Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Cómo es un hospital de Bahía por dentro en tiempos de coronavirus

Profesionales hablan sobre las nuevas divisiones, las incorporaciones novedosas, los tipos de vestimentas y otras particularidades.

Fotos: Jano Rueda y Emmanuel Briane-La Nueva. / Edición de video: Francisco Villafáñez

Por Belén Uriarte / buriarte@lanueva.com

 

   El coronavirus trajo innumerables cambios en nuestra cotidianidad y el sistema de salud no escapa a ellos. 

   Acceso restringido, nuevas divisiones, puertas que ya no abren y más barbijos que de costumbre. Los hospitales modificaron por completo su estructura y también su funcionamiento. ¿Qué pasa dentro de estas instalaciones que suman casos de COVID-19 al tiempo que esperan un incremento de otras enfermedades respiratorias?

   Autoridades del Hospital Italiano, ubicado en Necochea al 600, abrieron las puertas para mostrar cómo funciona el centro de salud, qué espacios se modificaron y en qué consisten esos novedosos artefactos que se emplean para casos sospechosos y confirmados de COVID-19.

   Antes de ingresar, un breve repaso. El hospital tiene tres pisos, 17 servicios —que permiten dar un servicio integral a la persona, según detalla su presidente—, un laboratorio y otras 9 especialidades en consultorios. Desde la llegada del coronavirus solo se atienden emergencias, urgencias y a pacientes oncológicos, por lo que las cirugías también están restringidas.

 

Ingreso y desinfección

   Antes de entrar hay unas estructuras con la leyenda "ATENCIÓN EMERGENCIA CORONAVIRUS", divididas por un pasillo que conduce al hospital. Dentro de esos contenedores —dos para adultos y uno para pediatría— funciona la guardia. Ahí se revisa a cada paciente antes de determinar su ingreso o no al hospital; si hay sospecha de coronavirus se le realiza el hisopado y se decide a qué sector debe dirigirse para continuar con la atención.

   En la entrada tradicional al hospital está la portería. Cuando una persona se acerca, el portero sale y pregunta el motivo de la visita: si necesita ir a la guardia se la guía hacia los contenedores y si fue convocada por personal médico se revisa el registro donde los profesionales dejan anotados los nombres de los pacientes que van a acudir.

   Ni bien se entra al hospital —donde ya no está la puerta giratoria y hay un espacio previo para esperar si hace frío— hay que seguir el protocolo: colocarse alcohol en gel en las manos, acceder al control de temperatura y pasar el calzado primero por una alfombra descontaminante y luego por un trapo de piso, ambos con lavandina diluida. Por supuesto, nadie ingresa sin barbijo; en caso de no tener, el hospital le ofrece uno elaborado en el sector de costura.

   —Quienes controlan el ingreso y limpian son las piezas fundamentales del hospital. Cuando ingresa un paciente, el escuadrón de limpieza va detrás —destaca Pablo Tentoni, subdirector médico del Hospital Italiano.

Limpieza en la entrada al hospital.

   Los profesionales de la salud, en tanto, tienen su propio ingreso: el sector de cochera. Al igual que en la entrada principal, hay un puesto de control donde son sometidos al mismo protocolo que los pacientes, con el agregado de la prueba de olfato.

Indicaciones en el sector de ingreso del personal de salud.

   —En la puerta están las regulaciones: qué tipo de ropa tenemos que usar. Venimos con ropa de calle y después nos cambiamos. Por ejemplo, si estoy en contacto con pacientes me pongo el ambo de circulación y la máscara facial; si entro a un área de coronavirus me cambio la ropa para esa atención (camisolín hemorrepelente, botas, guantes, cofia, barbijo N95 y máscara) y cuando salgo del área COVID, si sigo trabajando, me cambio y me pongo el ambo de circulación, el barbijo quirúrgico, la máscara y atiendo; y cuando me voy me tengo que sacar todo eso y ponerme la ropa de calle —detalla Tentoni.

Sector de guardia.

   Vale destacar que en el sector de guardia el médico evalúa a los pacientes y avisa al Comité de Crisis qué tipo de atención se está realizando, si requiere internación o no. El Comité revalúa el caso y decide su ingreso o no al hospital; y en caso de entrar, a qué sector se dirige y cómo. El control, generalmente, incluye la parte epidemiológica (en la guardia también se efectúan hisopados), la parte clínica y una tomografía de tórax, que se evalúa en tiempo real para decidir si ese paciente se interna en área COVID o no COVID de pediatría, clínica médica o terapia.

