Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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"En la medida que no diagnostiquemos, la transmisión va a ser aún mayor"

El médico infectólogo Diego Maurizi advirtió que "se están haciendo pocos testeos" y que "más adelante nos vamos a lamentar porque no cortamos la cadena de contagios antes, cuando era más fácil".

Foto: archivo-La Nueva.

Por Mauro Giovannini / mgiovannini@lanueva.com

   El infectólogo Diego Maurizi señaló que "en la medida que no diagnostiquemos, los casos van a seguir apareciendo cada vez más y la transmisión va a ser aún mayor", en relación al avance del COVID-19 en nuestra ciudad.

   En ese sentido, advirtió que "más adelante, tal vez en un mes, 45 o 60 días, nos vamos a lamentar porque no cortamos la cadena de contagios antes, cuando era más fácil".

   "Se están haciendo pocos testeos. Hoy en día, al haber circulación comunitaria, tengo que pensar que cualquier síntoma sospechoso de enfermedad respiratoria es un coronavirus hasta que se demuestre lo contrario", le contó Maurizi a La Nueva.

   En concordancia con la infectóloga Laura Giordano, quien manifestó que "hay que aumentar la cantidad de hisopados para saber dónde estamos parados", el médico sostuvo que "debemos diagnosticar lo más rápidamente posible a todos los casos que tienen síntomas porque en la medida que se haga, va a ir disminuyendo la posibilidad de contagio. Es una inversión de ahora para el futuro, para volver a tener pocos casos". 

   "Todas las guardias de los hospitales o centros de atención primaria de Bahía Blanca deberían tener la posibilidad de hacer testeos. Eso hay que gestionarlo, ver la posibilidad de conseguir cómo se hace la toma de muestra, cómo se envía hacia el Hospital Penna; la logística lleva una gestión que me parece que es la que hay que hacer", añadió.

   Mientras que en cuanto a la circulación comunitaria del virus, el profesional apuntó a las reuniones familiares como principal vía de contagio.

   "La circulación lo que nos muestra es que las maniobras de distanciamiento no se están cumpliendo. Me parece que no se cumple en el ámbito privado, porque en el laboral existen protocolos al respecto. Uno puede dudar si esos protocolos se vigilan, pero al menos hay una normativa establecida. Lo que me parece es que la gente no entendió que esa normativa que se aplica en un comercio, es trasladable, su espíritu, a lo que es una casa", dijo.

El Frente de Todos pidió más testeos y, de ser necesario, hacer "bloqueos comunitarios"

   En otro orden, el infectólogo ofreció su postura sobre los termómetros infrarrojos (tipo pistola) que miden la temperatura corporal y que se utilizan mucho en el acceso a comercios y supermercados.

   "Muchas veces a uno le toman la temperatura y marca 34 grados. Eso no es confiable, no porque la pistola no esté indicando bien, sino porque la piel no expresa la temperatura que yo estoy teniendo internamente. La piel es un mecanismo de regulación de temperatura. Pero es lo único válido que tenemos y, frente a nada, me parece una buena opción para establecer una barrera y para que la gente sepa que se está controlando y recuerde que si tiene fiebre y tos, no tiene que salir de la casa", mencionó.

   — ¿Se podrían realizar otro tipo de controles, cómo los test de olfato?

   — La prueba de olfato es una buena idea, pero es incómoda si estamos en un comercio. Por lo menos, además de tomarme la temperatura, sería bueno que me pregunten si he notado dificultades para el olfato, porque por ahí mucha gente eso no lo valora y hoy es importante. Quizá, puedo tener dificultades para el olfato y no tener temperatura, tos o nada. Una de las maneras que debuta esta infección es la famosa anosmia. En base a eso se lo deja ingresar (al local) o no. Si la temperatura da alta, es importante; pero si da baja, no quiere decir nada, pierde sensibilidad el método.

   — Es difícil mantener la responsabilidad después de más de cien días, ¿no? Y no existe un protocolo familiar.

   — La gente que vive en una misma casa no tiene que tener ningún protocolo más que lavarse las manos o limpiar los zapatos con lavandina cuando viene de afuera, aunque esto último ya no tenga mucho sustento. Ahora, si yo vivo con un abuelo de 70 años, mucho más tengo que cumplir las normas de distanciamiento cuando salgo y trabajo en un comercio. Y en mi casa no puedo andar recibiendo visitas, ni hacer un cumpleaños o festejar el Día del Padre o del Amigo. Debido a eso hemos tenido una cantidad de brotes y la diseminación comunitaria del virus.

   — Lo que está claro es que se necesita diagnosticar más...

   — Hoy, al cambiar la epidemiología de la circulación del virus, a una persona que tiene fiebre y tos, alguien le tiene que hacer un diagnóstico. Si tiene obra social, tendrá que hablar con su médico, mandar por WathsApp el pedido y se soluciona; inclusive, se va a hisopar a la casa. Pero si no tiene obra social ni recursos, hay que darle una respuesta a eso.