Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Todos pedalean: a Bahía llegó el boom de comprar bicicletas

Las ventas crecieron a niveles inesperados y los comerciantes del rubro coinciden en que nunca hubo un explosión similar como la que trajo la pandemia de coronavirus.

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Por Sergio Prieta / sprieta@lanueva.com
Audionota: Romina Farías (LU2)

   Pedalean en grupos, solitarios, con las cubiertas negras e impecables. Se nota que sus bicicletas son casi nuevas y son hombres y mujeres de entre 15 y 70 años. 

   Además de otros cambios de hábitos que trajo la pandemia por el coronavirus se generó una inesperada explosión en el mercado de las bicicletas, y es tan impactante que ni los propios comerciantes del rubro salen de su asombro.

   Bahía Blanca vive el boom del paseo en bicicleta y las ventas aumentaron cómo nunca antes. Mucho más teniendo en cuenta que julio, uno de los meses más fríos y de pocas ventas del año, marcó una especie de récord que no tiene precedentes.

   Así lo confirmaron varios bicicleteros con mucha historia en la ciudad al ser consultados por La Nueva.

   En líneas generales aseguran que las ventas se cuadruplicaron en el último mes, al punto de llegar a tener problemas de desabastecimiento.
Algunos tuvieron que cerrar los talleres de reparación porque no hacen a tiempo a armar las bicicletas que les compran y tienen una demora de 72 horas para poder cumplir con el pedido.

    “Hace 50 años que ando en bicicleta y lo que veo en este momento no lo vi nunca antes”, dijo Juan Carlos Miconi, uno de los comerciantes más reconocidos de la ciudad. 

   “La Carrindanga, el parque o cualquier espacio público explota de gente que sale a pedalear y me sorprende la cantidad de nuevos ciclistas de todas las edades que han decidido sumarse a esta movida”, añadió

   “Estimo que se cuadruplicaron las ventas y eso se nota en la calles o rutas. Antes a la Carrindanga iban quienes entrenaban para competir, pero ahora todos los días de la semana está lleno de gente, es algo masivo. En el mundo hay una revolución por la bicicleta y Bahía no se queda al margen”.

   “En estos momentos hay una sobreventa de bicicletas que ha llevado a las fábricas a demorar la entrega de pedidos en unos 40 días y no tienen mercadería, porque no dan abasto. En nuestro caso, en este momento tenemos unas 30 bicicletas vendidas pero no las podemos entregar porque no están armadas”, agregó. 

   Los ciclismos bahienses estuvieron cerrados desde el 17 de marzo hasta mediados de abril. Luego pudieron abrir para realizar ventas online y semanas después para atender a la gente en los locales. A partir de entonces comenzó el interés.

   El modelo más elegido son las de mountain bike rodado 29, que vienen en diferentes talles de acuerdo a la estatura del ciclista. Las más económicas arrancan en los 27.000 pesos y dependiendo de los materiales del cuadro (fibra de carbono o aluminio) o implementos (cantidad de cambios y si son electrónicos o no) pueden superar ampliamente los 100 mil.

   “Todos los días tenemos una fila de 10 personas esperando para ingresar al local. Tuvimos que cerrar el taller de reparación porque no podemos hacernos cargo de la demanda. Proyectamos que si todo sigue así, para el verano no va a haber bicis para vender”, afirmó.

   Consultado por las causas del mayor interés dijo que “creo que tiene que ver con que no se quiere usar el transporte público por temor y que, además, Bahía es una ciudad ideal para recorrer o ir a trabajar en bicicleta: en apenas media hora podés llegar de una punta a la otra”.

   “La realidad es que la gran demanda que hubo en estas semanas complicó el trabajo porque para la época del año que vivimos la venta superó las expectativas”, reconoció Federico Mesa Stortini, dueño de otro reconocido ciclismo del centro.

    “Hay varios factores en todo esto: el temor de usar el colectivo y que mucha gente no puede ir al gimnasio o gastar en vacaciones, viajes y en otras salidas. Eso ha llevado a comprar una bici, sobre todo desde que el Municipio autorizó las salidas recreativas”, opinó.

   “Esto es algo fuera de lo común para el invierno y las fábricas que ensamblan, que funcionan en Capital o el Conurbano, no llegan a satisfacer la demanda porque trabajan con menor cantidad de empleados y horarios reducidos”, agregó.

   Además contó que hubo otro incremento importante en la cantidad de gente que sacó alguna bici vieja para arreglarla. 

   “La verdad es que hay mucho trabajo y es una tendencia que se da en todo el país. Hasta nos preocupa el stock”, señaló.

   Hugo Bautista tiene una de las bicicleterías de mayor trayectoria y coincidió con sus colegas para asegurar que “es impresionante el trabajo que estamos teniendo, tanto en ventas como en reparación: mucha gente sacó la bici que tenía abandonada en algún galpón y nos pide que la pongamos a punto”.

    “No vamos a llegar al desabastecimiento total, pero sí hay algunos problemas con los repuestos o algunos implementos que vienen de las metalúrgicas, que están trabajando de manera limitada”, sostuvo.

   Agregó que el pago obligatorio de parquímetros y la reducción en el uso de colectivos también e influyó en esta nueva fiebre del pedaleo. 

   “Muchos otros compraron bicicletas nuevas porque ven que la gente sale a la Carrindanga y tienen ganas de pasar tiempo al aire libre y dejar de estar encerrados”.