 

COVID-19: detección, internación y traslado

   Cada persona que ingresa con confirmación o sospecha de COVID-19 es transportada dentro de una cápsula transparente con una manguera que deposita el aire que exhala el paciente en un recipiente y evita que el virus se propague por el hospital.

Cápsula para el traslado de pacientes sospechosos o confirmados.

   —Qué desesperante para quienes sufren claustrofobia...

   —Fueron diseñadas transparentes por ese motivo —dice el presidente del Italiano, Francisco Nardelli, mientras despliega una cápsula sobre una camilla —Las diseñamos con (la empresa) Francisco Lonas; tienen dos horas de autonomía de batería, por lo que sirven para traslados de la zona, y como es 12 volts puede ir enchufada a la ambulancia. 

   La misma función cumple la escafandra, un dispositivo desarrollado por el neumonólogo Julio Silio para el traslado de pacientes con sospecha o confirmación de COVID dentro del hospital y para el momento de la inspección médica en las habitaciones.

   —Este es un virus respiratorio, el ser humano se infecta por la saliva o las secreciones respiratorias, entonces lo que hay que aislar es la salida del aire del paciente, que no te tosa en la cara. La escafandra se ajusta a la cara del paciente (al que se aisla con un plástico); por uno de los laterales se le hace el suministro de aire y por el otro orificio el paciente exhala. Para no contaminar, el aire va por un caño desde las camas a las bocas de la presión negativa (que dan al exterior). Si uno tiene que circular con el paciente de un lugar al otro, por ejemplo para una tomografía, el paciente va con esta máscara en la camilla y en el extremo se coloca un filtro para que el aire sea filtrado y salga venteado —explica el subdirector médico, Pablo Tentoni.

Tentoni con la escafandra.

   Algunos pacientes llegan en ambulancias y otros son derivados desde la guardia. Siempre que hay sospecha, se realiza el hisopado.

   —La toma de muestra se hace afuera por eso consideramos que es un hospital seguro, está todo muy sectorizado y controlado. La consulta por chicos es mucho menor y el protocolo es el mismo para adultos y pacientes de pediatría —dice Tentoni.

Guardia médica (contenedor).

   Agrega que si bien el procedimiento es incómodo, no es doloroso y se realiza de forma rápida. Una vez que se obtiene la muestra, el resultado "depende de la disponibilidad del laboratorio; pero en 12, 24 o 48 horas, en condiciones normales, tenés que tener el resultado. Trabajamos con nuestro laboratorio, que funciona acá y es de la cadena LACI".

   Los pacientes que ingresan son llevados a distintos sectores según la gravedad. En el sector COVID no se permiten acompañantes ni visitas por lo que la persona internada (si puede hacerlo) está en contacto con sus familiares por teléfono. En esas áreas también hay televisores y una guardia de apoyo psicológico para todo aquel que la solicite.

Los médicos Tentoni y Sofía.

   —Los partes médicos del área COVID también se dan de forma telefónica, excepto casos extremos donde se pide que vengan —señala Tentoni.

   —El familiar solo ingresa en casos extremos. La otra vez tuvimos un paciente que tenía un problema de conducta, entonces sí tenía que estar la mamá —agrega Gustavo Sofía, Jefe de Servicio de Cirugía General.

   El sector está tapiado y la división se observa perfectamente al subir al segundo piso. Ahí, la circulación está cortada: solo se puede girar hacia la izquierda y en el extremo un cartel avisa que no se permite el ingreso. Los médicos explican que del otro lado está tapiado exactamente igual.

Terapia intensiva.

   ¿La mayor novedad del sector? Unas chimeneas plateadas que pueden observarse en el exterior de la parte trasera del hospital. Salen desde las habitaciones COVID y forman parte del sistema de presión negativa que instaló el hospital en abril.

   —Son las tomas de aire para los circuitos de ventilación de los pacientes que pueden tener o tienen coronavirus. El aire que sale por ahí no se ventea en la habitación, como siempre se hizo, sino que se filtra y se ventea al exterior, con la protección de que está filtrado [...] Hay presión positiva en los pasillos y presión negativa en las habitaciones. ¿Qué quiere decir eso? Cuando abro la puerta de una habitación entra el aire del pasillo donde estoy, lo chupa la habitación y lo ventea; no me viene el aire a mí ni queda dando vueltas por el hospital.

Nuevo sistema de ventilación en sector COVID.

   —¿Entonces el virus está en el aire?

