Ingenieros de la UNS participaron en la creación del satélite argentino SAOCOM
"Ver el cohete despegando en Cabo Cañaveral, con nuestro diseño adentro y saber que una parte mía está volando en el espacio es un orgullo", contó Gabriel Toledo.
Por Mauro Giovannini / [email protected]
"Elegí la UNS porque era y es una de las mejores del país".
Gabriel Toledo tiene 47 años, nació en Rawson y cursó la secundaria en el colegio técnico salesiano Dean Funes de Comodoro Rivadavia. Hasta que tomó una de las mejores decisiones de la vida: vino a Bahía Blanca a transitar la carrera de Ingeniería Electrónica.
"Mi hermano mayor (Luis) estaba estudiando allá, en la Universidad Nacional del Sur, así que aprovechamos el departamento. Todavía no estaba la carrera de Ingeniería Electrónica en Comodoro y era algo que quería hacer, que siempre me interesó, así que elegí la UNS porque era y es una de las mejores del país", le contó a La Nueva.
El último domingo, junto a su hermano gemelo Gerardo, vivió desde Bariloche el lanzamiento del satélite SAOCOM 1B.
"Me recibí en una época bastante complicada del país, en 2001, conseguí trabajo en Comodoro y estuve ahí y también en Neuquén. Durante un tiempo busqué cambiar de rumbo y me interesaba mucho lo que se hacía en INVAP, así que dejé mi currículum hasta que finalmente se abrió una ventana de oportunidad e ingresé en 2007. Desde ese momento me mudé a Bariloche y empecé a trabajar para la empresa", relató.
La Bahía "verde", el Club Universitario y sus docentes permanecen en el recuerdo de Gabriel.
"El cambio de ciudad fue bastante abrupto, porque salí de estepa de la Patagonia y Bahía Blanca tiene mucho verde. La vida allá y la gente que conocí me dejaron una muy buena e inolvidable experiencia, el ambiente universitario que se genera es intenso y la oportunidad de estudiar en una universidad pública y con el nivel de docentes que allí dan clases es algo que no se encuentra en cualquier lado", recordó desde Bariloche.
En nuestra ciudad conoció a quien hoy es su esposa, por eso "de vez en cuando voy porque está su familia allá y cuando podemos nos acercamos. Ella es bahiense, la conocí en el Club Universitario… Ese es otro de los grandes recuerdos que tengo (risas)".
El satélite argentino de observación de la tierra, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) fue lanzado este domingo a las 20:18 (hora argentina) desde las instalaciones de la empresa SpaceX, en Cabo Cañaveral, Estados Unidos, a bordo del lanzador Falcon 9.
"Ingresé al proyecto del SAOCOM en 2009. Mucha gente de la empresa trabajó en el satélite, un proyecto muy a largo plazo. Comencé a trabajar en el diseño y en uno de los tantos subsistemas que componen la carga útil, el instrumento SAR (sigla en inglés de Synthetic Aperture Radar). También estuve trabajando en ensayos de otros subsistemas en los cuales se reproducen las condiciones donde va a estar el satélite", mencionó Toledo.
El lanzamiento fue el resultado de más de 10 años de trabajo, con el aporte de más de mil profesionales y 80 instituciones y empresas del sistema científico tecnológico nacional, y completa la Constelación SAOCOM, que representa la misión espacial más ambiciosa de nuestro país.
Brindará importantes servicios para la producción agropecuaria y la gestión de emergencias ambientales, entre otros aspectos. También completa junto al SAOCOM 1A el Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE).
"Después de más de 10 años se ven los resultados, por eso hay que tener visión de futuro y constancia y estar enfocado en el resultado final. Hay gente que estuvo trabajando desde mucho más tiempo que yo. Uno mantiene las ganas y el entusiasmo porque es parte de un gran proyecto. Un satélite fabricado en el país es algo increíble, que no muchos en el mundo pueden. El orgullo que se siente es fabuloso", dijo al respecto.
— ¿Cómo viviste el momento del lanzamiento?
— Los diseñadores no estamos en la parte del lanzamiento. Lo viví desde mi casa, vi a mis compañeros festejando en ese momento y por suerte viene todo bien. Nos dejó mucha satisfacción.
— Imagino que son sensaciones difíciles de explicar, pero ¿lo podés contar en palabras?
— Es un sentimiento que tiene orgullo y satisfacción. En mi caso, trabajo en una empresa argentina, en el contexto del país, sabiendo lo difícil que es todo. La satisfacción te da ganas de continuar, borra las frustraciones y problemas que uno atravesó durante todo este tiempo y te llena de orgullo. Estar en Argentina y poder participar de esto es algo increíble. Ver el cohete despegando en Cabo Cañaveral, con nuestro diseño adentro y saber que una parte mía está volando en el espacio es un orgullo.
— ¿También participaste de la creación del SAOCOM 1A?
— Cuando comencé a trabajar se estaba fabricando el 1A. Este es una réplica aunque con algunas diferencias, como yo con Gerardo más allá de que el paso del tiempo nos ha hecho que tengamos algunas diferencias (risas). Son hermanos, están hechos con la misma electrónica; se trata de respetar lo que está fabricado, probado y funcionando ya que cada nuevo diseño nuevo lleva mucho tiempo y costos.
— Con Gerardo construyeron un camino similar que se enlazó más aún con este proyecto...
— Sí, mi hermano también participó. Él está en Bariloche e hizo un recorrido parecido al mío. Estuvo en otras áreas acá hasta que nos cruzamos en el proyecto del SAOCOM. En realidad, gran parte de la empresa trabajó en este proyecto, muchos egresaron de la UNS.
El satélite SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas) se convirtió en el satélite SAR en banda L con mayor performance que existe en el planeta al momento y es por esta razón que ha despertado mucho interés en la comunidad científica internacional por hacer uso de los datos que se generen.
Otro motivo de orgullo para la familia Toledo... y para la Universidad Nacional del Sur.