Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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En el Gobierno son optimistas, pese a la marea de pronósticos de derrota

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

    “Los partidos hay que jugarlos, y no vamos a descubrir ahora la falibilidad de las encuestas y los intereses de algunos encuestadores”. La frase fue escuchada en una reunión que encabezó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, donde se analizaron las más frescas novedades de la campaña electoral hacia las elecciones generales del 14 de noviembre.

   Ocurrió durante el arranque de la semana al mismo tiempo que el presidente Alberto Fernández y una comitiva “puramente albertista”, como bien la definió un colaborador de la Casa Rosada, estaban de gira por Italia y Escocia para asistir a las cumbres del G20 y del Medio Ambiente.

   En aquellas conversaciones entre Manzur y funcionarios que se quedaron en Buenos Aires, más algunos sociólogos y consultores que suelen trabajar para el Gobierno, lo primero que se dijo y acordó fue algo sobre lo que el tucumano ya había machacado apenas asumió en reemplazo de Santiago Cafiero: que ministros y secretarios, pero también intendentes y aquellos gobernadores afines que tienen “acomodadas” sus campañas locales, deberían salir a la calle para sostener la campaña electoral a través de mucho contacto con la gente. Una escena que, a decir verdad y salvo contadas excepciones, todavía está por verse.

   La novedad excluyente de esos análisis en todo caso fue un poco más allá de esas recomendaciones sobre aquello de salir y ponerse la campaña al hombro. Más bien provino de los números que entregan consultores que suelen hacer sus trabajos para el Gobierno. Por primera vez, y a dos semanas de las elecciones generales, algunos analistas cercanos al oficialismo advierten que no es imposible dar vuelta el resultado de las PASO en la provincia de Buenos Aires.

   Suena a utopía cuando casi la totalidad de las encuestas que se han conocido en los últimos días anticipan que el Gobierno volvería perder las elecciones, para peor las tres más emblemáticas como Nación, provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires. Y en algunos casos se vaticina que será por mayor diferencia que las que se dieron en las primarias del 12 de septiembre.

   Sin embargo los números que maneja el Gobierno contradicen esa eventual debacle: sostienen que Victoria Tolosa Paz habría logrado colocarse a tiro de empate técnico con Diego Santilli, y que la historia podría revertirse si se toma en cuenta otro dato que los consultores tienen chequeado: más del 40 %o del ausentismo en la provincia se produjo como consecuencia del temor al Covid que todavía existía en septiembre y que ahora se encuentra mucho más acotado. Aseguran que buena parte de ese electorado, en especial en la estratégica Tercera Sección que incluye a La Matanza, donde se registró un nivel histórico de ausentismo, votarían ahora por el Frente de Todos.

   “No es cierto que el 'Plan platita’ fracasó, eso lo dice la oposición, la gente recibió muy bien la ayuda, y tampoco es cierto que la campaña del 'Si' no haya surtido efecto, somos los que representamos todo lo que aspira el votante y que pondremos en marcha después del 14”, dice una fuente consustanciada con aquel entusiasmo que se derramó en la reunión que encabezó Manzur.

   El jefe de Gabinete, para más datos, incremento en los últimos días sus reuniones con intendentes bonaerenses y de otros distritos, como también sus contactos personales o vía celular con los gobernadores peronistas, para pedirles que se sumen al esfuerzo final de la campaña. No se conoce hasta ahora el verdadero grado de afectación que intendentes y gobernadores se comprometieron a cumplir tras el pedido de Manzur. Lo único seguro y que pudo ser corroborado, dato que por otra parte ya no sorprende a nadie, es que el único que no contestó a esas llamadas, o lo hizo a través de segundas líneas, fue el cordobés Juan Schiaretti.

   Hay que decir de paso, y es un secreto a voces en los pasillos del Gobierno, que a la par de los afanes por cambiar la historia de las PASO y al menos dar vuelta el resultado en Buenos Aires, Manzur no pierde tiempo y trabaja para su propia cosecha de voluntades destinadas a consolidar el proyecto 'Juan XXIII', como llaman obviamente con tono pontificio a su propia campaña para ser candidato a presidente dentro de dos años.