   —La mitad de la biblioteca dice que el virus no permanece en el aire y la otra mitad dice que sí. Nosotros, por las dudas, hacemos de cuenta que sí y por eso se hizo todo esto. Este invento es de la tuberculosis, por eso las habitaciones viejas en los centros de tuberculosis eran muy altas, para que el aire con el virus fuera arriba y se venteara. Esto se hizo ni bien salió esta emergencia sanitaria, se dijo "tenemos que hacer esto" y a los 10 días ya lo teníamos.

   Tentoni destaca que si bien hubo personal del hospital infectado, hasta el momento los contagios no se originaron dentro del centro de salud.

   —Todo esto fue posible porque se combinaron varios factores: tenemos un centro de cirugía torácica, neumonólogos en el comité de crisis, el presidente del Consejo Directivo es un ingeniero y el director operativo (Víctor Isgró) es un licenciado con amplísima experiencia en dirección hospitalaria y militar, que organizó al hospital como si fuera una guerra y nos dio una visión diferente de la situación. Él lo vio como un combate y nos organizó de una forma distinta a la que teníamos nosotros; indudablemente era la acertada.

Tentoni con el presidente Nardelli explicando el cuadro de situación.

   Además de la división de sectores y la primera atención fuera del hospital, las autoridades sanitarias también desarrollan a diario un cuadro de situación para saber la disponibilidad de camas, de personal médico y de insumos. Esos números permiten revaluar constantemente la situación y tomar decisiones.

 

Cambios en el hospital

   Tal como indican sus autoridades, el Italiano —como cada hospital de la ciudad— no es el que era a principios de marzo. Con accesos bloqueados, mostradores blindados y espacios cerrados como unidades de combate, tuvo que acostumbrarse a un nuevo funcionamiento.

   El cambio más notorio es la división entre sector COVID y no COVID, cuyos límites se construyen de acuerdo a la situación epidemiológica de Bahía Blanca. 

   —Uno puede cambiar o reasignar camas de un lado a otro. Cuando se necesitan camas, juntamos gente de la misma condición epidemiológica —que sean positivo, más o menos de la misma edad, que hayan desarrollado los síntomas de forma similar porque no podés mezclar al que lleva una semana con COVID-19 con uno que lleva un día— o ampliamos camas designadas para coronavirus. Por ejemplo, si explotara todo, se interrumpen las cirugías y todo el hospital pasa a ser coronavirus: todas las áreas restringidas se abren y el hospital queda abierto —explica el subdirector médico.

   Esos sectores están delimitados por una pared y en el área de coronavirus cada paciente está en su habitación privada con el sistema de presión negativa. Son divisiones que en el verano no existían; por aquel entonces había libre circulación en escaleras y pasillos. Desde fines de marzo a esta parte, las paredes se llenaron de señalizaciones y carteles.

   Otro cambio es que no están funcionando los consultorios externos dentro del hospital —hay atención en consultorios particulares— para evitar la circulación interna. En casos muy específicos, el médico completa una planilla epidemiológica con los datos del paciente y avisa en portería que ese paciente va a concurrir.

   —Disminuyeron algunas consultas, el problema es que esas consultas que no se hicieron en tiempo y forma llegan más complicadas después. En cuanto a lo respiratorio parecería que disminuyeron los casos, por ejemplo, en la parte de pediatría han bajado las bronquiolitis. Probablemente los cuidados respiratorios nos ayude a que no tengamos ese tipo de patología estacional —señala el cirujano Tentoni.

   —Los sectores de internación y oncología se dividieron porque el flujo de pacientes de oncología es muy alto y no queremos que se amontonen personas. Ahora estamos con emergencia y oncología, pero están trabajando todos los servicios del hospital porque todos pueden ser requeridos para la emergencia —explica el presidente del hospital.

   Las cirugías, en tanto, están restringidas. Se hacen urgencias, emergencias u oncológicas con intención curativa. El resto es analizado por el Comité de Crisis que resuelve la situación teniendo en cuenta la cantidad de personal, de insumos y la situación epidemiológica. 

   En maternidad, que funciona en el primer piso —donde se realizan cirugías—, también hay cambios: la mamá tiene que ingresar sola a la sala de parto y luego del nacimiento se permite una sola visita al día.

   —La circulación que antes era libre ahora es restringida, por eso están todas estas mamparas para direccionar el flujo de gente dentro del hospital. Las visitas prácticamente están prohibidas, muy reguladas. Los COVID positivo no tienen ni visitas ni acompañantes; y los que son negativos tienen un acompañante y una sola visita al día, que tiene que cumplir ciertos requisitos como, por ejemplo, no ser personas de riesgo (mayores de 60, diabéticos, inmunocomprometidos, EPOC, cardiológicos) —detalla Tentoni, quien remarca que también están regulados los elementos que pueden entrar al hospital.

