñurrategui / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa)
El 12 de octubre de 1932 se fundó el Club La Esperanza y desde 1962 ase asentó en su sede actual de Fitz Roy 643.
Pero en su línea histórica podríamos sumar otros dos años que marcaron y marcarán su historia: 2013 y 2022.
En el primer mojón histórico citado corresponde al año en el que Sebastián Barisone, junto a un grupo de amigos, decidió acercarse al club.
“Mi llegada al club fue casi de casualidad. Tenía un dinero ahorrado y estaba buscando un lugar donde invertir para levantar una cancha de fútbol 5. Me comentaron de este lugar y vinimos a verlo”, le explicó Barisone tiempo atrás a este medio.
“Estaba todo abandonado -agregó-. Lo único que funcionaba era la cantina y el cantinero ni siquiera dejaba entrar al que fuera último presidente del club. Así y todo, nos propusimos dejar de lado el proyecto inicial, focalizado en lo comercial, y recuperar la función social de la entidad”, señaló el ahora presidente.
El próximo año será en el que luego de muchas horas de trabajo y esfuerzo, estrenará su piso flotante “uno de los pasos más importantes desde nuestra llegada al club”, admite Sebastián, el líder de un grupo lleno de ganas y pasión en post de un bien común llamado La Esperanza.
Al momento, el club cuenta con unos 150 socios y con dos deportes bien afianzados como el Futsal y Vóley.
La obra
Desde hace unos días, la Comisión Directiva, socios y allegados se encuentran trabajando en la cancha que antes fue de tierra, luego de carpeta de cemento y en pocos días lucirá un flamante parqué flotante.
“Hace poco más de dos años que veníamos proyectándolo. Viendo esto a uno lo motiva muchísimo y ve que se va concretando algo que queríamos todos y que creemos que nos va a dar un salto de calidad y crecimiento muy importante”, explicó Barisone.
Los 450 metros cuadrados contarán, además, con nuevas luminarias tras una puesta en valor de todas las instalaciones.
“Tratamos de arreglar todos los detalles posibles para que cuando esté terminado esté todo al 100%”, contó Seba.
La obra demanda una inversión cercana a los 2 millones de pesos. Costeada con la ayuda de un de un par de subsidios, la colaboración de todo aquel que esté dispuesto a dar una mano y como nueva herramienta la venta de metros cuadrados.
“Nos encontramos con un crecimiento, mucha cantidad de socios y viendo cómo se concretan casi todos los sueños que nos propusimos. Y creo que no fue un plazo tan largo, sino que pudimos ir cumpliendo con las metas a tiempo. Uno por ahí en el día a día no se da cuenta y la gente es la que te lo hace ver”, admitió.
-¿Qué imaginás que puede cambiar con esto?
-Creo que vamos a tener una mayor masa societaria, que nos han requerido en el último tiempo. Vamos a profesionalizar mucho los deportes que ya tenemos, como Futsal y Vóley, ya hay proyectos muy lindos para el año que viene. Y, además, algunos como Patín que se quieren sumar que creo que va a ser una linda comunidad. Y a su vez, esto nos va a servir para ponernos nuevos objetivos y más grande porque la mayoría de los chicos que están nuevos, están muy motivados viendo todo esto.
-Imagino que el empuje de esos chicos y las chicas que viene es clave. ¿Qué te dicen de todo esto?
-Están contentos y empiezan a tomar un sentido de pertenencia hacia el lugar y que se vea plasmado el esfuerzo es como que les da ese empujoncito para hacer lo que ellos tengan que hacer, ya sea representarnos en alguno de los deportes lo hacen con un sacrificio que nos llena de orgullo a todos.
Ejemplo sin quererlo
En esto de levantar un club desde las cenizas, La Esperanza puede decir con orgullo que hizo y hace camino al andar.
“Nos ha pasado que cuando ha salido a la luz todo lo que hacemos, se ha acercado gente de clubes que están abandonados a ver si podemos ir a ayudar. Obviamente que uno les dice que sí, que los apoyamos y los acompañamos, pero no podemos entrar a trabajar porque es imposible abarcar tanto”, contó Sebastián.
“Lo que tratamos de aconsejar -explicó- es que busquen gente con empuje, que con esfuerzo los sueños se concretan. Estamos viendo de que empieza a haber, de a poquito, ese auge de chicos jóvenes que se meten en los clubes y ayudan a levantarlos”, admitió.
-Más allá de que pueden aconsejar desde la gestión, ¿lo que empuja acá a dar ese plus es el sentido de pertenencia, no?
-Sí, tener el lugar es clave. Cuando escrituramos fue el primer gran paso y lograr trabajar con los chicos para que lo sientan propio. Creo que ese es el punto máximo para que podamos lograr esto lo más rápido posible.
-Si bien esperan estrenar la cancha y disfrutarla, imagino que ya están pensando en lo que viene…
-Ya los mismos chicos me están poniendo otros objetivos, que es buscar algunas tierras. El grupo femenino nos está pidiendo para integrar fútbol femenino y tener una cancha por lo menos de entrenamiento. Y los chicos de futsal, más allá de que acá se puede entrenar, en un futuro poder tener una cancha de 20x40 para profesionalizar del toro la actividad. Paso a paso, lo que les dije fue que terminemos bien acá y después vamos por el resto.
-Eso es lo que te lleva a ir por más…
-Seguro, que esto no tenga techa es lo que nos permite seguir avanzando, si en algún momento vemos tiene un techo o que no avanzamos más creo que nos vamos a sentir de otra manera.