Monte Hermoso: ¿Qué opinan comerciantes y gastronómicos sobre la restricción horaria?
Algunos se vieron más afectados que otros aunque en líneas generales la mayoría de los consultados coincidió en que, dado el contexto, era preferible tomar esta medida antes que exponerse a más contagios de Covid-19 o al cierre total del destino.
Anahí González Pau
Agencia Monte Hermoso
Comerciantes y gastronómicos de Monte Hermoso consultados por La Nueva. opinaron sobre el impacto del toque de queda sanitario nocturno –que comenzó a regir el pasado lunes- que suspende la actividad comercial desde la 1 hasta las 6 de la madrugada.
David Quintana, propietario de El Viejo Rodeo, se refirió a la medida y habló de lo que va de la temporada.
“Hasta el momento, en mi rubro, la medida no incidió en demasía. No hemos tenido días espectaculares por lo que la gente subió temprano de la playa. He llegado a la 1 de la madrugada, prácticamente sin gente en el restaurante. Sí escucho que molestó un poco en otros rubros”, dijo.
Asimismo consideró que, teniendo en cuenta la situación de la Pandemia, tener una temporada “medianamente” normal le resultaba aceptable.
“Es una temporada mediocre, falta mucha gente en la semana, los fines de semana levantamos un poco, pero llegaremos a un 50% de la gente que había en la temporada anterior y el trabajo es directamente proporcional a eso”, advirtió.
“Es lo que sabíamos que iba a pasar aunque no queríamos que pasara. Uno tiene, interiormente, la necesidad de trabajar después de estar tanto tiempo cerrado. La realidad es esta: poca gente, poca plata y no mucho más. Sin embargo, en mi caso, que tengo personal, es preferible un poquito, a nada”, reflexionó.
Por su parte, Walter Stremel, dueño del parador Roxys, aseguró que a pesar de las restricciones, hasta el momento la gente respondió muy bien.
“La gente grande, las familias y parejas, tienen una necesidad increíble e imperiosa de salir y de divertirse”, dijo el gastronómico.
“Hace 20 años que estoy en la playa y puedo decir que veo que la gente necesita sacarse esa mochila pesada y cargada de lo que fue el año 2020. Esperemos que todo se solucione lo antes posible”, agregó.
“Es prematuro hacer un balance de la temporada. Respecto a la medida, veremos cómo se da el ingreso de turistas a Monte Hermoso, si la gente responde al lugar turístico y se anima a venir”, dijo.
“Se trata de que cada una de las personas que ingresan a un lugar turístico así como los responsables de brindarles el servicio pongamos la mejor voluntad”, expresó.
Por último añadió que desde el sector gastronómico hay muchas ganas de trabajar, de generar ingresos por el año perdido y hay proyección en el 2021 y 2022, con la expectativa de que todo vaya mejorando de a poco.
Carlos Ramil, propietario de la Heladería Il Tramonto, ubicada en Faro Recalada y Gregorio Juárez, también brindó su parecer.
“Hasta la una de la mañana, lo veo bien. Si bien nos afecta, por el rubro que tenemos, prefiero esto antes que tener que cerrar a mitad de febrero totalmente, como nos pasó el año pasado en marzo cuando ni siquiera pudimos tener fines de semana largo”, recordó.
“Cuando se hablaba de cerrar a las 11 –a las 23- sí nos parecía una locura porque los días en que está lindo la gente sube muy tarde de la playa. Pero preferimos cerrar a la una y no que en febrero se cierre todo y no pueda entrar nadie”, dijo.
En cuanto al balance por los primeros quince días de la temporada aseguró que viene bastante tranquila y que, según su percepción, todavía no arrancó.
“Estimamos que viene entre un 20 o 30 por ciento menos de gente que el año pasado”, dijo.
Aseguró que se trabaja bien el fin de semana pero que se nota mucho en la semana que hay poca gente.
Facundo Morales, encargado del pub restaurante Las Rosas (en peatonal Dufaur, casi esquina Faro Recalada) aseguró que el impacto económico fue grande.
“Nos afectó muchísimo, estábamos trabajando medianamente bien hasta las 3.30, pero ahora, hasta la una, es diferente. Cuando el día está muy lindo la gente sube tarde a comer para aprovechar la playa y no llegamos ni a arrancar la noche que nos tenemos que ir a dormir”, dijo.
“No somos los únicos perjudicados, en la otra peatonal –por la Dorrego- está pasando lo mismo y hasta tuvieron que reducir personal. Estamos complicados”, evaluó.
En cuanto a la temporada aseguró que se sintió la baja en la afluencia de turistas.
“Ha sido un nivel muy bajo, estamos acostumbrados a trabajar con muchísima gente y no vimos la peatonal llena como en años anteriores”, expresó.
“La gente está guardada porque tiene miedo a contagiarse, porque no tiene plata y porque todo es complicado. Acá cumplimos con todos los protocolos que pide la municipalidad pero es muy difícil sentar a la gente a cenar tranquila”, dijo.
Silvina Arza, propietaria de Sol y Luna (Lencería), aseguró que es flexible a la hora de comprender el momento que se está viviendo y gestionar la crisis que se está transitando.
“Soy muy flexible a la hora de habituarme a lo que estamos viviendo porque esto a es a nivel mundial. Acompaño al gobierno de turno por ética comercial y respeto toda norma de sanidad a realizar. El restringir horarios es una parte de cuidar para que todos estemos bien”, dijo.
“La primera quincena de enero para mí es más que positiva, ya que en julio-agosto de 2020 se comentaba que no iba a haber temporada. Estar viviendo esta temporada 2021 me genera gratificación y alegría, cada temporada no es más que un plus para Monte”, destacó.
Por último, brindó un mensaje positivo.
“Espero, con toda humildad, que mis palabras ayuden para que estemos tranquilos, seamos pacientes y respetuosos. Para que todos estemos bien, presentes en lo que nos está sucediendo”, concluyó.