Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Un jardín privado por cerrar, préstamos que no alcanzan y rebajas en cuotas

Propietarias de algunas instituciones han desarrollado distintas estrategias para mantener sus puertas abiertas. En algunos casos, la situación no da para más.

Fotos: Archivo La Nueva, gentileza jardín Los Picapiedras y Colorín Colorado

Por Belén Uriarte / buriarte@lanueva.com

 

   La enseñanza privada está atravesando una difícil situación económica desde el comienzo de la pandemia. De hecho, en Bahía Blanca ya cerró el jardín ubicado en avenida Colón al 600.

   El panorama es desalentador. Muchas familias han dejado de pagar las cuotas de jardines y colegios: la morosidad ronda el 70 %, tal como indicó Miriam Udi, miembro de la comisión directiva de AIEPBA (Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires) en Bahia Blanca. A eso se suman las rebajas de las cuotas, la suba salarial acordada en las paritarias de febrero —que deben absorber las instituciones privadas— y la escasa o nula ayuda estatal en algunos establecimientos. 

   Autoridades educativas de la ciudad dialogaron con La Nueva. sobre el presente y futuro de sus instituciones.

   La propietaria y representante legal del jardín Los Picapiedras, Silvina Costanzo, contó que la situación es muy complicada y que su familia analiza la posibilidad de cierre dado que, pese a las ayudas económicas del Gobierno, el balance es negativo y no pueden seguir sacando préstamos que no podrán devolver.

   —Heredamos el jardín de parte de la familia de mi esposo, que tiene una antigüedad de 35 años en el barrio Villa Buenos Aires (Rosendo López). Nunca se vivió una situación tan difícil. 

 

 Señaló que si bien el establecimiento cuenta con la subvención de algunos cargos, la morosidad en el pago de las cuotas por parte de las familias supera el 70 %.

   —No llegamos a cubrir los costos de salarios, cargas sociales ni servicios de mantenimiento. Se recurrió a un préstamo personal para estar al día con el pago de sueldos y cargas sociales, el cual nos ha generado una deuda que al momento no sabemos cómo cubrirla. Lo primordial para nosotros es mantener al día los sueldos del personal docente que trabaja de forma virtual desde el inicio de la pandemia.

   En el Jardín de Infantes y Maternal "La Ciudad", que es propiedad del club Villa Mitre y fue inaugurado este año, la baja en el pago de las cuotas es de un 35 %.

   —Hoy la crisis económica que nos atraviesa tanto al club, como al jardín y a las familias de nuestra comunidad educativa ponen en riesgo nuestra actividad. El jardín no cuenta con subvención estatal por ende se sustenta del cobro de cuotas —explicó su directora, Agustina Gimenez, quien aclaró que recibieron la ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) que ayudó a pagar los sueldos.

   Gimenez también señaló que hicieron un ajuste en el valor de la cuota "entendiendo y valorando el esfuerzo que hacen las familias de nuestra comunidad educativa"; y aseguró que si bien están sufriendo como todas las instituciones, no piensan cerrar. Por el contrario, ya se encuentran trabajando para comenzar con las inscripciones del ciclo lectivo 2021.

   —Se está haciendo un esfuerzo muy grande de parte del club y de cada una de las familias del jardín. Vamos a salir todos juntos [...] Ojalá podamos abrir este año, por supuesto con todos los protocolos de seguridad correspondientes sobre los cuales ya nos estamos asesorando.

   Otro jardín que atraviesa un momento complicado es Tía Gimena, que funciona desde hace 50 años y tiene 240 alumnos.   

   —La situación es dificilísima, jamás recibimos un centavo de la ATP. Todos los meses subimos los CBU de todos los docentes y nada. Tenemos 35 cargos: 9 subvencionados desde 1971 hasta la fecha y 26 sin subvención alguna —detalló su representante legal y directora Graciela Milanese.

   Contó que, cuando comenzó la pandemia, decidieron bajar la cuota en un 50 % para que el esfuerzo fuera compartido entre la comunidad y la institución.

   —Hicimos todo lo posible para que nos acompañen y nos siguen acompañando en gran medida, pero nos cuesta. Teníamos unos ahorros que juntamos durante 6 años para hacer un SUM y los estoy gastando en los sueldos —dijo la directora, quien remarcó que alrededor de un 35 % no está abonando la cuota. 

   —¿Cómo fue este mes con el tema del aguinaldo? ¿Han podido cumplir con todos los pagos?

   —Sí, recurriendo a los ahorros que juntamos con la colaboración de padres y ferias para poder hacer el salón. Lo que pasa es que esa plata se va gastando; ya puse al día la carpeta del banco y solicité un préstamo que en los medios dicen que lo dan al 24 % pero el Banco Provincia me dijo que es al 35 %. Ponele que me den el préstamo al 35 %. ¿Qué hago al mes siguiente? ¿Saco otro?

   Milanese dijo que de esa forma se acrecientan las deudas, que comenzaron a generarse al no poder pagar la totalidad de los aportes: por el momento han podido cumplir con la obra social —aclara que "no los voy a dejar sin obra social en plena pandemia"— pero no con las jubilaciones, que "hace tres meses no las puedo pagar".