   El menor flujo de gente permite cuidar los insumos médicos, reservándolos para el uso del personal y de los pacientes.

   —Suponete que es una urgencia y hay que usar los equipos de protección máxima, si hay más personas tenemos que gastar más equipos de protección que son terriblemente onerosos, muy difíciles de conseguir y los tenemos que tener para poder proteger a todo el personal y al que se va a atender. Hay 3 niveles de protección: el 3, que es el máximo, lo usamos en las personas necesarias; no podemos malgastarlo porque es muy finita la cantidad que hay, lo tenemos que ir usando con mucha racionalidad —asegura Gustavo Sofía, Jefe de Servicio de Cirugía General.

   Otro aspecto que se modificó —y es que probable que se conserve porque "está dando buenos resultados"— es la comunicación. El subdirector médico dice que antes quien hacía guardia estaba prácticamente solo y hoy tiene el respaldo de todo un hospital que está conectado a través del celular. 

   —Por WhatsApp podemos ver el registro de las camas disponibles y ocupadas de cada sector, que se va actualizando: clínica, terapia, neonatología y pediatría, en zona de COVID y no COVID. A tiempo real tenemos un sistema de imágenes y las tomografías están en la nube del hospital; entonces podemos ingresar, ver la tomografía en la misma calidad que está en el tomógrafo y discutir si va a COVID o no —explica Tentoni.

Tentoni y Nardelli.

    También utilizan WhatsApp o Zoom para realizar o transmitir, cuando es necesario, reuniones entre el Comité de Crisis y los jefes de las distintas áreas.

 

Parte externa y nueva guardia

   En el sector trasero del hospital, la actividad tampoco cesa. Allí funciona el área de lavado, planchado y costura, donde (entre otras cosas) se están elaborando 150 camisolines descartables por día.

   Al salir de ese taller y muy cerca del ingreso a la cochera, se pueden observar tres contenedores de Bahía Ambiental Sapem. Tentoni explica que ahí se deposita la basura domiciliaria; la basura hospitalaria, en tanto, se coloca en los cestos que tienen bolsas de color rojo, donde se clasifican entre materiales lavables y descartables.

Máquina planchadora.

   —Lo que no sirve se junta y se descarta en una empresa —señala Tentoni.

Espacio de lavado, planchado y costura.

   También en la parte externa pero en el sector delantero, funciona actualmente la guardia médica. Pospandemia ese sector pasará a la nueva construcción realizada a un costado del hospital, con conexión interna, que de manera provisoria está siendo utilizada para cardiología. 

   —La guardia nueva tiene una sala de espera con los consultorios y una parte administrativa. El que no tenga que quedar internado se irá (por la puerta de ingreso) y el que tenga que internarse irá arriba, a la parte semicentral del hospital o (si es necesario) se internará en la misma guardia. También está el office de enfermería central con las camas de internación de guardia (7 en total), y hay un shock room y un sector de traumatología para cuando estemos con las emergencias —detalla Tentoni.

Nueva guardia: ahora se usa para cardiología.

   La pandemia llegó en plena remodelación del hospital, por lo que hubo áreas que se reacomodaron en otros sectores. Actualmente el centro de salud está distribuido así:

   -planta baja: portería, guardia externa, cirugía, diagnóstico por imágenes, laboratorio, centellografía, cardiología, urología, unidad de tórax, gastroenterología, cocina, lavadero, traumatología, ginecología y obstetricia;

   -primer piso: maternidad, neonatología, terapia intensiva neonatal, internación (habitaciones comunes), terapia intensiva de adultos, quirófanos, esterilización, cómputos, oficina de personal, dirección médica, docencia e investigación;

   -segundo piso: internación general, cirugía, área de clínica médica COVID y no COVID.

Terapia intensiva pediátrica.

   -tercer piso: oncología, hemodinamia, cirugía cardiovascular, oftalmología, pediatría, terapia intensiva pediátrica.

   Pospandemia se habilitará la nueva guardia y se reacomodarán algunos sectores. La primera atención, que hoy se realiza antes de ingresar al hospital, será evaluada luego de la emergencia sanitaria dado que, según indicaron las autoridades, está dando buenos resultados.

Sala de espera de la nueva guardia.

   —Hoy la situación en Bahía está controlada, Dios quiera que la gente tome conciencia de la implicancia y el riesgo que tiene tomar conductas de no cuidado, si bien reconozco que estamos todos cansados. Uno entiende todo, desde el punto de vista sanitario, económico, todo... Todo el mundo está cansado, pero no nos queda otra —remarca Tentoni al finalizar el recorrido.