   —En mi caso soy propietaria del edificio, pero el 80 % de los jardines alquila, ese es un plus aparte.

   Pese a la difícil situación, la directora aseguró que no se ha planteado la idea de cierre.

   —Imaginate que llevo 50 años con esto, se me va la vida. Veré qué hago más adelante, hasta ahora fuimos tirando pero si no se define la posibilidad de volver de alguna manera con algún protocolo es muy difícil que los nenes de 2 años sigan durando. Hasta ahora nos acompaña una comunidad que nos conoce desde hace mucho tiempo: la mayoría vino al jardín en su niñez y ahora manda a sus hijos. 

   La directora contó que a las familias que tienen serias dificultades económicas las ayudan con becas para que sus hijos puedan seguir participando de las clases virtuales sin generar deuda.

   —Los gobernantes salen por televisión diciendo que tienen 340 millones para los colegios y los colegios no recibimos nada... Encima lo poco que dieron, lo dieron de cualquier manera: le han dado a instituciones que tenían el 100 % de subvención de todos los docentes (que lo tuvieron que devolver), a profesores que tenían 5 horas les han pagado 21 horas y a otros nada de nada, sin respuesta alguna.

   Julieta Selvarolo, representante legal y administrativa del jardín Colorín Colorado, dijo que este año los jardines y colegios privados solo están generando deudas.

   —En nuestro caso, como en el de varios colegas, después de cuatro meses de pérdidas no podemos afrontar un mes más esta situacion. No tenemos ayuda de nadie, nunca nos llegó la ATP ni ningún tipo de subsidio. Dependemos exclusivamente de la voluntad y el esfuerzo de los padres, los cuales en este momento nos abonan un 45 % de los aranceles, con lo cual obviamente no alcanzamos ni a cubrir los costos básicos de sueldos.  

   La directora remarcó que el objetivo es que ningún alumno deje de pertenecer a la institución, por lo que ofrecieron a las familias la opción de pagar lo que puedan del monto total.

   —Si bien un porcentaje aceptó, hay quienes dejaron el jardín por no estar de acuerdo con esta dinámica de continuidad pedagógica. El que está en educación sabe que un jardin  privado no es negocio, solo cumplimos el ciclo y sin reservas se comienza el siguiente período lectivo. Tenemos 45 años de trayectoria nada menos que en educación, trabajando con gran vocación y conformando una gran familia; es una pena que algo tan fundamental como la educación la pasen por alto y sin ayuda la dejen morir, derrumbando el esfuerzo de más de cuatro décadas.

   Lamentó que pospandemia, cuando los alumnos regresen a clases, "muchas instituciones ya habremos irreversiblemente cerrado las puertas, como ya está ocurriendo".

   El jardín Abuela Aurea, con una trayectoria de casi 40 años, también se ve muy afectado sobre todo en sus salas maternales, donde se registra una baja del 60 %.

   —En el resto del nivel hemos tenido que bonificar aranceles en distintas proporciones, con quitas importantes, para colaborar con la situación general de las familias. Esto nos afecta para poder afrontar las obligaciones salariales; todavía no hemos podido completar aguinaldos y hemos tenido que reducir el sueldo en parte del personal. Todo el mundo está acompañando con muchísimo compromiso, abrazando simbólicamente al jardín para que esto se pueda sostener —contó su directora, María Soledad Jañez.

   En coincidencia con la colega anterior, aseguró que no han tenido respuestas a nivel estatal.

   —No recibimos ningún tipo de aporte. Es una situación general que involucra a todos los jardines y debiera tenerse en cuenta porque los docentes del jardín realmente ponen el alma en lo que hacen. Están asumiendo el compromiso del trabajo online con los nenes, en actividades sincrónicas y asincrónicas, dándoles todas las posibilidades para que puedan tener contactos y acompañándolos.

 

En un terciario

   La representante legal del Instituto Regional del Sur, Haydee Ciamparella, contó que este terciario no cuenta con subvención de la provincia de Buenos Aires y que el mes pasado recibieron una ATP.

   Resaltó que, en virtud del cumplimiento de sus alumnos que continúan con sus clases de forma online, pudieron pagar sueldos y cargas sociales del personal docente y no docente.

   —Las escuelas de gestión privada pasan una situación muy delicada. Las que reciben aporte estatal cubren sueldos proporcional a esa subvención; y las instituciones sin aporte estatal, que dependen de los ingresos por aranceles - cuotas, están en una situación preocupante.

   Señaló que el Estado envió apoyo económico en una sola oportunidad y que, de acuerdo con las cámaras de instituciones privadas, "los establecimientos sin aporte estatal cerrarán antes de fin de año".

   En coincidencia con lo que informó Miriam Udi, dijo que la recaudación en los privados cayó un 70 % de mayo a julio, y los pagos continúan en baja.

   —El motivo es el desempleo de las familias de clase media y la incertidumbre generalizada por la pandemia.